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lunes, 31 de diciembre de 2018

* DE FELICITACIONES…

A mí, como a muchos, a veces se nos va la pinza y buscamos vagos recuerdos del tiempo pasado y nos regocijamos con ese paseo por el ayer cercano. Claro, uno va cumpliendo años, soplando velas y cada vez el más difícil todavía, porque cuando eres un "pollillo" nuevo, con pulmones en su punto eres capaz, hasta de a soplidos, apagar una hoguera de San Juan. Embargo, cuando pasan los años, las fuerzas te van abandonando y te cuesta mucho más hacerle frente a los cumpleaños. La familia, claro, siempre dispuesta a todo, te jalean y te animan para que apagues las velas, pero claro con el tiempo cada vez es menor la respuesta pulmonar…

Por eso, me hizo mucha ilusión que el amigo Expedito Suárez, el taxista que en versos cuentas sus vivencias, me dedicó, cuando cumplía 70 años, esta décima. Hace un lustro del hecho que yo guardo celosamente entre mis pertenencias. Hoy, quiero volver a darle las gracias por engrosar mis recuerdos en la andadura de la vida:

La vida son los peldaños
que al subirlos nos iguala
y subiendo Alfredo Ayala
ya cumplió setenta años.
Aciertos y desengaños
te hacen ver la realidad.
Vive con Felicidad
que lo tienes merecido
y al mismo tiempo te pido
una feliz Navidad.

Y ya para empatar, me recuerdo otro cumpleaños que mereció la atención del poeta silvestre, Juan Vera Chocho, más conocido como Juanito Vera. Los versos están dedicados a un folclorista de excepción Esteban Ramírez de León, que mantuvo viva la llama de la pasión, por las cosas del terruño durante muchas décadas. Los versos, están dedicados a él, con motivo de su cumple y es un repaso al vivir sucesivo:

YA SE QUE VAS A CUMPLIR
LOS AÑOS QUE YO HE CUMPLIDO
PUES VARIAS VECES TE HE OIDO
DECIR QUE HABIAS NACIDO EL 17 DE ABRIL
Y NO VOY A FELICITARTE
PORQUE TENGAS ESA EDAD
LO QUE SI HAGO ES DESEARTE
DE QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS
PUES SI EL VOLVER HACIA ATRÁS
ESTUVIERA DE MI CUENTA
YO DE LOS AÑOS CUMPLIDOS
ME QUITARIA CINCUENTA
PUES CADA VEZ QUE UNO PIENSA
EN AQUELLA JUVENTUD
DE LOS DIEZ A LOS CUARENTA
SE SUFRE UNA INGRATITUD
QUE ES LA EDAD EN LA QUE NO SE PIENSA
SINO EN SALTAR Y CORRER
EN DIVERTIRSE Y COMER
Y CONFORME CON SU AMBIENTE
COSA QUE HOY NO PUEDO HACER
PORQUE, SI CORRO, ME CANSO
SI VOY A SALTAR, NO PUEDO
Y EL PESO QUE LEVANTABA 
NI LO SUSPENDO DEL SUELO
SI VOY ANDANDO Y TROPIEZO
POR HABER MIRADO AL CIELO
ANTES DE MIRAR AL SUELO
DOY EN TIERRA CON MIS HUESOS
ASI QUE, PENSANDO EN ESTE DIA
NO PUEDO FELICITARTE
LO REPITO UNA VEZ MAS
LO QUE SI HAGO ES DESEARTE
DE QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS


Aprovechando estas felicitaciones, ahí les dejo las mías y las de Lydia Díaz que somos los que estamos a punto de cumplir un millón de visitas en el blog que ella dirige.

¡¡¡Feliz año!!!

