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domingo, 28 de febrero de 2010

* EL PASTOR Y SU MUNDO

La humanidad más remota ya consideraba a las ovejas como un bien superior.
La riqueza de patriarcas y reyes se fundaba sobre la posesión de ganado lanar. Los dioses recibían sus ofertas en inmolaciones de corderos. La biblia, premia a los justos multiplicando sus rebaños. Patriarcas, jueces y reyes hebreos fueron pastores....

Y en verdad es difícil encontrar animal más pacífico, beneficioso, poco exigente y aprovechable en su totalidad que la oveja: carne, leche, lana... Poseer un rebaño es llevar consigo una despensa andante.

Es probable que sin el concurso de la oveja, la mayoría de los pueblos no hubiesen salido de sus bárbaros orígenes y no habría podido expandirse por el mundo.

Pero los tiempos cambian, y en nombre del progreso, se ha ido arrinconando al pastor. Hoy, igual que ayer, la sociedad no parece tener en cuenta al pastor y su mundo, las leyes se hacen en los despachos a muchos kilómetros de donde están ubicados los pastores. Por tanto considero que, la existencia del pastor es algo así como un pequeño milagro…

Aún así, en la actualidad los pastores mantienen unas tradiciones, un carácter, una dignidad y un justo orgullo quien bien puede representar a todo un pueblo en su identidad y valores más profundos. Por ello, los pastores canarios son historia viva... Son como el rescoldo de un antiguo fuego que nadie ha podido apagar nunca.

Así, que, lleno de buena voluntad, con la más sana de mis intenciones y después de leer algunos tochos sobre el pastor y su mundo quise saber de ellos, escucharles, acercarme a sus trabajos y celebraciones para comprobar que la sombra ancestral del pastor canario continúa llena de vida.

Muchas fueron mis idas y venidas a las tierras donde están establecidos los mayores rebaños de la isla de Gran Canaria… Hice mis visitas y recorridos en todas las estaciones del año, viviendo con los pastores momentos de felicidad y esos otros momentos en que se te entristece el alma cuando con la casa a cuesta hacen los movimientos de ganado desde Pavón hasta los altos de la Aldea de San Nicolás…A principios de octubre, volví a las inmediaciones de Pavón, en las cumbres de Gran Canaria. Allí, las ovejas, casi a punto de empezar a parir, vagaban por las laderas en busca de los últimos matos de hierba. Ya no había mato para ramonear y escaseaban los pastos… Las ovejas hacían un considerable esfuerzo por encontrar un bocado para saciar su hambre. La lana había cobrado su primitivo aspecto de la primavera arropándolas para el próximo invierno. La lluvia aun no había hecho su aparición por estos pagos y la altabaquilla, la flor del tiempo, perdida su brillantez, anunciaba la proximidad de la lluvia.

Los pastores hacen de todo para evitar los movimientos de ganado hacia otras zonas. Para ello, plantaron grandes extensiones de millo en las inmediaciones para completar el alimento de sus animales.

Para el mundo cotidiano del pastor canario sólo parece rico en esfuerzos y problemas. Cuando el pastor se pone en camino para llevar su ganado hacia los pastos disponibles, carga sobre sus hombros con el sobrepeso de complejas dificultades.

Más cuando llega San Isidro, el pastor suele echarse la camisa por fuera y vivir la fiesta con toda la intensidad… Son momentos de ver los amigos, de hacer acopio de alguna otra cabeza que pueda mejorar su ganado o, simplemente el momento de vender alguno de sus animales…

Desde temprana hora las reses de la tierra se dan cita en el fondo del barranco.....Llegan, preferentemente, novillos y vacas desde lejanos puntos de Gran Canaria a participar en la feria de ganado que, cada año, en honor de San Isidro, patrono de los labradores, se celebra en San Isidro de Gáldar. La feria, no es muy numerosa en inscripciones, pero tiene un profundo arraigo. Aquí se trata el ganado y se admiran las reses del país. Modestísima es la participación de ejemplares caprinos o lanar. De todas maneras, asisten ejemplares de consideración. Aquí, en esta feria de San isidro, se reúnen las mejores cabezas de la isla, se las exhibe, se las compara. Se cierran unos tratos con solo un apretón de manos y se apalabran otros...

Sobre mediodía, después de la deliberación del jurado, los camiones cargan la viva mercancía con destino a sus lugares de origen.

Por la tarde el improvisado recinto ferial ofrece su aspecto habitual y desolador roto sólo por la presencia de media docena de carneros que para evitar el fuerte solajero se refugian a la sombra del breve muro del cauce del barranco. Y, como por arte de magia, empiezan a llegar en todo tipo de transportes otros atractivos ejemplares. Paralelamente los jóvenes atraídos por la cornamenta y majestuosidad de estos formidables machos van acudiendo y buscando acomodo en una de las márgenes del barranco. Saben que va a celebrarse distintas peleas de carneros que, aquí, para quitarle hierro, reciben el nombre de "encuentros" y no quieren perdérsela.

El poder de convocatoria de estos encuentros es enorme. No se anuncia en ningún lado. Es como un gran secreto a voces. Durante muchos años estuvieron severamente prohibidos, pero hoy, la costumbre vuelve a recuperarse.

Antiguamente, los carneros abundaban por todos los pagos de la isla. Y el carnero, era algo así como el orgullo de su propietario. Allí donde había peleas se acudía con estos soberbios machos. Pero los tiempos modernos va imponiendo nuevos órdenes; los ganados son cada vez más escasos; y se va diluyendo esa música natural y espontanea de los choques de cornamentas en disputa de la supremacía de una celosa hembra.
La serena altivez, la grandiosa sencillez, el soberano orgullo de los pastores que concurren con sus machos al encuentro, lo dicen todo a las claras acerca de la dignidad sobre la que se sustenta la personalidad del pastor canario.

Ni un sólo gesto, ni una sola palabra grandilocuente nos anuncian estos encuentros. Las gentes se van congregando natural y tranquilamente en el lugar. Los pastores que compitan se irán acercando con sus mejores animales mejores, a veces con el único macho de que disponen, para la ocasión. La confianza, el orgullo de presentarse a la pelea con la mejor cabeza disponible, evita toda palabra previa de alabanza, aquí van a estar los buenos, los que valen: ya se vera quien resiste al fin.

En otra latitud, en la isla del El Hierro… Los pastores herreños vienen a celebrar a su virgen:  la virgen de los Reyes. Aquella imagen que ellos veneran con el mayor celo pues es depositaria y testigo de su fe y de su amor. Desde los más apartados rincones, con la fresquita, allá donde se hallen, acuden los pastores herreños para estar con su virgen.

Portando sus astias asisten a la misa, y a la breve procesión que recorre desde la ermita hasta la cueva del Caracol. Chácaras, pitos y tambores acompasan el baile y el ritmo de la comitiva, sacando al aire los latidos del corazón herreño que acompaña a su virgencita.

Se recitan loas, (lobas) como se dicen por estos pagos y nada queda vedado al sentimiento.

En un sencillo verso queda patente el ruego del pastor a la Santa Señora: no pide mayor prosperidad, pide que aquel sentir tan suyo, aquel carácter y aquella dignidad heredada y sostenida de siglos, que el orgullo que significa su antiguo y noble oficio nunca se acabe: ellos quieren seguir siendo pastores.

Carmen, poetisa de Sabinosa, nos recitó esta sentida loa…

"Hoy he vuelto a la Dehesa
y tu fiesta celebramos
permíteme virgencita
que yo recuerde el pasado.

Recuerdos de mucho tiempo
pero que yo no he olvidado
la vida de los pastores
que ya no están a tu lado

Aquí vivían en cuevas
durante todo el verano
porque era el único medio
de mantener su ganado

Pastores que ya no están
pero sus hijos quedamos
con el amor a María
que siempre nos enseñaron

Dile a nuestra juventud
hoy que tienen todo a mano
lo que pasaba un pastor
para conseguir un majo

Y para venir a las Juntas
y darle vuelta al ganado
en algunas ocasiones
pedían el gofio prestado

No permitas madrecita
tú que todo has contemplado
que se pierdan las costumbres
que ellos nos han legado

Que se respete el vecino
que se quieran los hermanos
que se vuelva a compartir
el "puño" de higos pasados

Que no se acabe el pastor
con su talega y su palo
que no se acabe el pastor
aunque se pierda el ganado

Que el 25 de abril
como voto muy sagrado
no dejemos de venir
a encontrarnos a su lado…”
El treinta de mayo, día de Canarias: no podía haber otra fecha mejor elegida para celebrar la llamada "fiesta de la lana". El símbolo de pastor, su mundo y todas las variadas industrias que giran en su entorno, son fiel representación de la historia de Canarias en su fundamento. Pues del pastor aborigen mismo parte el carácter distintivo, singular y propio de estas islas...

Esta fiesta de la lana se celebra en la localidad grancanaria de El Caidero. El Campo de fútbol se convierte en inmenso redil y espacio abierto donde se exhiben todas las actividades propias y relacionadas con el pastoreo: se ordeña, se trasquila, se devana el vellón, se hila, se confeccionan las prendas tradicionales.... Todo a la vieja usanza.

