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domingo, 17 de enero de 2010

* GALLOS DE RIÑA, II PARTE

ALFREDO AYALA: “Si no fuera por las riñas, no existirían estos hermosos ejemplares”

El día 30, comienza la temporada
El gallo procedente del sudeste asiático, desciende de la gallina roja de la jungla, y rápidamente, se extiende por todo el mundo... El hombre, atraído por tan fieros animales, a la vez que desarrolla toda una beneficiosa investigación por la avicultura, aprovecha el instinto de estos vistosos ejemplares, para que defienda su orgullo.

El casteador, dedica toda la vida a un único objetivo: lograr ese gallo invencible con el que todo criador sueña. Pone atención y conocimientos de años, en cada cruce parece que le va la vida en ello... Observa el comportamiento de los jóvenes pollillos desde que rompen el cascarón y pasan a la incubadora... Selecciona, de la camada, lo que estima mejor.

En corto plazo de tiempo, los gallos, sueltos en amplios corrales para que se valgan por sí solos, ganan corpulencia y carácter... Delatan .su conducta en cada giro, en cada movimiento, en cada acción... De esa manera, el casteador que vive por y para el gallo, llega al convencimiento del ejemplar que llevara al reñidero...

El depositario de la confianza del casteador es el gallero. El gallero, nace y se modela con el paso de los años. Es el resultado de un ambiente..., de una observación continua, que aprende de los errores, que se funde con el animal...

Desde que el gallero recibe los gallos, todo un ritual se pone en marcha... Desparasitado, para evitar epidemias... atusado para que el gallo este mas fresco y se le vaya curtiendo la piel...intensas jornadas de entrenamientos... Todo ello encaminado a que el gallo, cuando acuda a la valla esté en las mejores condiciones físicas. Es un proceso que se desarrolla casi en la más absoluta soledad. En la valla, usando un engaño, que el gallero denomina "cachiporra", los gallos adquieren picardía, esquiva, veteranía...

En la casa de gallos, en vísperas del comienzo de la temporada, se procede a la selección de los ejemplares que defenderán al partido. Es el momento de apartar a los gallos adecuados y de descartar a los que no han dado la talla...

Es imposible mantener los gallos, durante toda la temporada de riñas, en perfectas condiciones físicas. Por eso el gallero, cuando alguno está alterado, lo somete a una sesión de relajamiento...

Para ello, dispone unos revolcaderos individuales. Unas jaulas cilíndricas, depositadas en la tierra, en cuyo fondo se extiende una buena capa de estiércol... El gallo, escarba y se revuelca en su afán de encontrar una buena ración de gusanos... Durante la búsqueda, el gallo, picotea, se relaja y olvida su espíritu guerrero...

Viéndolos aquí, revolcándose, distendidos, indiferentes a cuanto les rodea, no dan la impresión de ser esos temibles animales... incluso cuando siente el calor de las manos, el gallo hasta se acurruca en las manos del gallero.

El relajamiento continúa en estos jaulones, en los que los animales quedan expuestos al sol para que se sequen... Si la temperatura es baja, los gallos pasan al salón para evitar enfriamientos. Una vez finalizado el tiempo de relajamiento, el gallero, se esmera en limpiarlos adecuadamente.

Cuando se acerca la hora de la comida, a los gallos se les trata como atletas de alta competición. Además de una dieta muy estricta, reciben una sobrealimentación rica en calcio y vitaminas que el gallero y su ayudante, preparan cada día.

En un recipiente, amasan zanahorias, almendras, huevos, plátanos... y a todo esto se le añaden unas cucharaditas de calcio y unas tazas pequeñas de gofio. Con estos ingredientes se hace una pella que en el argot gallístico se conoce con el nombre de "amasijo".

Fuera del jaulón, sobre los largos mostradores de cinc se sirve, a criterio del gallero, la adecuada ración...

Mientras los gallos devoran con ansiedad el preparado, los observa uno a uno para ver en que estado se encuentran... Por la noche, para entretener, se le suele dar un poco de verde, alfalfa o unos granos de alpiste. El agua nunca falta en estas dos comidas, pero después de que el gallo, tras unas picadas, vira la cola, se le retira...