ALFREDO AYALA OJEDA

miércoles, 26 de diciembre de 2018

* 30 AÑOS DE AQUEL TRISTE 27 DE DICIEMBRE

Reconozco que no es fácil hablar de mi inolvidable amigo Fernando Díaz Cutillas “Nanino” al que durante muchos años me unió trabajo, juergas, penas, alegrías… Hoy, parece que fue ayer y han pasado 30 años, me apetecía escribir unas líneas sobre aquel muchacho joven, galletón, guapo, apuesto, tímido y reservado al que conocí entre corcheras en la piscina de Julio Navarro y con el que compartí 20 años de profesión televisiva (68-88). Son tantos los recuerdos, los momentos vividos y compartidos, que se me hace difícil pasar la memoria, al papel…
Nos lamentábamos que siempre, la cultura, ha sido y es, la hermana pobre… La que se queda a trasmano o se olvida en los presupuestos y la que cobra vida, cuando se avecinan las elecciones.
Aquella párvula TVE que llegó a las islas en febrero 1.964, estaba celosamente controlada por los ojos censores del Delegado de Información y Turismo.
… Memorizo y se me eriza la piel, cuando recuerdo aquel desplazamiento, al entonces Sáhara Español. Concretamente, en el Aaíun, en el Parador, disfrutando del momento de descanso del triste y vergonzante abandono del Sáhara… Tomamos unos tragos de whisky que quizás se prolongaron más de lo debido. Hablamos de los posibles y de las posibilidades, de hacerle frente a una serie, que mantuviera viva la llama de la pasión, por nuestra música.
Las costumbres, las tradiciones, los estilos estaban siendo engullidos por el crecimiento de los pueblos que es donde se destruye la tradición. Trazamos una meta: 25 años hasta la llegada del nuevo siglo… Pero quiso el destino que a mí, por un "quítame allá esas pajas” me enviaran a tierras americanas, para recoger la diáspora isleña… Dos años duró ese recorrido en el que conversé y me documenté con numerosos emigrantes isleños… A mi regreso, me senté nuevamente con Nanino. Yo tenía dibujado el proyecto “Senderos Isleños” pero Nanino, acertadamente, lo pospuso para iniciar la serie “Perfiles Isleños” que se centraba más en la vida y obra de distintos personajes… Quiso el destino que Nanino a mitad de la serie, cuando preparábamos un desplazamiento a la perla de las Antillas para interesarnos por el folclore de ida y vuelta, falleciera…
Noble, poeta temprano, deportista brillante, periodista completo en prensa, radio y televisión, fue también, una grandísima sensibilidad inquieta, de trato exquisito y con un espíritu que no le permitía guardar para sí, tantas inquietudes. Solo tenía la inquietud de rescatar el tesoro folclórico disperso… Y siempre decía que su mayor preocupación era “dar al pueblo lo que es del pueblo”.

Foto: Alfredo Ayala Ojeda y Nanino Díaz Cutillas

Me reconozco uno de esos hombres afortunados en recorrer Canarias, en su compañía…
Pero echando la vista atrás, recuerdo aquellos largos años (veinte) en que estuvimos dentro y fuera de las islas, localizando grupos folclóricos, recabando información  para programas como “Tenderete”, “El Pueblo Canta”, “Canarias Viva” y “Perfiles isleños”, entre otros. Nos producía honda satisfacción el contacto con la gente de diferentes pagos o eruditos en distintas materias.
Juntábamos las noches y los días, entre cánticos y cantinas, viviendo intensamente cada minuto, cada charla, cada copla… La brisa de la emoción se nos destapaba cuando el timple, alborotador, rasgaba la madrugada y el gallo anunciaba con su canto que la vida es lucha. Cada detalle, Nanino, cuidadosamente, con letra de médico de urgencia, anotaba en su maltrecha libreta de bolsillo. A veces, la libreta, repleta, no admitía más apuntes. Entonces acudía a la socorrida servilleta o la cajetilla de cigarros…
Lo recuerdo en plenitud, cuando prolongábamos la noche más de lo debido y las maguas del alba lo invadían… Lo recuerdo, después de 30 años de su fallecimiento, cantando como con voz suave, sentida, acariciadora, aquella isita de salón:
Cuando con dulce embeleso
Al besarte me provocas
Detengo el beso en la boca
Y con el alma te beso.
Afortunadamente, aquellos proyectos que quedaron en las maltrechas libretas, en servilletas, en cajetillas de tabaco, en papel vaso, han quedado celosamente guardados en la Fundación Fernando Díaz Cutillas. Un viejo proyecto que empezó a cimentarse en 1.984 cuando las islas, sin exclusión, le brindaron en los salones del Hotel Santa Catalina, un grandioso homenaje de gratitud…
Pero escribo y considero que ni los caminos, ni los pagos, ni las cantinas, ni por supuestos los cánticos, fueron los mismos…
A veces – ya hace tiempo que no lo hago- pasaba por “El Tampico”, donde había, frente a donde él se sentaba, un cuadro con unos versos que decían más  o menos:

“Paco, no me jodas,
y ponme un whisky con soda"

Yo seguí, apreciado amigo, cultivando y recogiendo nuestras costumbres y tradiciones. Así, entre lágrimas, terminé, junto a Juan Martínez, tu última e inacabada serie “Perfiles Isleños” y, continué, fiel a aquella conversación sahariana, creando y recogiendo, en 63 capítulos, también junto a Juan Martínez una serie galardonada en distintos certámenes y titulada “Senderos Isleños”. Posteriormente, dirigí, junto a Tony Santana, los programas “Tenderete” y “Bolero” y puse en marcha, para Televisión Canaria, la línea de trabajo, programas como “La Bodega de Julián”, “Andar Canarias” y “Fiestas y Romerías”.

Pero tú, eras único Nanino, y no morirás nunca porque solo mueren quienes se olvidan.

Un fuerte abrazo querido amigo.

ALFREDO AYALA OJEDA

viernes, 14 de diciembre de 2018

* EL JUICIO DEL SEÑOR HARAGÁN

El día después de la festividad de Santa Lucía, se celebra, a bombo y platillo, el juicio popular del señor Haragán. Un juicio, a lo sucedido durante todo el año. Un ajuste de cuentas a los desmanes del poder. Una crítica, que se centra en el Haragán que es juzgado en un estrado público y sometido a escarnio. El Haragán, todos los años, está confeccionado por un artesano, de larga andadura en el archipiélago. Artesano de la palma y junco que goza de gran prestigio.

Juan Ramírez, cada año, en el interior de su casa, es el responsable de vestir al odioso personaje. Lo viste y calza para el juicio con un terno azul oscuro, corbata a rayas, chaleco interior, calcetines oscuros, zapatos, primorosamente lustrados y cara de susto para impresionar a los miembros del jurado.

Ya vestido, con apariencia de no haber roto un plato, a las cinco en punto, es subido en unas andas y paseado a lo largo y ancho de distintas calles del casco urbano. Numerosa chiquillería, lo acompaña en su recorrido y en distintos puntos de encuentros, hace clásicas paradas, mientras los habitantes lo abuchean, se burlan de él.  Aparenta estar ajeno a cuanto acontece. Sin embargo, nadie escapa al severo juicio que dicta el pueblo, cuando alguien quiere, con artimañas, aprovecharse de cuanto no le pertenece.

La justicia, es lenta, pero llega. Llega, como todos los días 14 de diciembre… El Haragán, llegado el momento de subirlo al estrado y someterlo a la audiencia pública. Un juicio sumarísimo. Todos los males del año, recaen sobre él y lo señalan como el culpable del empobrecimiento del pueblo.

Hasta no hace mucho, los miembros del jurado eran hombres. Hoy, están repartidos aunque la última vez que acudí a presenciarlo, eran sólo mujeres el juez, el abogado defensor y acusadora y el fiscal.

Antes de comenzar el juicio, se sirve a los asistentes para combatir el frío un riquísimo caldo de gallina que consuela, y mucho, a la vecindad. Después, con la tripa calmada, la Jueza: “JUICIO DEL PUEBLO DE SANTA LUCIA CONTRA EL SEÑOR HARAGÁN POR TODOS LOS MALES QUE HA HECHO AL PUEBLO”.

El juicio, es una auténtica obra de teatro, con risas, atrevimiento y censura por los males del pueblo y el Haragán es el símbolo en que inciden todos los males … Yo, desde este modestísimo blog, solo puedo recomendar que asistan, si quieren vivir un rato distinto, que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los platos fuertes de las fiestas de Santa Lucía.

Es curioso que, aunque el final siempre es el mismo y el Haragán es condenado a la hoguera, el pueblo lo vive con muchísima intensidad.

ALFREDO AYALA OJEDA