Tanta fuerza tiene esta feria que es casi como tomarle el pulso al pastoreo canario y comprobar su buena salud.

ALFREDO AYALA OJEDA

sábado, 27 de febrero de 2010

* EL CRIMEN PERTURBADOR – (Guía de Gran Canaria 1945)

Para un niño de 8 años, el asesinato de un vecino de 19 es elocuentemente perturbador, máxime cuando lo veías salir todos los días a primera hora de la mañana para ir a trabajar a la finca de su padre, unos días hacia Cañizares y otros hacia la Montaña de Guía. Este joven vilmente asesinado, era mi amigo, me acariciaba mi infantil melena y cuando venía de la finca, me regalaba alguna fruta. Su nombre el cual jamás olvidaré así como su aspecto físico, con un rictus que denotaba gracia y simpatía y una hermosura de corazón del que emanaba un grandilocuente afecto y cariño hacia todas las personas que le conocíamos, era Luís Suárez Díaz.

Todo empezó a gestarse, cuando tres malhechores guienses, ya al menos con otro asesinato a sus espaldas el de Pico Viento (que se sepa), y su cabecilla Blasino que ya había hecho descarrilar el tranvía que iba de Santa Cruz hasta Tacoronte, antes de irse para Cuba. Juntamente con Marcial y Dionisio el peludo, se dedicaron asesinar y a robar en la zona norte de nuestra isla con alevosía y premeditación. El inicio de este execrable crimen, lo instituyó Dionisio el peludo mayordomo de las fincas del padre de Luís y casi un hijo y hermano para todos los miembros de la familia Suárez-Díaz. Como tal capataz, la intimidad y confianza del citado Dionisio el peludo en el seno de la familiar de la victima, era muy tenida en cuenta, dado su intachable comportamiento, de ahí que incluso tuviera acceso a los beneficios que generaban las exportaciones de plátanos, que esta familia hacia a través de los almacenes de los Roques, ubicados en el Albercón de la Virgen. En esa época Eldorado a modo y manera de la quimera del oro en los EE.UU., que muchos canarios alcanzaron, otros no como en el caso que nos ocupa, se llamaba Venezuela (como dice nuestro paisano y cantante Braulio García y también Los Sabandeños, la octava isla) donde los bolívares, la moneda oficial, de aquel país circulaban a raudales, y que a muchos paisanos nuestros hicieron cuantitativamente millonarios.

El caso es que Luís, quería irse a Venezuela (a pesar de estar ya medido para hacer el servicio militar), y Dionisio el peludo le brindó de manera falaz la oportunidad de así hacerlo, pero ya compinchado con Blasino y Marcial, para robarle el dinero, que este había adquirido en casa de los Roques a cuenta de una partida de plátanos. Una vez cobrado por Luís el importe de esa liquidación parcial del beneficio de los plátanos, en el almacén citado, se dirigieron juntamente, hacia la Playa de Quintanilla, en el término municipal de Arucas, a esperar la supuesta lancha que los trasladaría al barco (inexistente), que supuestamente estaba fondeado o al pairo en altamar, para iniciar la ruta hacia el país sudamericano. Era ya de noche y se dio la circunstancia de que en la zona estaban “calamariando” algunas embarcaciones con hachones encendidos, de ahí que Dionisio el peludo le dijera a Luís, -esas luces que vemos, son del barco que nos está esperando-. Entonces Blasino y Marcial, que estaban escondidos, el primero pistola en mano y el segundo con un cuchillo, dispararon y acuchillaron al unísono y sin piedad al ingenuo joven, el cual murió en el acto, arrojando posteriormente su cuerpo al mar. Este terrible asesinato pasó a la historia de la delincuencia como el “Crimen de Quintanilla”.

El Ministerio de la Gobernación a través de la Dirección General del Cuerpo Superior de Policía, envió a Guía a dos inspectores (conocidos en aquella época por policías secretos) llamados Birgot y Ferrer, con el fin de que llevaran a cabo la investigación y esclarecimiento de tan tenebroso crimen. Estos dos policías se hospedaban en la Fonda de Forteza en Guía. Para que colaboraran y los orientaran, en las rondas que solían hacer sobre todo por las noches, por los barrios de Gáldar y Guía, especialmente, la Atalaya, Becerril, Rojas, La Montaña, el Barranquillo y otros lugares donde existían una serie de delincuentes de poca monta, ya que solo robaban para poder comer dada la hambruna existente que tenía como origen el aislamiento internacional al que estaba sometida España, como consecuencia de la Guerra Civil y también de la II Guerra Mundial, fueron elegidos tres excombatientes virtuosos seguidores del régimen franquista, José Forteza León, Maximiliano Domínguez García y Juan Dávila González, los cuales tenían la misión de apoyar a los citados inspectores. La Guardia Civil también estaba llevando a cabo una investigación paralela, recayendo la misma en el Sargento Jefe del Puesto de Gáldar, Berenguer Montesdoca. La intervención de este miembro de la Benemérita fue transcendental, para el esclarecimiento del crimen, como se verá más adelante.

Los dos inspectores encargados de la investigación juntamente con sus tres colaboradores, se hartaron de recorrer la zonas citadas de los municipios de Guía y Gáldar, hablaban con las gentes hasta altas horas de la madrugada, visitaban los burdeles existentes en la Atalaya, Becerril, Rojas y el Barranquillo, pero nadie sabía nada al respecto. Todo este ir y venir lo hacían caminando. Una madrugada viniendo hacia Guía, el inspector Birgot, les dijo a sus acompañantes (parados en la carretera donde confluyen los dos pueblos), señalando con el dedo hacia Guía, la siguiente frase, con un carácter de elocuente contenido profético: “los asesinos de Luís Suárez, están de aquí hacia arriba, hacia abajo solo hay delincuentes de pequeña monta, carteristas y rateros, pero no criminales”.

Y no se equivocó, los asesinos eran naturales y vecinos de mi pueblo, personas normales, que hacían una vida familiar tranquila y jamás se saltaban las normas cívicas más elementales, pero como dice el refrán –la procesión va por dentro-. Solo los más viejos del lugar sabían que Blasino, había sido lugarteniente de Fulgencio Batista, cuando este le dio el golpe de estado a Gerardo Machado en Cuba y que posteriormente estando haciendo el servicio militar en Artillería de Costa en Tenerife, desertó y huyó a la bella isla caribeña.

Habíamos quedado, que a Luís Suárez después de haberlo asesinado lo habían arrojado al mar en la zona de Quintanilla. Dada la situación geográfica y geomorfológica de esa costa llena de pequeños riscales y picudos acantilados y que el batimiento del mar es muy fuerte y bravo, cuando el cadáver brotó del fondo hacia la superficie, estaba totalmente desfigurado, la ropa hecha girones y algo picado o mordido por algún pez de grandes dimensiones, por lo que fue imposible reconocerlo. Dada la alarma existente en la familia del joven asesinado, la cual había denunciado su inusual ausencia, se empezó a especular que el cuerpo aparecido en Quintanilla podría ser el de Luís. A tal efecto su cuñado Francisco Pisos Echave, teniente de Infantería destinado en Mahón, hubo de desplazarse a Guía, con el fin de comprobar si efectivamente el cadáver era el de Luís, reconociéndolo por los gemelos de su camisa que a pesar de sus desgarramientos tenía los puños intactos (hacer constar que el reconocimiento no fue muy difícil ya que los gemelos citados había sido un regalo del teniente Pisos a su cuñado asesinado). En aquella época el sofisticamiento criminalístico estaba poco desarrollado no existían las pruebas de ADN, ni otras de connotaciones ultramodernas.

La primera pista que indujo a desentrañar y conocer por fin a los autores, de tan terrible crimen, fue obtenida por el Sargento de la Guardia Civil Berenguer Montesdeoca ya citado, que como invitado a una boda en la Montaña de Guía, en casa de una hermana de Dionisio el peludo, la cual tenía muy mala fama dada su vida libertina rayando la prostitución. Aparentemente la forma de bailar de esta con el agente no era muy ortodoxa, por lo cual Dionisio el peludo, le llamó “puta”, a lo que le replicó de manera contundente, llamándole “asesino”. El Sargento Berenguer conocedor de relación existente entre la familia Suárez Díaz y Dionisio el peludo, se quedó con la copla y al día siguiente a se lo puso en conocimiento a los inspectores, los cuales a su vez pusieron en antecedentes al Sr. Juez de Primera Instancia de Guía, Don Francisco León Padrón, el cual ordenó a la Guardia Civil del puesto de Guía, vigilaran al denominado Dionisio el peludo, siempre bajo la supervisión de los inspectores Birgot y Ferrer, que eran los que dirigían la investigación.

La detención de un vecino originario de las medianías de Gáldar y Guía, cuyo apellido era Salas, marchante de ganado y agricultor, del cual al parecer se habían encontrado pruebas que le incriminaban en el asesinato del matrimonio de Pico Viento, fue determinante. Este hombre rudo, fuerte y honrado como después se acreditó, solía visitar a este matrimonio, para cambiar y trapichear con ganado y productos de la tierra, tal circunstancia determinó que los vecinos del lugar le vieran por las inmediaciones de Pico Viento, presentasen una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Gáldar, en su contra, siendo detenido e interrogado en el Juzgado de Guía, donde para desgracia suya, no tenía ninguna coartada que impugnase su visita a este lugar, al menos en las horas que ocurrió el vil asesinato. Mientras tanto la policía y sus colaboradores seguían investigando el crimen de Luís, sin que los resultados fueran muy alentadores.

