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jueves, 21 de febrero de 2019

* CARNAVAL Y TRADICIÓN

Hablar del carnaval, es hacerlo de cómo un pueblo vive y expresa, en gran medida, su personalidad sin trampa ni cartón; libre, gozosamente libre, sin querer parecerse a nadie ni ocultarse ante nadie. 

LA NEGRA TOMASA

En esta libertad para mostrarse radica sin lugar a dudas, la extraordinaria personalidad del carnaval palmero. 

La negra Tomasa, personaje central, encarna aquí la quinta esencia de ese ultramar caribeño, de esa Cuba que aguarda al indiano para hacerle rico y poderoso. La negra Tomasa y su exagerada corte rumbera, supertropical y jacarandosa al límite, llega al Ayuntamiento, en una no menos sofisticada guagua antigua o a pie, rescatada con estupendo acierto, de la casi pérdida de memoria propia de estos tiempos. 

La negra Tomasa llega para mostrar su exuberante vitalidad, su gracia provocadora, su insuperable desparpajo, su increíble, burla burlando, arte del baile y del ritmo más vivo… Llega enfundada, bajo increíbles aceites y alambicados ropajes de suprema parodia: encajes, blondas, pamela increíble… Es la negra Tomasa como la encarnación de un sueño irresistible, el sueño indiano por la supuesta isla de promisión, toda fortuna y felicidad: la Cuba soñada que la negra Tomasa representa este día. 

La negra Tomasa, representa a la negra mulata de sueños prohibidos… retrata una época de esplendor en la isla, que al soco del cultivo de la caña de azúcar, la gente se mezcló con personas venidas a trabajar en La Palma… Así, llegó el ritmo, el color… Por eso, todo lo que baila, gesticula o se contonea la Negra Tomasa, no resulta extraña para los palmeros… 

Es lunes indiano... Y ese lunes esperado, todos somos indianos. El uniforme obligado, de blanco riguroso, pronto va a ser reforzado: este es uno de los exclusivos aportes del carnaval palmero: la interminable, inclemente, incesante hasta el agotamiento, batalla de los polvos de talco. Toda persona, calles, coches… Todo cuanto se ponga o se halle al alcance de los combatientes, se cubrirá hasta el emplasto, con la nube blanca del talco que unos y otros lanzan literalmente en cantidades industriales. 


LOS DIABLETES DE TEGUISE

Teguise, fue la capital de la isla de Lanzarote. Hasta aquí llegaron, en tiempos de la conquista, los Franciscanos a los que les debemos muchas de nuestras tradiciones… Actualmente, “Los Diabletes de Teguise” limitan sus salidas a las fiestas de carnaval. Pero en su origen, “Los Diabletes”, intervenían en otros rituales… Fueron los Franciscanos quienes incorporaron a los diabletes, a las fiestas del Corpus en representación de esa lucha entre el bien y el mal. El bien, era la cruz: el mal, aquellos danzantes. 

La participación de los danzantes en el Corpus se mantuvo hasta 1.772, en que la iglesia los prohibió. Desde ese entonces “Los Diabletes”, una de nuestras joyas folclóricas, quedó como acto del carnaval. Lo mismo ocurrió con otras manifestaciones que estuvieron vinculadas al corpus hasta que la iglesia los apartó… 

Los diabletes, en las confluencias de distintas calles de la Villa de Teguise, lanzan repetidos mugidos y golpean contra el suelo, un pellejo de baifo en forma de bola, atado a un corto palo… La chiquillería y algún otro viejito que añora tiempos idos, que se cruza por el lugar, son acosados de los danzantes que lo acorralan y embisten dando repetidos mugidos, impidiendo continuar su camino… Los chinijos (niños) durante horas aparecen y desaparecen en alocadas carreras, haciendo gala de esquiva para sortear a los diabletes… 

Los Diabletes, aunque su origen no está rigurosamente documentado, hay quien sitúa su procedencia en América o la vecina costa africana, seguramente traído a la isla por algún emigrante establecido en la zona. 

En el ritual que simboliza al macho cabrío, visten los diabletes, traje liso de lona con rombos negros y rojos, en el centro de cada rombo un punto rojo o negro (siempre el rojo terapéutico tiene presencia en las distintas vestimentas). Llevan correaje de la que cuelgan cencerros, que suenan permanentemente como si de un rebaño se tratara. La cabeza del diablete va cubierta con una máscara de toro, de la que sobresalen grandes cuernos y larga lengua roja… Hace algún tiempo, estas caretas eran de macho cabrío, hasta que doña Rosalía Spínola, hace la actual reforma… 

El Carnaval tradicional que enmarcan carneros, buches, diabletes, baifos, polvos de talco, etc., constituyen las más bellas estampas de la tradición popular. En algunas de estas tradiciones, se entremezclan ritos de esclavos negros y moriscos con las existentes creencias aborígenes... 

“LOS BUCHES”

Tenderete, el buque insignia de TVE, en Canarias, había desaparecido de las pantallas de aquellos televisores en blanco y negro. Eran tiempos de prolongados silencios... Tiempos en que calladitos se estaba mejor... Tenderete, no era sospechoso de nada, pero a los ojos del régimen, era culpable de todo...
Poco más tarde, nació un nuevo proyecto: “El Pueblo Canta” un espacio que pretendía meterse en la piel de nuestra gente. Uno de los programas se dedicó a una parranda, que tras dos décadas desaparecida, resurgía gracias a la decisión del dueño de una tienda de ultramarinos: Vicente Guerra...  

