A Pepe Bolaños, “vaiga” por “delantre” mi más sincera felicitación por el merecido reconocimiento, -en el apartado de folclore-, del Roque Nublo 2.014 con el que anualmente distingue el Cabido Insular de Gran Canaria a distintos personajes que reúnen méritos por un hecho puntual o por una dilatada trayectoria. Y este es el caso de Pepe Bolaños, incombustible, que cuenta con una larguísima trayectoria dentro y fuera de la música folclórica o popular.
Pepe Bolaños, es el “Sanchocho” mayor, el “Viejo tenderetero”, el de la Agrupación Pedro Vega y colaborador de mil grupos isleños. Es, un ardiente enamorado de las cosas del terruño…
Yo, cada vez que lo he ocupado siempre ha estado dispuesto para arrimar el hombro allanándome el camino, con soporte musical y conocimientos, en mis distintos trabajos televisivos. Y eso, claro, no se olvida.
Recuerdo el brillo de ilusión de mi pariente Pepe Ayala cuando allá por el 2.004, me dijo… “Sanchocho” está ensayando y estamos casi a punto de retomar el camino” y tengo grabada en la mente mi respuesta: “desde que estén listos podemos programar en la Bodega de Julián, en San Roque, la reaparición. En fechas próximas tengo previsto grabar en Valsequillo el programa de fin de año. Así que ánimo y los espero.”
Llegó la fecha y allí estaban, tras casi 14 años de ausencia, con Pepe Bolaños a la cabeza. Y reaparecieron después del largo paréntesis. Y volvieron a sonar temas como “La Lucha Canaria”, de Salvador Sánchez Borito, notable luchador que en sus años mozos inventó una ejecución de lucha que sólo él, por su envidiable puesta a punto y flexibilidad, podía ejecutar; “La Erisipela”, retahíla de las curanderas de Telde, escrita y presentada por Mayer; “La Isa de Candidito” o las coplas, en señal de homenaje póstumo, al desaparecido Juan Quintana “El Claca”, “Cambullonero y Malagueñas…
Para esta ocasión, retomo la crónica de este feliz acontecimiento protagonizado por el amigo Pepe Bolaños, hoy justamente distinguido.
Sancocho, como otros tantos, ha pasado por unas situaciones críticas que hablan de lo difícil y complicado que resulta mantener un grupo. Así, en 1992, tras 23 años de éxito, el grupo se disolvió. Pero el amigo Pepe Bolaños luchó sin desmayo para recuperarlo y, a finales del año 2004, reapareció en La Bodega de Julián, para alegrarnos la noche de fin de año y brindarnos una brillante actuación. Había vuelto Sancocho. Había vuelto con renovado entusiasmo y todos los que sentimos y disfrutamos de la música folclórica o popular, nos removimos en nuestro asiento, movidos por el cosquilleo de la emoción.
El grupo Sancocho arrancó su larga andadura allá por los finales de 1969. Eran tiempos en que la “minifalda” invitaba a girar la cabeza para ver a las jovencitas luciendo la breve prenda… tiempos en que en el cruce de la calles Bravo Murillo con León y Castillo, Gregorio, el guardia, subido sobre un alto tacón, dirigía el tráfico con gracia, elegancia y alguna pincelada de humor como, por ejemplo, cuando alguna jovencita hacía amago de cruzar la calle luciendo la revolucionaria “minifalda” y él, enérgico y convincente, paraba el tráfico y convertía en pasarela el paso de peatones facilitándole a ella cruzar y a nosotros el regalo de la vista… o llenaba la quiniela parando aleatoriamente a los conductores, según Dios le daba entender y le preguntaba bolígrafo en mano, al sorprendido chófer: "¿Levante-Las Palmas?". Y el conductor, acongojado, le respondía: "pos ¡X!". Eran tiempos en que el balbuceante turismo llegaba a las islas y disfrutaba de nuestra especial manera de ser… Tiempos en que la malentendida piqueta del progreso la emprendía con el Puente de Palo y Piedra, para robarnos la mirada del barranco Guiniguada… Tiempos en que el profesor Reina se atrevió, -¡tremenda osadía!- a cantar una isa en chino… y tiempos en que los vendedores de periódicos voceaban ¡La Provi!, ¡El Eco! o ¡El Diario de Las Palmas! subiéndose y bajándose de las guaguas haciendo mil piruetas… Pues sí. Con ese panorama que marcaba un antes y un después, nacieron este puñado de “sancochos” que debutaron en las fiestas del Carmen, casi disfrazados de curas por la carencia de vestimenta…
Pero los tiempos pasan y las obras quedan. Y quedan, como acta notarial, como testimonio, el extenso trabajo recogido en distintas grabaciones de este señero grupo grancanario, al que yo felicito y aplaudo por su amplia aportación al enriquecimiento de nuestra cultura.
José Bolaños es su director/fundador. Él, ha dejado su impronta en distintos grupos y repartido sus conocimientos musicales por casi todos los rincones de Gran Canaria. Es un luchador y defensor de “lo nuestro”.
Muchísimas felicidades amigo.
ALFREDO AYALA OJEDA