A Blasino, le gustaba la cacería, tenía escopetas destinadas a tal fin, además varios perros, hurones y otros enseres propios para la práctica de la cinegética. Llevaba a cabo sus cacerías, en las zonas de medianías y cumbreras de los municipios de Guía y Gáldar, y se le solía ver por Pico Viento. En una de estas salidas a cazar por estas latitudes acompañado de dos hombres, coincidió con el asesinato allí ocurrido, debido lo cual alguien denunció estas visitas a las autoridades, las cuales ordenaron un registro en su industria zapatera y posteriormente en su domicilio. Le hallaron pelucas de diferentes colores, pieles de conejo, cepos, etc., pero de momento ninguna –pistola-. Como no pudo explicar para que utilizaba todo aquel material requisado, fue detenido e internado en la cárcel del Partido Judicial de Guía. Compareció ante el Juez, que decretó un auto de privación de libertad preventiva hasta que aclarara de manera fehaciente, las pelucas y los monos encontrados en su establecimiento, e incidiendo el Juez que le aclarase que hacían él y dos hombres más, merodeando por Pico Viento el día de autos, especialmente bien entrada la noche ¡determinó su Señoria que cazando a esa hora no podían estar!. Todo fue en vano, el tal Blasino, nunca manifestó nada que aclarase, su estancia en aquel lugar. El Juez Don Francisco León Padrón, previa consulta con el Fiscal y Secretario del Juzgado de Guía dictó procesamiento, por lo que siguió internado en la citada prisión. A todo esto el citado Salas, continuaba detenido en la cárcel de Tenerife, y lo más grave para él, es que era considerado el sospechoso de los dos asesinatos, el de Pico Viento y el de Luís Suárez (nada más lejos de la realidad, como se verá más adelante).

El impacto más perturbador, que sin lugar a dudas sufrí, fue a la llegada del féretro del que en vida había sido mi amigo, Luís Suárez, a su casa después de haberle hecho la autopsia con el fin de instalar la capilla ardiente. Este lacerante dolor, dada mi corta edad me causaron alteraciones psicológicas, que superé gracias al gran cariño y a los consejos que mi buena madre me dio. Era tal la camadería de los inspectores del Cuerpo Superior de Policía, Birgot y Ferrer, con sus colaboradores, que algunas veces venían a mi casa a tomar café. Recuerdo un día que así lo hacían, el agente Birgot, le dijo a mi padre: “¿si te estuvieras afeitando y tu mujer te dijera, ahí fuera, hay dos señores desconocidos preguntando por ti, y tuvieras tu conciencia tranquila, se te caería de las manos la navaja, rompiéndose como esta?”, mi padre le contestó que no, el agente insistió: “pues esto es lo que ha ocurrido en casa de Marcial, esta mañana”, mostrándole la navaja que estaba partida en dos.

La investigación del crimen de Quintanilla, fue ardua y complicada, los inspectores encargados del esclarecimiento del asesinato nunca creyeron en la culpabilidad de Salas. Y seguían investigando. Pero Blasino preso en la prisión judicial de Guía no soltaba prenda, su arrogancia y prepotencia ante los agentes que le tomaban declaración casi a diario era de tal magnitud, que empezaron a pensar ¡será inocente!de lo que le acusamos, que en principio no tenía relación con el crimen perpetrado en la costa aruquense y si con otras irregularidades, donde entraban las pelucas, las pieles de conejo y otras cosas que le encontraron en su establecimiento de trabajo.

Mi padre fue siempre amigo de Blasino, ya que eran de la misma edad, existiendo además lazos familiares que así lo determinaban, por consiguiente solía visitarlo en la cárcel. Un día después de mucho tiempo, le dijo a mi padre: “Juan hoy lo voy a contar todo”, y así fue en su comparecencia ante el Juez ese día, soltó por su boca, la autoría de los dos asesinatos el de Pico Viento y el de Luís Suárez, e inculpó como compañeros de correrías a Marcial y a Dionisio el peludo, los cuales fueron detenidos inmediatamente. Dos días después en un careo llevado a cabo en la Sala de Audiencias del Juzgado de Guía, Dionisio el peludo, se allanó y reconoció todo lo que había pasado, por el contrario Marcial, negó tal vinculación, entonces Blasino, muy indignado le solicitó al Juez, lo siguiente, utilizando estos términos: “Señoría ordénele a Marcial, que se levante la camisa, y observe una herida de bala que tiene en el costado derecho (una cicatriz), la cual se la hice yo cuando quiso huir del escenario donde estábamos cometiendo un robo, y le disparé por cobarde”.

Efectivamente se comprobó tal indicación, observándose que era cierto cuanto decía Blasino al respecto, a Marcial no le quedó más remedio que confesar que había intervenido con Blasino y Dionisio el peludo, en todas las fechorías declaradas. Dada las características y el alcance de los delitos manifestados por estos tres facinerosos, el Juzgado de Guía, se inhibió a favor de la Audiencia Provincial, la cual siguió con todo el proceso, que se dilató en el tiempo, como consecuencia de una serie de irregularidades que revelaré a continuación.

Una vez terminada las actuaciones, de los Magistrados, Fiscales y personal de la Audiencia, se observó una inclinación benevolente hacia Blasino, quitándole hierro a su actuación criminal, incluso la prensa local publicó que lo iban a poner en libertad. Ante tal disyuntiva la esposa del citado Salas, se refugió en los aledaños de la prisión provincial provista de una pistola, que le intervino la Guardia Civil, preguntándole esta a la señora ¿Que para qué la quería?, ella contestó: “Estoy esperando que salga Blasino, para dispararle, dado que mi marido lleva algunos años en la prisión de Tenerife, por unos delitos de los cuales no es culpable, siendo el único responsable este señor que dicen va a salir en libertad”.

Según se comentó, parece ser que quien intervino favoreciendo a Blasino, fue Matías Vega Guerra, que tenía en su bufete, a un cuñado y a un sobrino de este. Enterado el teniente Pisos, cuñado de la víctima, solicitó los servicios del insigne criminalista, José Mesa, el cual requirió a la Audiencia para que le dejase ver toda la documentación relativa al procedimiento, observando que en el enorme tocho de casi 50 mil páginas, faltaban muchos documentos, tales como, declaraciones de culpabilidad, autos, providencias, etc., lo que le llevó a presentarse en la Sala constituida en pleno, manifestando con valentía y sin nigún temor, aquella frase que fue portada en los periódicos de la época, cuyo contenido fue el siguiente:

“Esta Audiencia esta corrompida”

Ante la inminente puesta en libertad de Blasino, José Mesa y el teniente Pisos Echave, intentaron buscar la solución para que se hiciera justicia. Entonces recordaron que Luís Suárez estaba “enquintado” cuando fue asesinado, y después de una serie de peripecias jurídicas lograron llevar el tema a la Jurisdicción Penal Militar.

El Tribunal de Justicia Militar, se constituye rápidamente y solicitándole a la Audiencia el expediente correspondiente, inicia un juicio rápido, que determina la pena de muerte para Blasino, y cadena perpetua para Marcial y Dionisio el peludo. Tal sentencia fue ratificada y firmada por el Capitán General de Canarias, el Excmo. Sr. Don José García Escamez e Iniesta. Poco tiempo después, un día que amaneció oscuro y sombrío, Blasino, fue fusilado en la sede del Regimiento de Infantería 50 en la Isleta, por un piquete de Tiradores de Ifni, figurando en el mismo, un guíense e insigne luchador de Lucha Canaria, Salvador Díaz, conocido en el argot luchistico como el Pollo de Anzo. Los otros dos ingresaron en el Penal del Puerto de Santa María. Marcial murió en prisión y Dionisio el peludo regresó a Guía hace más de 40 años, donde falleció años después de muerte natural. Esta sentencia produjo en mi pueblo un gran malestar, ya que en la misma se produjo una sindéresis de enorme dimensiones. Los habitantes de Guía con las autoridades al frente manifestaron que los tres merecían la pena capital. Salas fue totalmente exonerado y se le pidieron las disculpas pertinentes y murió bastantes años después, debidamente confortado por su familia y por el pueblo en general que nunca dudó de su inocencia.

Este relato queramos o no los guienses, forma parte de la historia de nuestro pueblo y como tal hay que aceptarlo. Hace muchísimos años que no se hablaba de este execrable asesinato, que como ya dije al principio se denominó y así figura en los anales de la historia de la delincuencia en Canarias como el “Crimen de Quintanilla”.

Juan Dávila-García DNI. 43.268.091-P – 2006.-

NOTA DEL AUTOR: Con el fin de no herir susceptibilidades, pues todavía viven muchos familiares de estos tres asesinos, los cito con nombres ficticios, aunque hay unas claras connotaciones en lo que se refiere a su verdadera denominación como son de sus nombres reales, B, M y DeP. El resto de los personajes citados se corresponden todos con sus verdaderos nombres.