Mantener esta tradición es muy caro y exige grandes esfuerzos. Los propietarios de las casas de gallos se las ven y se las desean para cubrir los elevados gastos de la crianza y adiestramiento... El coste mensual se acerca al medio millón de pesetas, sin contar comida, medicinas, agua, etc... Casi a título amistoso se logran algunos ingresos por publicidad, poca cosa... Para el criador todo son pérdidas: la única ganancia se cifra en la satisfacción de ver combatir a su gallo y que la victoria le sonría.

El preparador, aunque lo sabe, pasa por la balanza a cada uno de los ejemplares para confirmar su peso. Si alguno no llega, no hay problema; pero si pesara mas de lo debido, el gallero experimentado tiene recursos suficientes para no perder la riña en la báscula.

En las peleas casadas, la diferencia, es de una onza, medida británica que aquí, al cambio, se simplifica con el peso de una vieja perra de cobre o una moneda de veinte duros.

Casteador, gallero y gallo, en un silencio roto sólo por el canto de los animales, anotan el peso de los siete ejemplares que mañana acudirán al reñidero... La tensión del momento se refleja en el semblante del casteador y del gallero.



FOTO: PACO RIVERO-FIESTAS DE SAN SEBASTIÁN EN GUÍA

Cada uno de los siete gallos elegidos para el primer domingo de riñas, es revisado minuciosamente...

A los gallos que cuentan con espuelas propias, se las rebajan y pulen con un papel de lija fino... Después la espuela muy afilada se limpia con limón...

Uno a uno, a los ejemplares que son de "pata rasa", es decir, que no tienen espuelas, se les colocan unas postizas... Esta operación se hace siempre en vísperas de la riña para que el gallo se vaya acostumbrando... Idéntica operación se realiza con todos aquellos que tienen las espuelas en malas condiciones... Un producto casero, hecho por los propios galleros, sirve para pegar las prótesis.

Las espuelas pueden tener entre los 26 y 37 mm.. Esto no significa regla fija para el gallero que es muy libre de colocarle al gallo la medida que crea conveniente.

El empleo de espuelas, agiliza la lucha y la acorta, impidiendo que la riña se prolongue innecesariamente. Las espuelas deciden de forma rápida quién es el ganador de la pelea.

Cada gallero guarda, en una cajita, distintos tipos de espuelas extraídas de gallos ya desaparecidos. Estas prótesis, meticulosamente preparadas, se adaptan a cada uno de los animales que carecen de ellas, pues las espuelas de acero o navajas, están rigurosamente prohibidas en Canarias...

Con el amigo Antonio Hernández, veterano criador, hablé en sus criaderos… recorrimos sus instalaciones y me contó aspectos, para mi desconocidos y me recordó algunos de los mas famosos castios que marcaron época...

"Una vez tuve unos gallos que le llamaban los "vinos tinto" que recorrieron casi todas las islas. Fueron unos gallos bastante buenos que llegaron a pelear hasta cinco o seis en un domingo, en una tanda de siete a pelear hasta cinco y seis y ganar casi todos. Tuve, tuve una época que tuve gallos bastante buenos. Tengo de todo, como todos los casteadores, el que saca gallos, saca buenos y saca malos así que también tengo gallos malos. No voy a echarles flores a todos. Pero sobre todo esa época de los "vinos tinto", fue una época gloriosa para mí. Pero no dejo tampoco de reconocer que tanto Domingo Díaz como don Juan Rodríguez, como Antonio Marrero, Argeo Hernández, todos esos señores sean de Telde sean de Arucas han tenido también muy buenos castíos de gallos. Domingo Díaz, por ejemplo, tuvo unos gallos que le llamaban los "Colas largas" que fueron unos gallos extraordinarios y entre todos ha habido siempre gallos buenos... Don José Hernández López, tenía muy buenos gallos, don José Araña tenían también muy buenos gallos. Eso es así. Cuando le toca a uno tener una raza buena pues la tiene. A lo mejor tiene durante un par de años un acierto y después está otro par de años peleando lo que se sale a ver si liga otra vez o no liga..."
Tras acicalarlos y mecerlos, cada uno pasa a ocupar el jaulón asignado. El animal, nada mas tocar el piso, camina de puntillas y observa detenidamente en lugar donde está. Entonces, marca con sus defecaciones, el territorio. Esta conducta del gallo la aprovecha el gallero para que elimine peso en caso necesario... Si el gallo debe recuperar peso, se le pone un poco de agua para que de unas picaditas.