La parranda marinera "Los buches", volvía a la actividad y en la organización de los carnavales, por esa época prohibidos en toda España junto a la sociedad Democracia, empezaba a tener gran protagonismo, porque al organizar los fines de fiesta, cuando el vinillo envalentona, la fiesta continuaba en la calle quedando como solapada la prohibición gubernamental de los carnavales... 
La reaparición de Los Buches, significó una valiosa aportación por esa fusión en la vestimenta en que se refleja el hombre de la mar y el campesino, adornada por esa característica careta diseñada por el inolvidable César Manrique. También en sus manos, los danzantes blanden una vejiga o buche de pez malo curtida e hinchada con la que en sus desplazamientos van dando "buchazos", a cuantos se acercan.

LOS CARNEROS DE TIGADAY 

Hoy, “Los Carneros de Tigaday”, gozan de muy buena salud. Tienen sus días grandes, el domingo y el martes de carnaval, en el municipio de La Frontera. 

Recuerdos intensamente vividos que a comienzo de los ochenta, aprovechando que llegaban a televisión Española, unos medios más modernos, recalamos por el Municipio de la Frontera, para recabar modos y maneras de vida en la zona. Corrían los comienzos de los 80 y nos desplazamos hasta allí, para mantener unas largas conversaciones con don Benito Padrón, sobre instrumentos folclóricos de El Hierro, cantos de trabajo, costumbres y tradiciones. También sobre una manifestación que estaba a punto de desaparecer: Los Carneros. Quisimos recrear esos aspectos y el grupo Tejeguate, realizó todos los preparativos para recrearnos con las historias de las correrías de Los Carneros. Durante varios días,  por distintos lugares de la isla estuvimos anunciando el acontecimiento, para que el público arropara la grabación. Allí, el día señalado, apareció el Loco que blandía un machete y en sus alocadas carreras, la fricción del acero contra el asfalto soltaba chispas... Los carneros, perfectamente vestidos con las azaleas, con espectaculares cornamentas, con el tintineo de los cencerros y tiznados con carbón dieron el espectáculo. Sembrando el pánico entre los más jóvenes...



Desde entonces los Carneros se recuperaron y hoy son uno de los números tradicionales del carnaval herreño... El "rebaño", agrupado o en solitario, con aspecto grotesco, corren como alma que lleva el diablo tras la muchedumbre... Topan, embisten, revuelcan, tiznan y dejan con un olor nauseabundo a cuantos se tropiezan aterrados por la calle... 

Recuerdo que estuvimos haciendo una larga investigación para saber cómo y de qué manera. Pero todo resultó inútil. Solo con Benito Padrón y Ramón Padrón pudimos obtener la valiosa información que nos permitió, andando el tiempo, hacer un documental para la serie “Senderos Isleños”, esta antigua costumbre que actualmente ha sido declara BIC. 


LOS “ACHIPENCOS” 


El carnaval, es jolgorio, animación, diversión, desenfado, improvisación y mucho más... Porque no podemos, a nuestra gente , negarle la posibilidad de inventar, imaginar o de soñar... Tal es el caso de “Los Achipencos” artilugio carnavalero hidrodinámico impulsado por energía no contaminante... Para darle forma a un Achipenco, se usan distintos materiales reciclados con el hándicap de que no pueden tener motores que lo impulsen... Este año, se cumple la veintena de aquel párvulo inicio que poco a poco ha ido calando en el corazón de los majoreros y, también en la consideración de fuera de la isla. 

De aquella primera presentación en sociedad en la participaron solo unos pocos Achipencos, cada año se supera y han llegado hasta unos setenta... 

En un local, de la calle León y Castillo, convertido para la ocasión en cabo cañaveral de estos competitivos modelos, se ultima los preparativos para los participantes, en la más disparatada regata del mundo. 

Este año, la tradicional y divertida competición será retransmitida por Televisión Canaria, que se une a la celebración para llevar a todos las imágenes y comentarios de la regata. 

La regata se celebra el primer domingo de carnaval y en caso que, por condiciones adversas, se tenga que suspender se celebrará el martes. 


“MATAR LA CULEBRA” 

Es muy conocida la influencia cubana en nuestros carnavales. Una de las referencias la tenemos en “Los Indianos”. 

Hace años, contacté con Manuel Lorenzo Perera para hacerle frente a distintos aspectos de nuestro folclore y, como no, a esas páginas de folclore poco estudiadas. Solamente, le hice frente a “La Danza del Pámpano Roto”... Me habló el distinguido folclorista, de una tradición que estuvo desaparecida y que, recientemente se ha recuperado: ”Matar la culebra”. Un ritual curioso que se ha venido celebrando gracias al grupo Folclórico del Centro Superior de Educación de La Laguna y que según me contaron y también detalla el folclorista Benito Cabrera, fue introducida en el siglo XIX por Manuel Catalina... 

El Mataculebra, está representada por los negritos y el Mayoral (amo blanco), que blandiendo el látigo propone matar la culebra, en un desfile teatral y musical. 

Una representación simbólica, según Benito Cabrera, del colonialismo y la explotación de los negros, a través de la culebra... Este baile cubano se interpretaba en el día de Reyes y ahora se representa en Carnavales, en el municipio de Puerto de la Cruz.

Son distintas joyas de nuestro carnaval que debemos cuidar y cultivar.

ALFREDO AYALA OJEDA