CERTIFICO.- Que el contenido de este relato corto, se ajusta a la más estricta realidad. Y que en el mismo se ha dejado de enunciar algún dato por no estimarse de interés. Que no he consultado ningún expediente judicial, ni tan siquiera algún texto relacionado con el mismo (pues no existe nada al respecto). Solo cuento aquí lo que viví y lo que oí a la mayoría de los personajes citados, entre ellos mi padre Juan Dávila González, colaborador de apoyo, que fue de los inspectores de la Policía, Sres. Birgot y Ferrer, y al cual conjuntamente con José Forteza León y Maximiliano Domínguez García (los otros colaboradores), se les reconocieron los méritos contraídos. Firmado y otorgado, Juan Dávila García, NIF. 43.268.091-P.-

JUAN DÁVILA GARCÍA

viernes, 26 de febrero de 2010

* RECORDANDO A NUESTROS POETAS (8)

LUIS BENÍTEZ INGLOTT nació en Las Palmas de Gran Canaria, el 23 de enero de 1895. Estudió el bachillerato en el Colegio de San Agustín y obtuvo la licenciatura de Derecho en la Universidad de Oviedo en el año 1915. En 1920 marchó a París, donde residió una temporada. En París tuvo Luis Benítez ocasión de relacionarse con el gran poeta Milosz (al que escribió un poema, en la revista La Rosa de los Vientos) y con otros escritores como Porto-Riche, Miomandre, Martinenche y Ventura García Calderón, el peruano. Colaboró en las siguientes revistas literarias: España, Internacional, La Pluma, Vértice, Ultra (al movimiento que representaba esta última se adscribió Luis Benítez por algún tiempo) y la siempre interesante y llamativa La Rosa de los Vientos canaria. Poco antes de regresar a Las Palmas, en 1923, leyó en el Ateneo de Madrid el libro de poemas, único que se conoce de él, Poemas del mundo interior, de donde está sacado el que hoy ofrecemos. No se decidió a la publicación en aquellos momentos. Lo saca a la luz en el año 1965 (Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, con prólogo del dramaturgo Juan Marrero Bosch).

Vuelve a la ciudad natal, dejó momentáneamente la ocupación poética para dedicarse al ejercicio de su carrera. Una dramática coyuntura de su vida le hizo retornar a los versos en 1937, y continuó escribiéndolos hasta 1944, cuando ya apenas se ocupó de poesía, pues desde entonces se entregó casi exclusivamente a colaborar en la prensa. Se consagra a la labor de redactor de artículos de opinión y comentarios de crítica literaria y artística. Una labor necesaria sería, al menos por ahora, ir a los archivos a leer sus textos: quizás nos llevemos más de una sorpresa. Sólo les digo que, según he ido hormigueando en algunos libritos que tengo a mano, tiene artículos sobre Domingo Rivero o Domingo Velázquez; o un prólogo a un libro de Chona Madera. Artiles y Quintana dicen: “sabemos que dejó otras obras inéditas”.

Para más referencias, en el Diario de Las Palmas llevó con éxito (al parecer) la columna “El papel vale más”, que firmó con el pseudónimo de Pío Cid. “Sus artículos eran esperados y leídos con ansiedad. Como articulista, Luis Benítez Inglott descuella por su gran formación cultural, su juicio seguro e incisivo y la agilidad de su prosa. Como poeta se formó en el modernismo, aunque simpatizó con los movimientos de vanguardia. Falleció en su ciudad natal en 1966.

JESÚS SOBRE LAS OLAS

La mar en la solemne noche abierta
sin horizontes ni riberas. Todo
sumergido en la sombra, sumergido
en una inmensidad de viento y agua.
Ni una luz, ni una estrella.
¡Oh, alma mía
perpetuamente en pie sobre la costa!
La última luz, crepuscular y tenue,
también ha naufragado en el Océano
allá lejos.
Y sólo está la mar
que llega a ti, desordenada y brusca,
pulverizada sobre la rompiente
-las olas invisibles, que se oyen
deshacerse en espuma, en la rompiente-.
La mar es un rumor de abismo: un hondo
fragor lejano y próximo. La noche
sólo sugiere mar: las costas todas,
las tierras todas se han hundido. Surge
el grave canto de la mar, que se alza
a la profunda noche impenetrable…

Augusta hora del milagro, tiembla
mi corazón en el supremo instante.

¡Es ahora, Jesús, cuando te veo
otra vez avanzar sobre las ondas!
Así, Jesús. Sin luces terrenales,
ni astros que tiemblen en el infinito,
ni costas que limiten el milagro,
ni naves que interrumpan la llanura
de la mar de cristal bajo tus plantas,
sino así: sólo tú, Jesús, en esta
inmensidad de sombra soberana;
en esta inmensidad de agua y de olas
y de los libres vientos de la mar
EL CRÍTICO

miércoles, 24 de febrero de 2010

* RECORDANDO A GREGORIO EL GUARDIA

Gregorio, era un guardia único. Gozaba del prestigio y de la consideración de la gente del pueblo. Él, tenía sus inquietudes y su afán de superación. Alternaba, su empleo de guardia municipal con los estudios nocturnos en el Instituto Pérez Galdós, en Tomás Morales…

Numerosas son las anécdotas que se cuentan de Gregorio… pero vamos primero a situarlo en su puesto de trabajo para entenderlo mejor… Él, prestaba sus servicios en el cruce de Bravo Murillo con Triana… Estaba subido en un tacón de unos 40 centímetros de alto desde donde dirigía el tráfico. Era una época en la que todavía los semáforos, no habían llegado a las islas…

Gregorio era divertido y hacia con gracia y prontitud su trabajo… pero los lunes, para él, tocaba llenar la quiniela… y lo hacía de una manera curiosa… aleatoriamente, armaba una carajera con el pito, se bajaba del tacón y se dirigía a cualquier conductor y lo mandaba a parar… entonces, sacaba el block del bolsillo y le preguntaba al conductor: ¿Real Madrid- Español? Y el conductor entre incrédulo y sorprendido le respondía “equis” y así hasta completar los catorce resultados… Así era Gregorio…en otra ocasión acababa de llegar por las islas la revolución: “La minifalda” y las muchachillas nuevitas pues rápidamente se la encasquetaron… las miradas, los suspiros, estaban a la orden del día… pero Gregorio festejaba el momento de una manera más curiosa…Él, cuando veía una muchacha vistosa, con minifalda y dispuesta a cruzar la calle, él paraba el trafico y hacia el gesto a la joven para que cruzara por el paso de peatones, era como si convirtiera el paso de peatones en una pasarela… y ni que decir tiene que los colores se le subían a la joven que caminaba con las piernas temblonas, la felicidad por dentro y la vergüenza por fuera…


Y, cuando se avecinaban las navidades, los conductores y comerciantes de la zona, se acercaban hasta el lugar donde él dirigía el tráfico para regalarle algunas botellas de vino, coñac, gallos, cabritos, turrones…Gregorio era un hombre muy querido, que jamás le faltó el detalle del pueblo cuando las fiestas se avecinaban.

ALFREDO AYALA OJEDA

martes, 23 de febrero de 2010

* CERRÓ LA TIENDA-BAR DE QUENQUE

Inexorablemente al igual que sucediera con la Bodega de Chago, la tienda-bar de Vicente Estévez, más conocido por “Quenque” ubicada en el Callejón del Molino, ha cerrado sus puertas definitivamente, aunque la circunstancias de estos cerramientos no tengan las mismas connotaciones, ambas han dejado de existir, privándole a mi querido pueblo de dos lugares emblemáticos y tradicionales, puntos de reunión y de tertulias, donde muchos guienses nos acercábamos para degustar la excelente gastronomía que nos brindaba Quenque y sus descendientes, como eran los garbanzos y las judías compuestas, ya solo nos queda la tienda de Arturo en el Lomo Guillen, que al parecer también está amenazada de cierre motivado al parecer por el trazado de una calle en sus inmediaciones.

Qué decir de la tienda-bar de Quenque, donde tan buenos ratos pase juntamente con muchos amigos de mi pueblo. Primero él y su mujer y más tarde sus hijos, todos estaban caracterizados por su excelente comportamiento, amables, educados y serviciales con todos los que nos acercábamos a comprar o a tomarnos unos piscos, lo que hacía que la estancia en este lugar rudo y noble a la vez se convirtiera en todo un referente, donde se hablaba de todo, de futbol, de política y de otros temas, donde primaba la armonía más ferviente entre todos los que allí concurríamos.

No era lógico que algo tan nuestro desapareciera, Guía pierde otro símbolo ancestral, que indiscutiblemente repercutirá en el desarrollo cotidiano de muchos convecinos que solían hacer de la tienda-bar de Quenque su palpito más anhelado, ya no es lo mismo ir al Callejón del Molino y no escuchar el bullicio que salía de ese lugar tan estimado por todos, donde además de los parroquianos que lo visitaban a diario se unían parranderos de toda la zona, que perfectamente aleccionados por los ricos platos que allí se preparaban, no dejaban al ir a Guía de visitar tan emblemático rincón.