Los gallos rivales del partido, acuden a la gallera, puntuales a la cita, siguiendo el mismo ritual...

Para evitar infecciones y contagios, los gallos, uno a uno, se limpian, una vez más, cuidadosamente...

El público muestra una gran animación. La gallera vibra con ese calor que solamente se produce al soco de lo auténtico, de lo verdaderamente tradicional y popular, y aunque no son numerosos los aficionados que se dan cita en este primer domingo de riñas, casteadores, preparadores y aficionados, mantienen un ambiente bullicioso y cordial en el que se comentan hazañas gloriosas de otros gallos... de otras épocas.

Pero, ahora, ha llegado el momento de ver confirmadas sus esperanzas o reservas sobre este o aquel ejemplar... de descubrir el gallo revelación, al campeón indiscutible que todo aficionado espera siempre... Todos han venido a aplaudir al mejor y a saborear la victoria del ejemplar que represente a su partido.

El gallero, acompañado del soltador, saca el primer gallo al reñidero... Los rivales, hacen lo mismo... Esta ceremonia protocolaria continúan manteniéndose inalterables...

La báscula valida la igualdad de los gallos...

El gallo luce su alta preparación. Camina acompasado, de puntillas, como si de un boxeador estilista se tratara... El posible campeón está ya en el "templo de la verdad", donde se decide la noche o el día... Porque para el gallo de pelea el reñidero es una frágil línea que separa la vida, de la muerte... él parece saberlo y aceptarlo con una altivez y una valentía sin límites...

Como inicio de la temporada, los aficionados, piden para que las riñas, en general, sean buenas... También, es el momento de recuerdos para galleros fallecidos...

El público espera que su ejemplar se alce con la victoria... Los rostros de los aficionados que rodean la valla son el espejo donde se reflejan todos los pormenores, de las riñas. Se diría que los gallos luchan también dentro del corazón de cada aficionado.



Los soltadores de uno y otro partido miden los gallos en la pesa... Los encaran... lucen ambos ejemplares su arrogancia y en los continuos revuelos se confunden los colores... Buscan con sus picos fijar el objetivo para clavar sus afiladas espuelas.... Ningún aficionado pestañea para no perder detalle de la riña... Unas riñas suelen ser largas... otras, como en este caso, duran poco menos de un minuto...

Viendo el coraje que desarrollan en la lucha estos gallos, recordamos la cita histórica del general ateniense Temístocles que, ante de la batalla de Salamina, dirigió una alocución destinada a alentar el valor de sus huestes les pregunto si estaban dispuestos a imitar, en defensa de su patria, el encarnizamiento de aquellos gallos, que en la soledad del monte, luchaban a muerte sólo por el placer de vencer.

Volviendo a la realidad del reñidero las peleas de gallos, desde siempre, han despertado sentimientos encontrados. De un lado, la condena que hacen los defensores de los animales; de otro los aficionados que siguen con auténtica devoción el dictado de la costumbre...

Atrás quedaron para el recuerdo aquellos históricos recintos de la calle Santa Bárbara, en la antigua y señorial Vegueta, el solar donde hoy está construido el Cabildo Insular de Gran Canaria, el Circo Cuyas, el Viejo Campo España, el Nuevo Campo España, en Shamann o el campo de fútbol “Pepe Gonçálvez”.

Actualmente, aunque las peleas de gallos no gozan del clamor popular de antaño, podemos decir que galleros y seguidores, cuentan, desde 1.980, con un recinto adecuado para celebrar la temporada de riñas. De esa manera, se ha dado respuesta a la reiterada petición de la amplia familia gallística.

Hoy, las riñas de gallos, costumbre heredada de los ingleses constituyen una de las más antiguas tradiciones de Canarias.

ALFREDO AYALA OJEDA

9 comentarios:

  1. No tengo afición por las peleas de gallo,pero no cabe duda que lo que cuenta sobre ellos es un magnifico trabajo,como todos los que he leido Sr.Ayala.
    felicidades.

