Poco o nada me importa la “tele” de “ellos” que dicen o llaman “la nuestra” y, muchísimo menos, las demás cadenas. Todas, por una cosa u otra, me aburren. Unas por no mantener el fundamento para el que fue creada y, las demás, por la basura de muchos de sus programas que ahondan en el “… y tu más”, alaban a tanto chorizo, la importancia del tamaño, o “yo me lo he montado hasta con el piloto automático”.
Pero estas últimas, allá cada uno que vea lo que quiera o le ofrezcan. A mí, en realidad me preocupaban las públicas, las que nos cuesta nuestro dinerito. Y, como soy alguien entradito en años y con la experiencia de haber trabajado siempre para las públicas, pues me encuentro, creo yo, en condiciones de “aleguetiar” de las dos.
Comencé en la recién creada Televisión Española, allá por el año 1.968. Cómo era la única, pues no había manera de establecer comparaciones. En esa época, todo cuanto decía la tele, era "palabrita del niño Jesús"; el resto de los medios, prensa o radio, podía decir lo que quisiera, pero si lo decía televisión, entonces era cierto.
En verdad, eran tiempos de palo y tentetieso y de la frase acuñada: “¿sabe con quién está usted hablando?” pregunta parafraseada, que dejaba dubitativo a quien la recibía. Para quitar algo de hierro a lo que voy a exponer, me viene a la memoria aquel alcalde pedáneo, de Puerto Lajas, Isla de Fuerteventura, que acudió a Madrid en un día de esos, en que no hay hospedaje para nadie y se “encochinó” nuestro alcalde, con el conserje ante la negativa a hospedarlo y le soltó la frasecita:
“¿Usted sabe con quién está hablando…?
El conserje casi acongojado, le dijo que no.
Y él respondió: “soy el Alcalde pedáneo de Puerto Lajas”.
El conserje, sin arrugarse, le replicó eso aquí, en Madrid, es una mierda… y nuestro alcalde, con socarronería majorera le dijo:
¡¡Y en Fuerteventura, también…!!
Tras este paréntesis, continúo. A las islas “afortunadas”, siempre destinaban los Directores afines al régimen… Canarias, era el premio a la gratitud o la moneda con la que se pagaban amistades y favores. No importaban ni conocimientos, ni profesionalidad.
A vuela pluma, puedo decir que llegaron directores de todo tipo que alardeaban de su sabiduría, de haber sido creadores, directores o ideólogos de programas estrellas y trayectoria de envidia. Pero, uno que había compartido espacio, juegos y trabajos con gente venida de "pa´fuera" que tenían cortijos, castillos y amigos "personales" de alta alcurnia, poco o ningún crédito les daba. Y, como el movimiento se demuestra andando, poco o nada nos enseñaron. Para que se vea el infortunio, recuerdo el terrible accidente de Los Rodeos, donde se contaban por centenares las víctimas. Yo trabajaba desempeñando la función de productor/coordinador, en los Servicios Informativos de TVE. Enterado de la tragedia, llamé al director a su domicilio. Su orden fue tajante: ¡no hagas nada! ¡Mantén las imágenes! ¡Déjalas ahí! Al poco llamaron desde Madrid, de la Dirección General: “¿no saben ustedes de la catástrofe aérea de Los Rodeos? “Sí”, le contesté: “Tengo en mi mesa todas las imágenes”. “¿Y qué hacen que no las han enviado?”. Le respondí: “tengo órdenes de mi director para que las retenga aquí… “. Deme, su número de teléfono…
No sé qué ocurrió, entre los dos, pero las imágenes empezaron a difundirse…
Casi una veintena o más de Directores del Centro de Producción de Programas de TVE, en Canarias, llegaron a las islas. Muchos, con más voluntad, que acierto. Eran sufridores que alardeaban de su infortunio, de estar en un lugar que consideraban, como un destierro...
Por fortuna, de un tiempo a esta parte, concretamente, en el último decenio, han nombrado a Directores del Centro, a profesionales de las islas.
Pero la tele canaria, “la nuestra” que es de “ellos”, parece que no ha aprendido de los errores. Por no se sabe qué razón, el Presidente del Gobierno, Paulino Rivero, apostó por Willy, Anuska and company. Se levantaron voces desde los más diversos sectores. Voces que al pasar el tiempo se han ido llenando de razón. Voces que han pedido la dimisión del actual director de Televisión Canaria, la de "ellos", desde casi el nombramiento. Partidos políticos y profesionales, de todo tipo de medios informativos así lo han expresado. Pero no. Paulino, se ha "enrocao". No está; no contesta; no mueve ficha y el tiempo de elecciones se le viene encima...
Ya la experiencia del universitario de la calle ha ido demasiado lejos. No ha funcionado. La apuesta de Willy por la audiencia, lo está abandonando y la televisión, mal llamada canaria, está en uno de sus peores momentos. Los de una provincia dicen que es la "tele" de la "otra" y los de la "otra", afirman que es la de uno. Para mí, la mal llamada "nuestra", es el juguete de Willy.
Pero otra gran parte de culpa, de los penosos momentos que está pasando la Tele Canaria, corresponde a la gallega Anuska Simón, que, -como gran parte de los que recalan por aquí-, viene alardeando que la reclaman de la televisión gallega pagándole un sueldo superior al que percibe en la Canaria. Pero no; ella primero nos quiere educar imponiéndonos los programas que a ella le gusta que, precisamente, no son los que exigimos los consumidores de televisión… Le huele mal el folclore. Le tiene alergia. Y, por lo visto y vivido no está por la labor, de exaltar los valores y la cultura de nuestro territorio insular.
Cómo detalle concluyente esta televisión Canaria, que protesta por los sucesivos cortes presupuestarios, pero que nada dice de los ingresos por publicidad (partida no contemplada) tampoco costea el gasto que encierra el programa “La Luchada” ni, tampoco el nuevo programa de folclore que empezará a emitir el 2, del que solo se ocuparán de emitirlo, porque es un regalo envuelto o costeado por publicidad.
En suma, que nuestras señas de identidad, son la hermanita pobre de esa tele, que dice llamarse canaria y que en poco o en nada nos retrata o contempla. Solo hay dinero para Champions, películas del oeste y de camino, justificar la audiencia que cada vez está más baja: 9 puntos.
¿Para qué queremos una Televisión Canaria, que camina en paralelo y en competencia con otras cadenas? Willy and company, la han convertido en "más de lo mismo". Así que en breve, no nos asombraremos si vemos como reflejo de todos nosotros a "Salsa Rosa", "Gran Hermano" y todo esos programuchos porque para Willy, en nombre de la audiencia, le importará un pito.
Son nuestras lumbreras que todavía campean por Canarias, mientras Paulino Rivero, sigue mirando para otro lado.
ALFREDO AYALA OJEDA