Según me cuentan los hijos de Quenque, han tomado la determinación de cerrar tan estimado lugar, cansados posiblemente de tantos años de trabajo detrás de mostrador y no por el mero hecho de cerrar caprichosamente este tabernáculo, por el cual pasaron gentes muy importantes, venida de muchos lugares de las islas y quizás hasta de otros lugares bastantes más alejados. Muchos amigos míos laguneros y parranderos, visitaron tan excelente establecimiento y recuerdo que me decían, “parece que estamos, en el Dos y una, casa Maquila o en la Oficina” afamados e históricos güachinches de la ciudad de los adelantados.

El recuerdo imborrable que nos ha dejado la tienda-bar de Quenque en su singladura de tantos años, perdurará en nuestras mentes y en la de todos aquellos que en un momento determinado bebieron y comieron de manera insaciable en ese lugar tan insigne, no se le puede negar a tan loable habitáculo formar parte de la historia de Guía, tan llena de hermosos aconteceres, donde desde hace muchos años ha tenido lugar los momentos más señeros de todo el noroeste gran canario, algo que se recordará eternamente.

JUAN DÁVILA GARCÍA

lunes, 22 de febrero de 2010

* JOSEFINA DE LA TORRE MILLARES

Josefina de la Torre Millares, nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1907. A los veinte años publica “Versos y Estampas”, evocaba una infancia isleña en versos. En 1930 publica “Poemas de la isla”, favorecería su inclusión en la Antología de Poesía Española de arte menor y en poemas en prosa de estirpe juanramoniana. Gerardo Diego publicó en 1934, donde aparece junto a Ernestina de Champourcín como únicas representantes de la poesía escrita por mujeres. En 1934 trabajó en labores de doblaje para la Paramount en Joinville (Francia), bajo las órdenes de su hermano Claudio y, codo con codo, junto a un viejo amigo: Luis Buñuel. Asimismo, en 1968 publica su tercer poemario, “Marzo incompleto”. En 2002 el Gobierno de Canarias le concede la Cruz de la Orden de las Islas Canarias. Ese mismo año, el 12 de julio, fallece en su casa de Madrid.

Foto: Josefina de la Torre Millares


Mis años

Mis años compañeros,
años míos, inciertos,
niños desordenados,
al salir del colegio...

Ya son dos y son tres,
compás del mismo tiempo,
maravilla segura
de inagotable anhelo...

Mi corazón latió
veintitrés balanceos.
Mi corazón amigo,
buen profesor pequeño.

Y hoy no sé qué me pasa...
Y hoy no sé lo que tengo...
¿Es uno más, amigo?
¿Uno más... o uno menos?

Quisiera

Quisiera tener sujeta
la naranja de la tarde
así entre las manos, fresca,
sin la piel rubia y brillante,
tirabuzón de la luna
peinado por mi cuchillo.
Qué sabor a fruta nueva
ha de tener en los bordes
el mar, la arena y el aire.
¡Qué deseo de partir
en dos mitades la tarde!
Cuando la noche se asome
a su ventanal de cobre
se tragará la naranja.
¡Ay, niña desconsolada!
EL CRÍTICO

domingo, 21 de febrero de 2010

* EL PASTOR, UN SÍMBOLO

Hoy, igual que ayer, la sociedad no parece tener muy en cuenta al pastor y su mundo. Los pastores ya son un símbolo viviente. Su misma existencia constituye un pequeño milagro.

Ellos mantienen unas tradiciones, un carácter, una dignidad y un justo orgullo que bien pueden representar a todo un pueblo en su identidad y valores más profundos. Todavía los pastores canarios son historia viva: Son como el rescoldo de un antiguo fuego que nadie ha podido apagar nunca. Saber de ellos, escucharles, acercarnos a sus trabajos y celebraciones nos demuestran que la sombra del pastor canario sigue llena de vida.

El pueblo aborigen del Archipiélago Canario, era, esencialmente, pastor: practicaba toda una cultura ligada al aprovechamiento integral del ganado. La isla entera formaba el espacio abierto a las necesidades del pastoreo; límites que sólo dependían de la geografía y de las estaciones. La naturaleza, la lógica beneficiosa de sus leyes, y el aborigen desarrollaban su vida de acuerdo con la misma.

Caminos ancestrales marcaban el paso del ganado desde los cálidos terrenos costeros que le abrigaban en invierno, hasta las zonas cumbreras frescas y acogedoras en época del ardiente estío.

El pastor aborigen vivía en íntima relación con su naturaleza insular, y no queda constancia cierta de que hombre alguno limitase arbitrariamente sus actividades, ni mucho menos le cerrase espacios donde alimentar y guardar su ganado. El pastoreo era un bien general y como tal, socialmente apreciado y valorado.

El vuelco que para la vida aborigen supuso la conquista del Archipiélago, dio un violento giro al pastor y su mundo. El ganado era preciado botín para los nuevos dueños de las islas; los pastores aborígenes conocían palmo a palmo la tierra de sus antepasados y por ello se le confió el cuidado de sus propios rebaños, ahora propiedad por derecho de conquista, de los nuevos señores.

Y los conquistadores llegaron con sus costumbres y sus leyes, y así trasladaron a Canarias su legislación castellana sobre el pastoreo: la mesta.

La colonización de Canarias supuso el reparto de las mejores tierras y del agua en manos de los principales conquistadores y sus allegados, quedando otros terrenos menos favorables a su explotación destinado a los colonos que iban llegando al Archipiélago. La tala y la roturación del paisaje natural destinado al cultivo fue intensa y sin consideraciones. La agricultura fue el primero de los límites que se opusieron como infranqueables al antiguo pastoreo de trashumancia, quedando instaurado desde el primer momento de la conquista el universal enfrentamiento entre pastores y agricultores.

Los aborígenes, aunque sofocados en su cultura por la fuerza de los conquistadores, quedaron sin embargo ligados a la práctica ancestral del pastoreo, uniendo así su propio aislamiento a una labor que a lo largo de los siglos iba a convertirse en un fenómeno progresivamente marginal.

El pastor canario quedaba enfrentado a unos duros límites que el no podía ignorar ni modificar. Límites que se han ido estrechando en paralelo al olvido y al abandono y, sobretodo, debido a la secular incomprensión de las instituciones acerca del pastor y de su mundo.

El mundo urbano, sus servicios y oportunidades, sus relaciones humanas, incluso en muchos casos sus leyes y ordenamientos se han establecido y desarrollado tradicionalmente de espaldas a la vida del pastor.

El pastor vive otro universo de relaciones y contenidos: unos valores propios sobre los que articula las bases de su supervivencia. Y lo hace con fuerza de tradición, pues tal vez sea el único modo de sostener el orgullo y la dignidad que le caracterizan, la manera de representar el símbolo histórico y vital que todavía supone en estas islas el noble oficio de pastor.

La realidad es que la propiedad de la tierra, la agricultura, los planes de reforestación y la acción legislativa han ido limitando cada vez con mayor rigor el acceso del pastor a los recursos del territorio. Sin embargo todavía perdura una imaginación colectiva acerca del pastor y su trabajo como algo idílico, algo de "otro tiempo mejor", que siempre esta ahí en un espacio indefinido, en una especie de ensimismamiento, como si el pastor no fuese un sujeto humano, social y económicamente vinculado a una inflexibles exigencias generales. Esta cortina de humo poetizado raya con frecuencia en el cinismo cuando se la compara con los hechos puros y duros de la vida pastoril en Canarias.

La trashumancia es cosa de ayer. Hoy el pastor tiende a mover lo menos posible su ganado, a mantenerlo en las inmediaciones de su afincamiento. Los cambios, además de trabajosos, trastornan la vida familiar y la economía del pastor.

Aquellas penosas idas y venidas de antaño de cumbre a costa y viceversa, según las estaciones, siempre apretado por los recortes del terreno donde poder pastar, sometido a todas las fatigas de la trashumancia, ya parecen situaciones más propias de los antiguos cabreros que de los actuales pastores de ganado lanar.

El pastor actual se preocupa por retener al ganado lo más cerca posible de su casa, y no como antes que se veía obligado a seguir su rebaño, llevándose la casa a cuestas y a toda la familia.

En realidad se sabe generalmente poco del verdadero mundo de los pastores.

¿Quién es el pastor?
¿Cómo viven él y sus gentes?
¿En qué consiste su trabajo, cómo lo realiza?

Pero el mundo cotidiano del pastor canario sólo parece rico en esfuerzos y problemas. Cuando el pastor ha de ponerse en camino para llevar su ganado hacia los pastos disponibles, carga sobre sus hombros con el sobrepeso de complejas dificultades. Hombres y animales dependen del comportamiento puntual del clima, de como hayan ido las lluvias ese año... del terreno por donde le permitan moverse, año tras año, de manera implacable, el territorio permitido al pastoreo se ha ido reduciendo. A la extensión de la agricultura se han unido el acotamiento y la repoblación forestal, de espaldas por lo general al fenómeno histórico del pastoreo en Canarias.

