Todas las
televisiones pudientes, sin excepción, ofrecen terminar el año con las
ya tradicionales campanadas. En la península, desde la Puerta del Sol,
numerosos efectivos humanos y técnicos tienen instaladas sus unidades
móviles con todos los permisos, ensayos, programas y presentadores
designados. Desde hace tiempo, todo está amarrado.
Es, el decir
de muchos, el momento del juicio supremo. Tomarse las uvas, es sagrado.
Y, para la ocasión, con crisis y paro incluido, todo debe estar
meticulosamente estudiado… Incluso se puede decir, que en cada tañido de
campana, el prestigio profesional de los presentadores está en juego.
Los demás, también se la juegan, pero menos. Hace algunos años, mi
compañera Marisa Naranjo, considerada como una de las locutoras punteras
del país, se le encomendó la tremenda responsabilidad de transmitir la
despedida del viejo año y dar entrada al nuevo. Sin embargo, cuando
llegó el momento del montaje, el balcón solicitado por TVE se le había
asignado a otra televisión. Hubo que improvisar y cómo solución al
problema, a Marisa Naranjo la situaron en una habitación interior, sin
visión el exterior y para redondear, el bullicio que había en la calle,
era tremendo. Era, el más difícil todavía. Hizo lo que pudo y la
transmisión resultó un auténtico desatino. Y lo que son las cosas.
Esa desafortunada intervención empañó para siempre su brillante
carrera profesional. Bastaron doce segundos para truncar su profesionalidad.
Hoy, la
lucha sigue siendo la misma. Se rodean las campanadas de lujos y presentadores.
Sin embargo, durante años, continúa siendo televisión Española, a nivel
nacional, la que cuenta con mayor número de seguidores.
Aquí en Las
Islas, las primeras campanadas que fueron transmitidas (1.981) tuve la
fortuna de ser el responsable de producción. Acababa de llegar a
dirigir el centro de producción de programas de TVE, en Canarias Pedro
Macías y eligió al equipo de Canarias Viva, que estaba en la isla de la
Palma, para empezar con la tradición de las campanadas en Canarias. Fue
el locutor Fernando Díaz Cutillas quien llevó a los hogares isleños la
primera felicitación de 1.982.
Treinta años han transcurrido desde entonces. Tres
décadas durante las cuales han ido cambiando el formato de las
transmisiones pero que continúa latente la lucha de dos televisiones públicas
por reinar en audiencia: TVE Canarias, desde el muelle de Santa
Catalina, con un elegante espectáculo a cargo de natación sincronizada
con la campeonísima Paola Tirados y las campanadas presentadas por
Roberto Herrera y Mercedes Ortega. Televisión Canaria, desde
Arrecife en la iglesia de San Ginés, con la presentación Manolo
Vieira, Eloísa González y Yara…
Dos televisiones públicas que, a mi juicio,
deberían, en los tiempos que corren, de crisis y de carencias, unir
fuerzas para economizar en gastos.
¡¡Feliz año a todos!!
ALFREDO AYALA OJEDA