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domingo, 18 de junio de 2023

* MIS VIVENCIAS CON "TENDERETE"

“Tenderete”, es un poco de mi vida, de mi amplia historia televisiva y, también, un poco de todos y cada uno, canarios o no, que sienten la música de las islas como propia. Por eso, no pienso que me equivoque cuando afirmo que “Tenderete” es algo más que un símbolo para todos los isleños. Un símbolo unas veces temido y otras, respetado.
 
Temido, porque aquellos políticos de la época del “ordeno y mando” de “cachetón y tentetieso”, del “sabe usted con quien está hablando”, “de brigada político social” se sentían amenazados, cuando en la noche de los martes, las calles quedaban desiertas y la gente llana, la que respira y se siente pueblo, se concentraba en el salón de la casa ante aquellos escasos televisores, que transmitían en blanco y negro, los más puros sentires del alma… 

Respetado, porque era difícil meter tijera a un programa por la simple sospecha de divulgar y fomentar nuestra música. Tenderete, con voces y música, tradición y sentimientos, era la brisa fresca y aglutinadora, que programa a programa, sin distingo de si eras de aquí o de allá, unía las islas en un único sentido… Así, andando el tiempo, casi sin proponérselo, Tenderete se convirtió en el abanderado de nuestro pueblo… 

Pero un día, ojos miopes, temerosos, señalaron con dedo acusador, la conveniencia del degüello del programa… Eran los últimos coletazos de un largo periodo en que prohibir era tanto como gobernar… Recuerdo que, por aquel entonces, el gobernador civil, Gerona de la Figuera, el de la moto “Harley”, era popularmente conocido como “Polvo en suspensión” porque durante su mandato también arremetió en su particular cruzada, contra prostíbulos, "casas de tapadillo" y "casas de niñas"… En esa época, los hilos de la tele, se movían con criterios sensores, desde las Delegaciones de Información y Turismo, estaba como director del centro de Producción de Canarias, Eduardo Autrán Arias Salgado… Para situar a la gente joven en esos difíciles tiempos, recuerdo la anécdota del amigo, viejo tenderetero y realizador de TVEC, Paco Sánchez cuando, de sorpresa, recibió en su domicilio, la visita de la brigada político social porque el amigo Paco tenía discos, revistas, grabaciones, letras de autores, pongamos de la otra orilla y eso, en la época era un tremendo delito… La Brigada, tocó en su puerta y Paco que había tenido una noche de farra, abrió la puerta…

¡Somos de la Brigada Político Social!

- ¡Bonita profesión!, contestó Paco, con esa mezcla de hilaridad y euforia y, en su relato, recalcó en tono lastimero: debí decir un “no señor”, donde tenía que decir un “sí señor” y me aflojaron una "ensalada de cachetones", sin anestesia ni nada…

Era, para el régimen, tiempos de incertidumbre. Tiempos en que el pueblo comenzaba a despertar de un sueño muy prolongado en el tiempo... Eran tiempos, de muchos ecos y prolongados silencios…

Pues con estos mimbres de miedos e incertidumbres se urdió la desaparición de Tenderete, un programa que sin ser sospechoso de nada, era culpable de todo. Tenderete, desapareció de antena, casi sin hacer ruido, pero quedaba celosamente guardado como una seña de identidad, en la memoria de los isleños…

Durmió Tenderete durante más de una década (1.973-1.983). Recuerdo que, con Nanino, en los numerosos programas en los que trabajamos juntos, (Tenderete, El Pueblo Canta, Canarias Viva) la pregunta del pueblo llano era constante ¿Cuándo vuelve Tenderete?. Pasaban los años y "Tenderete" olía a olvido... Pero. lo que son las cosas: la popularidad del programa, en esa larguísima ausencia, crecía, crecía  crecía. Sólo faltaba que alguien tuviera los arrestos necesarios para proponer su vuelta.

Foto: Alfredo Ayala y Nanino


Así, cuando llega la democracia, el programa regresa a antena, en el plató de La Feria del Atlántico, el 18 de noviembre de 1983… Volvía Tenderete en olor a multitud. Había expectación y la gente se arremolinaba en el salón de las casas, teleclubes, bares, sociedades. Volvía, para los dictadores de la época, “lo prohibido” y volvía, en riguroso directo, sin truco ni trampa. Cada programa era verdad, auténtico. Y en esa esperada vuelta de Tenderete se fundieron el blanco y negro del 71, con el color del 83. Erizados, con el corazón encogido, con la emoción contenida, vivimos el momento cuando Nano Doreste, afeitadito, guapetón, flaco como un podenco, mientras cantaba una isa del uno (1.971) la retomaba, gordo, barbudo en el mismo tono y en color (1.983)… 

Aquella noche de noviembre del 83, se estrenaba el más amplio decorado diseñado por un entusiasta Pepe Dámaso… Sonaba “Qué Tenderete”, de Elfidio Alonso, interpretado por Los Sabandeños y Nanino, estrenando camisa con bordados de la isla de La Palma, decía: “Vuelve Tenderete y vuelve…"

ALFREDO AYALA OJEDA