El pastor emplea todo su esfuerzo en hacer acopio de comida para su ganado. Arrienda o recibe en préstamos extensiones de terreno que debe cultivar y convertir en despensa para abastecer a sus ovejas. Amplios espacios son plantados de millo, preferentemente, que irá administrando al ganado. Esa lucha diaria a la que se enfrenta en su amplísima labor diaria, está destinada a esperar pacientemente la llegada de la nueva estación de lluvias que le evitara alejarse de su casa, con familia y ganado hasta otros lugares donde existan los pastos necesarios.

Sólo las tierras que no resultan productivas se permiten al pastor. Otras muchas se le cierran sencilla y llanamente. El pastor se convierte, le han convertido mejor dicho, en un ser casi marginal, y como tal obligado a moverse por zonas olvidadas.

La historia de la que el pastor canario es en gran medida protagonista, símbolo y representación, hoy parece ignorarse. Ya pasaron aquellos buenos tiempos en que la lana era un preciado bien económico. Los extraordinarios quesos artesanos parece como si se elaborasen por arte de encantamiento: pastor y quesera quedan ocultos por la comercialización, perdidos, borrados en el circuito de la economía urbana.

El pastor siempre queda aislado, lejos, detrás, enriscado donde apenas llega la mirada.

Si un pastor abandona y vende su ganado, dada su falta de preparación y conexión social con el mundo urbano, habrá de emplearse, si logra trabajo, en empleos no cualificados. Si por aquí camina el presente de los pastores ¿Cómo se les presenta el futuro?

Para afrontar tan duros trabajos el pastor no puede estar radicalmente solo. Precisa ayuda, una colaboración entregada y estable, firme y a toda prueba: por lo general el pastor precisa de mujer y familia.

Su economía, fundamentada en utilizar la leche de su rebaño para la elaboración del queso, no le permite contratar ayuda. Conducir, apacentar, guardar y ordeñar ya es trabajo más que suficiente para las energías de un sólo hombre. Así, tradicionalmente, es la mujer del pastor quien elabora el queso y quien por disponer de mayor tiempo desligada del rebaño, se ocupa de las no siempre fáciles relaciones entre pastor y la administración y autoridades. En esta división del trabajo pastoril, la mujer soportaba todo el peso del cuidado doméstico, la crianza de los hijos, la elaboración del queso y atenderá además, todo papeleo legal que se presente, con frecuencia único y difícil puente entre la vida del pastor y el lejano mundo urbano.


Para compartir tan pesadas tareas, el pastor busca mujer tradicionalmente en su propio y cerrado universo. A lo largo de generaciones se han ido tejiendo una firme trama de relaciones consanguíneas entre las diferentes familias adscritas desde siempre al pastoreo de la isla. A estas familias los pastores las denominan "razas", marcando así una clara diferencia entre ellos y quienes se dediquen a cualquier otra tarea que no sea el pastoreo dentro del mundo rural.

El pastor ayudado por su mujer y por sus hijos, si los tiene, forman una apretada piña productiva, indispensable para abordar el cotidiano seguir a flote contra viento y marea de los tiempos que corran. El pastor continúa como ligado a un rito, absorto por el trabajo y los sacrificios, como si estuviese bajo un severo castigo y un sacerdocio a la vez.

El entramado de las relaciones familiares que en gran medida sustenta la estructura del mundo pastoril, también se refuerza con lazos de amistad profesional y aquellos de un tácito corporativismo, basados en el respeto por una dedicación, el pastoreo, que goza en alto grado de la propia autoestima.

Existe todo un código no escrito de vivir "lo canario" a través del pastor, ya que el pastor tiene conciencia de ser el depositario de la más pura y directa tradición y, por lo tanto, un valor simbólico insustituible. Los pastores deben ayudarse. Si uno de ellos abandonase, todo el grupo se resentiría. Sin constituir formalmente ningún gremio ni corporación, los pastores canarios mantienen en cada isla una firme malla que hace todo lo posible para sostenerles ante las grandes dificultades, evitando entonces una caída que pudiese resultar definitiva.

Si un pastor sufre por cualquier causa la pérdida de su ganado, sus compañeros de oficio le harán llegar un número suficiente de hembras jóvenes y cabezas para que en un plazo razonable pueda rehacer su ganado.

Si el fuego destruye su casa o la daña; los demás pastores le ayudarán a reconstruirla o repararla.

Pero cuando los pastores se reúnen personalmente y puntualmente, para ejercer, por así decirlo, su código de ayuda mutua, es durante los periódicos y obligados trasquiles de ganado: en las típicas "pelás".

Cuando el pastor precisa trasquilar su rebaño, recibe en su casa a aquellos otros compañeros de oficio que, voluntariamente y sin más paga que la comida y bebida diaria, le prestarán toda la ayuda necesaria para acabar este trabajo. Llegado el momento, el anfitrión de hoy corresponderá de igual manera, devolviendo el favor; y si el mismo no pudiese acudir al compromiso, enviaría a hijos o allegados que le representasen y cumpliesen con igual eficacia su trabajo.

El pastor canario no puede faltar a estas ayudas: siempre corresponderá como mejor pueda cuando sea preciso.

En el enclave pastoril grancanario de Pavón, nos encontramos con una importante trasquilá. Media el mes de mayo y es el momento, antes que el calor agobie más a los lanudos animales.

Para la pelá se ha reunido a cerca de cuatrocientas ovejas. Acuden pastores de toda la isla.

Como si de una invasión de aves desconocida se tratase, el tris-tras de las tijeras sofoca el aire con su metálico “chiar”.

Las ovejas van despojándose de su traje invernal, y corren al campo, frescas y aliviadas...

Mientras los hombres se aplican a la pelá, las mujeres, se ocupan de preparar el agasajo. Lo van disponiendo todo con exactitud de relojería. Sirven al detalle, no descansan para que nada falte para cuando los hombres se acerquen a la mesa: ahí estarán ellas, atentas, sin dejarse ver apenas, casi invisibles en su eficacia...

Es momento oportuno para intercambiar noticias, para estrechar lazos familiares y de amistad. Se habla de los pastos en las diversas zonas insulares, pero también podrían tratarse asuntos relacionados con posibles matrimonios entre miembros de diferentes "razas" no siempre próximas, repartidas por toda la isla...

Estas pelás pueden relacionarse también con antiguas luchas de carneros. Los espléndidos machos, al encontrase pelados se desconocen y las peleas, próxima la primavera y época de celo, suelen producirse.

Pero todos estos aspectos lo contaré el próximo domingo…

sábado, 20 de febrero de 2010

* DESDE MI ÓPTICA: A LYDIA DÍAZ

Cabezudita como ella sola, tenaz de naturaleza. Lydia, es mi amiga del alma. Desde que la conocí y, mantuvimos nuestra primera conversación, recien bajadita de Vergara, me gustó su claridad de ideas y su inclinación por la etnografia y el folclore… Nuestros encuentros claro, fueron esporádicos… algunos puntuales en “La Bodega de Julián”, otros en transmisiones donde participaba con su tambor, en esa promesa votiva a la Virgen de Guía, etc.

Hace algún tiempillo, nuestra amistad se estrechó. Me pidió que le aportara algunos articulos para un blog que recién había creado y que necesitaba mi colaboración. Yo, claro, atendí a la amiga… Incluso fui más lejos:  rompi con mi promesa de no escribir de forma continuada, ni hacer publicación de libro alguno… Pero Lydia, ya lo decia al principio es muy tenaz y, también muy capaz… Y me rendí. Desde entonces, día tras día mantengo contacto con ella y cambiamos impresiones sobre el blog… Un blog que camina solito, con mucho trabajo, muchas horas de currele, pero que se tiene la satisfacción de verlo dia a dia, crecer y caminar con paso firme… Esta “criatura”, como ella llama al blog, empezó con la escritura y el apoyo de muchos amigos que se fueron sumando: El Crítico, Juan Dávila, Alejandro Moreno, Juan Carlos Sierra, Sergio Correa, Pedro Izquierdo y yo.

Ahora, Lydia, ha querido ir un poco más lejos. Darle al blog además de su personalidad con la escritura, ponerle voz, sentimiento, alma y corazón. Y un dia, asi como quien no quiere la cosa, me dijo: ¿Qué te parece si en la radio hacemos una prolongación del blog y le damos voz?… Bueno, yo me quedé frío porque cuando ella se empeña... sabia que el blog, de esa idea, terminaria hablando… Yo quiero mucho a Lydia. La apoyo en un montón de inquietudes y me desvivo por hacerlas realidad. Ella, lo sabe y unas veces me censura y otras calla…

Pero esto del blog hablado, me gustó. Era algo distinto, novedoso. Y nos pusimos las pilas. Caminamos por ahí buscando la mejor opción: La radio, Onda Canaria, con Antonio Diaz, nos recibió como al hijo que llega de ultramar y empezamos a hacer los preparativos… Ni Lydia ni yo, habiamos hecho jamás, nada parecido… La Radio, era una cosa nueva… y el jueves pasado, hicimos la presentación. Montamos a las 21horas, en Onda Canaria en el 102.07 de la F.M., nuestro programa y por espacio de 90 minutos que se pasaron volando, hicimos el debut…

Ahora, todos los jueves, estaremos en antena…. Lydia, claro, se apuntó otro millo… ¿Qué rondará por su cabecilla para la próxima ocasión?

ALFREDO AYALA OJEDA

viernes, 19 de febrero de 2010

* DE CUANDO EL BARRANCO SE LLEVÓ EL PUENTE

El alcalde de la ciudad de Guía, Juan García Mateos, oyendo las demandas que le hacían los vecinos de Anzo y la Montaña que siempre que corría en barranco se quedaban incomunicados, consiguió del Cabildo Insular -del cual era presidente Matías Vega Guerra- la construcción de un puente en el cauce del Barranco de Guía.

La obra se inició, encargándose del desarrollo de la misma el albañil guiense maestro Jacobo Roque Santana. La construcción primitiva del mismo se ubicó por debajo del cine Hespérides, donde hoy está situado el paso aéreo que comunica el final de la calle Marques del Muni con el Colegio existente en el antiguo campo de fútbol. La estructura del puente fue tomando forma, consistiendo en tres grandes y gruesas paredes de algo más de tres metros de alto que estaban situadas perpendicularmente al cauce del barranco y hechas con cal y arena, haciéndose evidente la ausencia del cemento y vigas de hierro que según comentaban los expertos que por allí pasaban, lo que motivó que éstos y muchos albañiles y maestros de obras criticaran la falta de consistencia de la obra y su posible desaparición si corría el barranco, así lo auguró maestro Lorenzo Pérez y así sucedió. Recuerdo oírle al mentado maestro Lorenzo, poner en tela de juicio el proyecto de construcción, así como la dudosa reputación del albañil que estaba llevando a cabo la misma, pues parece ser que maestro Jacobo no estaba lo suficientemente cualificado para realizar una obra de tal envergadura.

Aquel invierno se preveía muy lluvioso, pero todo transcurría con normalidad, la estructura “puentil” iba tomando forma, muchos comentaban que el lugar elegido para su edificación no era la más idónea, ya que su orientación dentro del cauce del barranco no ofrecía muchas garantías, dado que cuando corriese el mismo las aguas chocarían de manera frontal contra las tres pilastras edificadas y que éstas no soportarían el empuje y la presión de las mismas.

Al parecer nadie escuchaba estos comentarios que provenían de gente muy preparada en estas lides, puesto que la obra se encontraba bastante avanzada y no era el momento de pararla, rectificando en lo posible su erróneo trazado y ocurrió lo que tenía que ocurrir, los augurios se cumplieron y un día que amaneció bastante desapacible, el barranco corrió con gran intensidad llevando en su caminar miles de asadas de agua y se llevó por delante aquel puente que nunca debió construirse de la forma en que se hizo. El estruendo fue de tal magnitud que se oyó en todo el casco y parte de la periferia de nuestro pueblo, y con ello las ilusiones de los habitantes de Anzo y la Montaña que vieron como tan descomunal desastre les condenaban a tener que seguir sufriendo el aislamiento cuando el barranco corría bien cargado de agua.

Años más tarde, un nuevo proyecto vio la luz, lo que dio lugar a la construcción de un nuevo puente que -como todos saben- se situó paralelamente a la acequia, más conocida como la “madre” que transportaba el agua de Fontanales y servía de fuerza motriz a los molinos existentes en la zona. Creo recordar que el mismo se inauguró un 18 de julio y a la misma asistieron, José García Hernández y Matías Vega Guerra (Gobernador Civil y Presidente del Cabildo, respectivamente). Este nuevo puente sigue en pie después de tantos años y durante décadas han mantenido perfectamente comunicado con el pueblo a los barrios de Anzo y la Montaña. Que yo sepa este puente jamás ha sufrido el más mínimo percance y eso que por debajo de sus dos ojos han circulado millones de metros cúbicos de agua.

JUAN DÁVILA GARCÍA

jueves, 18 de febrero de 2010

* UN HOMENAJE, MÁS QUE MERECIDO

Evidentemente hacerle un homenaje a los Mayordomos de las Fiestas de las Marías de Guía, sería todo un acontecimiento, rememorar cuanto aconteció en el Lomo de Vergara en el año 1811, del cual el próximo 2011 se va a celebrar su 200 aniversario, no puede ser obviado por todos guienses y vecinos de Gáldar y Moya, coparticipes en aquella promesa a la Virgen. La celebración de esa efeméride deberá estar revestida de un boato grandilocuente, donde se enaltezca la dignísima trayectoria de todos los que a lo largo de estos años han tenido el privilegio de haber sido Mayordomos de tan excelsa festividad, quizás una de las más antiguas de Canarias en su formato lúdico, folklórico, etnográfico y religioso, donde Nuestra Señora la Virgen es la protagonista principal de cuanto acontece en este hermoso evento lleno de fe y devoción, y que como el vino ha ido mejorando con el paso de los años.

La tradicional rama con la que se inició esta festividad, cuenta hoy con una Romería cuya relevancia es conocida en todo el ámbito regional, lo que la ha convertido en una de las más celebradas y visitadas del Archipiélago.

Foto realizada por Mar Salvador Díaz

Cuando llegue ese ansiado momento los guienses tenemos que ser conscientes de que tan extraordinario evento deberá estar revestido de todo el boato y el esplendor que el mismo requiere, y todos a una celebremos tan significativa efeméride recordando a los ilustres mayordomos que desde un principio se afanaron en hacer de esta festividad algo grandioso, sin obviar a los que ahora tomando el relevo de aquellos hacen de la Fiestas de las Marías una de las más hermosas y brillantes de cuantas se celebran en Canarias con esa erudita conformación donde reluce lo folklórico y lo religioso. Es el momento más idóneo para agradecer a la Santísima Virgen aquel milagro ocurrido en 1811, donde atendiendo las plegarias y los rezos de unos fervientes devotos hizo que lloviera de manera abundosa lo que motivo que la plaga de cigarras que invadían sus campos se alejaran de los mismos. Por todo ello es imprescindible que nos postremos una vez más ante nuestra Venerada Imagen y le demos las gracias por tan loable acción, y lo hagamos con fe y con todo el fervor que nuestra madre del cielo se merece. Olvidemos por un momento nuestras creencias y sin ningún tipo de reparos digámosle a la Santísima Virgen “gracias por todo cuanto haces por nosotros, tú eres el don más preciado que tenemos en este valle de lágrimas, ayúdanos como lo hiciste con aquellos nuestros antepasados, para que vivamos felices mientras dure nuestra vida terrenal y después concédenos el beneficio de glorificarnos junto a ti y a tu divino hijo, y dale a los mayordomos que partieron hacia el más allá el descanso eterno y a los que todavía hacen posible que se siga celebrando esta fiesta en tu honor, ilumínanos para que así sea”.

Foto realizada por Mar Salvador Díaz

Colaboremos todos y hagamos posible que este homenaje a los Mayordomos de las Marías, tengan esas connotaciones grandilocuentes que merecidamente se han ganado, para que sigan en esa tesitura de darle a la Virgen y a nosotros los guienses esa satisfacción de insospechadas dimensiones, como es la de celebrar todos los años en el mes de septiembre, posiblemente nuestra más querida y emblemática fiesta, algo que nos llenaría de gozo a cuantos desde hace muchos años arribamos a Guía en tan señalado día. Ellos sabrán sin lugar a dudas agradecernos a todos los guienses este reconocimiento tan merecido, y no estaría de más que en tan celebrada efeméride se involucrasen todas las instituciones de la Isla, y participaran en tan magno acontecimiento.

Recordemos y elevemos una sentida oración por los Mayordomos que ya no están entre nosotros, entre otros citar a: Fernando León Díaz, Juan Arencibia Sosa, Gregorio Miranda Santiago, Arturo Esteban García Suárez, Luís Sosa y Sosa, José Jiménez Bolaños, Francisco Benítez y Benítez, Marcelino Díaz y Díaz, Pedro Almeida Díaz, José Moreno Castellano, José Guillén Suárez, Juan Santos Felipe, Crispiniano Rivero y Rivero, Antonio García Falcón, Faustino Suárez Mendoza, Juan Suárez Moreno, Juan Gilva Silva, Matías Delgado Pérez, Juan Santiago Guerra, Blas Saavedra Galván, Salvador Padrón Rodríguez, Blas Fernando Saavedra Ayala, Manuel Quintana y Quintana, Pedro Aguiar García, Juan Moreno y Moreno, Benigno Benítez Gordillo, Anastasio Quintana Díaz, Juan Miguel Pérez Santana, Juan Moreno Falcón, y Juan García Castellano.

Y los actuales que han sabido mantener la tradición a los cuales felicito por ello: Antonio Guillen Melián, Montaña Alta, Nayra, Arminda y Acoraida Moreno Almeida, Palmital Bajo, Juan Moreno García, Casa de Aguiar, José González y González, San Juan-Dehesa, Luis Miguel Arencibia León, ciudad, Juan Isidro Delgado Falcón, Farilaga, Juan Castellano Suárez, Tres Palmas, José Díaz y Díaz, Bascamao, Nicasio Guerra Galván, ciudad, Augusto Álamo Suárez, ciudad, José Hernández Jiménez, Becerril, Augusto García Almeida, Palmital Alto, Francisco Díaz Falcón, La Atalaya, José Miguel Saavedra Ayala, ciudad, Andrés Ignacio Gil García, Desaguaderos, José A. Suárez González, Anzofé, Pedro Moreno Díaz, Verdejo y Jorge Pérez Callero, La Atalaya.
Foto: www.fiestadelasmarias.com

Nuestro agradecimiento para todos, y que ese año 2011, cuando se haga efectivo los 200 años de las festividad y se lleve a cabo el homenaje tan merecido les sirva de acicate a los Mayordomos que por el momento rigen los designios de tan celebrada festividad, para que sigan en ese camino y para que cada año la Fiesta de las Marías siga creciendo cada vez más

JUAN DÁVILA GARCÍA

* NO SE EMITIRÁ LA BODEGA DE JULIÁN ESTE JUEVES

DEBIDO AL TEMPORAL QUE AZOTA A LAS ISLAS EN ESTOS DÍAS, TELEVISIÓN CANARIA OFRECERÁ UN ESPECIAL, EL JUEVES AL TÉRMINO DE SU INFORMATIVO DE LAS 20.30. POR ESE MOTIVO EL PROGRAMA QUE ESTABA PROGRAMADO, DE LA BODEGA DE JULIÁN CON LA INTERVENCIÓN: DE LOS TROVEROS DE ASIETA, FABIOLA SOCAS, JOSÉ MANUEL RAMOS Y BESELCH RODRÍGUEZ QUEDA POSPUESTO PARA EL PRÓXIMO JUEVES DÍA 25.

ALFREDO AYALA OJEDA

miércoles, 17 de febrero de 2010

* DE LA AFINACIÓN DE MAESTRO VICENTE BATISTA

Como sabemos, Maestro Vicente Batista y León ha sido el cuchillero más importante que han dado las Islas Canarias. Sin embargo, lo que en esta ocasión le trae a aquí, nada tiene que ver con su oficio o profesión sino con su verdadera pasión: la música, pues debemos recordar que Maestro Vicente Batista era uno de los pocos que a comienzos del pasado siglo tocaba la guitarra por partitura en esta ciudad de Santa María de Guía.

Maestro Vicente Batista afinando la guitarra (Dibujo realizado por Maruca Marrero)
Archivo particular de Alejandro C. Moreno y Marrero

Maestro Vicente Batista, íntimo amigo de Rafaelito "Pistoleras" (otro personaje muy conocido en la zona), estaba en todos lo tenderetes. Quizá porque sabía tocar la guitarra, lo invitaban a todas y cada una de las celebraciones que en su pueblo natal tenían lugar. De esta manera, se comenta que -en cierta ocasión- estando en una boda comenzó a afinar su instrumento (y venga a comer). Seguía afinando (y comiendo). Todos le preguntaban: “¿maestro Vicente, no va a tocar?”, a lo que él respondía con un “ya voy, no ven que estoy afinando". Continuaba afinando (y comiendo). Pasadas varias horas, aún seguía afinando y le hicieron nuevamente la bendita pregunta, a lo que respondió de la misma forma.

Para abreviar, el caso es que ese día Maestro Vicente Batista nunca llegó a tocar, eso sí "se hartó a comer", convirtiéndose ese pasaje popular en unas de las afinaciones más sabrosamente largas que se recuerdan en este municipio.

ALEJANDRO C. MORENO Y  MARRERO

martes, 16 de febrero de 2010

* UNA BODEGA MUY ESPECIAL

TROVEROS DE ASIETA, FABIOLA SOCAS, JOSE MANUEL RAMOS Y BESELCH RODRÍGUEZ

Hace algún tiempito, se grabó una Bodega de Julián con grupos e intérpretes que no se habían prodigado mucho en este programa. Costó traerlos hasta la bodega porque cada vez que lo intentaba,  uno u otro, estaban comprometidos con actuaciones, grabaciones o preparando algunos temas…

Pero por fin, un día sonó la flauta y aquí estarán este jueves a las 21.15 aproximadamente…

Los Troveros de Asieta, constituyen un grupo de envergadura, de esos que dejan huella… su música, poco o nada tiene que ver con la nuestra tradicional, pero como por aquí, por este fragmentado territorio pasa tanta buena música, el son, los boleros, los joropos, también tienen sus seguidores… y esa es la música que nos ofrecen Los Troveros que además vienen con otros intérpretes de lujo: Fabiola Socas, José Manuel Ramos y Beselch Rodríguez, con su timple…

Es un programa que dista mucho de los que se pueden hacer con grupos como los Sancochos, Verode o aquellos desaparecidos Chincanayros.

Ya saben el jueves, a las 21.15 en Televisión Canaria.
 
ALFREDO AYALA OJEDA

lunes, 15 de febrero de 2010

* ENCUENTRO DE POETAS

El pasado día 12 de Febrero se celebró el III ENCUENTRO POÉTICO SAN VALENTÍN 2010, y fue organizado por Don Isaac. M. Oropea (Escritor y poeta).

Dicho evento se celebró en el Casino De Gáldar. Después de una pequeña introducción realizada por Don Isaac, comenzó el acto, que fue presentado por la Dña. Mónica Ribero, que en todo momento demostró sus dotes artísticas, como se denominó ella misma, actriz de comedia. Supo poner un toque de humor al certamen.

En primer lugar, pudimos disfrutar de una actuación musical a cargo de la pianista y profesora Inma Mendoza.

Seguidamente, una obra de teatro escrita y dirigida por Isaac. M. Oropez, en la cual intervinieron la actriz Lucía González y Alexis Cruz. Titulada, “El amor platónico de un payaso”.

Comenzando el ciclo de recital poético por:

. Juanita Moreno, con la poesía “EN LA ARENA”
. Francis Graciano Galbeño con la poesía “SI ALGÚN DÍA”
. Inés Hernández con la poesía “RESPIRA”
. María Jesús Lozano con la poesía “EL AMOR EN LA EDAD MEDIANA”

Después de esta ronda de poesías, el cantante galdense. Antonio Sosa, nos ofreció dos canciones tituladas “Mazurca de Gáldar” e “Himno al amor” acompañado al piano por Inma Mendoza.

Continuando con otra ronda de recital poético, esta vez por los poetas:

. Yanette Sosa con la poesía “ERES”
. Luis Marrero con la poesía “COMO MI TIERRA”
. Patricia Moreno con la poesía “COMO EL VIENTO”
. Enrich Estremera con la poesía “INVOLUCIÓN DE LAS TRAMPAS”

Al final de la segunda ronda de poesías, pudimos ver la obra de teatro titulada “Enamorada de Neruda”, del escritor Isaac M. Oropez y dirigida por Pascual Ruiz, y representada por la actriz Ani Bermúdez

El último ciclo de recital poético fue realizada por:

. Pedro Callico, con la poesía “EL AMOR”
. Puri López Arellano, con la poesía “DESPERTARME”
. Antonio Bolaños, con la poesía “Y TE DI AMOR”
. Tazarte con la poesía, “MISCELENIA PROPIA”
. Diego Velázquez, con la poesía “SOLEA DEL AMOR GENEROSO” Autor Manuel Benítez Carrasco.

Y el broche final, lo puso la poetisa, Berbel, con sus poesías “El sabor de los verbos de mi boca” y “Para ti, Gino, de parte de Mari Guinchi”

El cierre del acto fue realizado por Isaac. M. Oropez, agradeciendo a las autoridades asistentes al acto y público en general, como a las casas comerciales que patrocinaron y colaboraron con el acto, yo me sumo a esa nota de agradecimiento al técnico de sonido e iluminación Carlos Álamo.

Y le pido o le ruego al señor Isaac M. Oropez a que cuente con este blog para próximos eventos que realice, seria un placer, asistir y publicarlo.

De todos los poetas que asistieron al acto, me gustaría hacer mención a uno en especial, por la amistad que nos une, y con su permiso, publicar una de sus poesías.

POETA: TAZARTE

POESÍA: “MISCELANIA PROPIA”
ESCRITA: AGOSTO DEL 2001

EL CRÍTICO
PARA ENTOCES NOSOTROS

QUE ANIDAMOS LOS TIEMPOS
Y SOMOS SOLO LEVES
RETOQUES DE MIRADA
ALUMBRAREMOS MEMORIAS
DE LAS HORAS ENCAUTADAS
QUE NACEN CON LA ERNA
LOS PASOS Y SUS SOMBRAS
... ESPERANDO DEL OLVIDO
EL REGRESO DE TU TIEMPO
DE UN ESQUELETO VAGO
QUE AVANZA SIN DESCANDO
EL TALLER DE LOS MISTERIOS
QUE LA VIDA RECREA
EN SUS LUNAS OLVIDADAS
EN SU OCULTO ROSTRO AMANECER
LOS SABORES INDONITOS
DE LOS SORBOS DE VIDA
QUE ABANDONAMOS AL PREJUICIO
DE NO SER LO SIDO PROPIO
DE NO ANDAR EL LLANO INMENSO
QUE ANUDA LOS CAMINOS
LLEVANDONOS AL ENCUENTRO
POR POCO QUE NOS MUERA
EXISTIA EN SUS PUPILAS