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  2. Querida Mercedes, yo nunca me había preocupado por este tema, pero de la mano de Alfredo Ayala, estuve hace unos días en una casa de gallos, y para mí todo ha cambiado, ahora conozco algo más y es sumamente exitante, por mi experiencia puedo contar que al entrar tuve una sensación extraña, era como estar en otro mundo, que nada tiene que ver con el actual. Hablar con el gallero, saber cual es su trabajo, como mima a sus gallos, como los conoce... le pedí que me dejara tocar uno, era suave y estaba tranquilo luego tuve la oportunidad de cogerlo en mis manos y sentir su calor,(casi quemaba) y por supuesto, le tenía respeto, porque al ver a estos animales con esas espuelas, esos picos, por lo menos a mi me asustaba, llegué a mecerlo y tal y como dice el gallero pude comprobar que los gallos son nobles, siempre y cuando no se les ataque. Para ver cual era su reacción lo puso al lado de otro y ese gallo cambió por completo, es como si dijera "aquí estoy yo y voy a demostrar quién soy, y de qué soy capaz", el gallero lo volvió a coger y se quedó tranquilito. Vi las jaulas, donde los gallos "hacen pata" se ejercitan, es hasta divertido ver como, si un gallo camina los otros hacen exáctamente lo mismo, el gallero los conoce de tal forma que iba diciendo cuáles iban a ser sus movimientos, y en efecto no falló en nada. También pude ver esos jaulones de los que habla Alfredo, para que se relajen, con esos agujeros que ellos mismos hacen en el suelo y dónde se entierran, también tienen un columpio, en el cual al subir deben tener un equilibrio perfecto, ya que suben en vertical y cuesta mucho, el gallero nos dijo, en cuanto suba, cantará y así fue. Parecía que el gallo, nos estaba diciendo... ¡¡lo conseguí!!...
    Es una experiencia inolvidable, por la que le doy las gracias a Alfredo Ayala, por haber contado conmigo.

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  3. Hola amigas... Efectivamente, los gallos, ya lo decía en la entrada, no entienden la vida sin lucha. Recuerdo que, cuando empecé con esta recopilación de datos para hacer los dos capítulos me entusiasmó el ambiente que se respiraba en torno a los gallos... Mi primera experiencia fue la de soltar en un descampado, a una distancia prudencial, a dos gallos... uno en cada extremo... poco a poco el canto los iba acercando hasta que llegó el momento en que se encontraron frente a frente... la lucha estaba servida...Entendi en ese instante que el gallo de riña está al servicio de esa delgada línea que separa la vida de la muerte...
    Amiga Mercedes, gracias por leerme y por tu piropo y Lydia, fue un placer acompañarte hasta la casa de gallos que es, precisamente, donde se entiende esta tradición que es una de las más antiguas de Canarias.

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  4. Amigo Alfredo, fui un gran aficionado a las peleas de gallos, mi padre y un amigo suyo de Guía, Juan Guerra, tenían en la finca de este algunas aves de esta raza de gallos ingleses, fueron unos buenos casteadores, y formaron ambos parte de un equipo muy conocido en el noroeste denominado Doble-G, por lo de Guía y Gáldar, que presidía Amable Rodríguez padre. Recuerdo que en el año 1950 un pariente nuestro, que residía en Cuba llamado Nicasio Álamo tío de Nestor, le trajo a mi padre una gallina guinea, y la cruzaron con un buen gallo de los que ellos tenían, uno de los descendientes de este cruce salio patarraza, pero así y todo gano infinidad de pelea, cuando lo retiraron de las vallas lo cruzaron con varias gallinas obteniendo así uno ejemplares valiosisimos. Hace algún tiempo publique un trabajo titulado, Las peleas de Gallos en el Noroeste, que tuvo una gran aceptación. Me gustaría cambiar imopresiones sobre este tema contigo un abrazo - Juan Dávila.-

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  5. Amigo Juan, me alegra hablar en el mismo idioma... de todas formas si debo decirle que me costó muchísimo familiarizarme con el ambiente que envuelve al mundo de los gallos... para ello tuve charlas con galleros, casteadores, aficionados... y mis buenos libracos sobre el tema y su historia...incluso llegué a leer semejante disparate que los gallos, en la Casa de los Coroneles en Fuerteventura fue donde primero celebraron riñas... no cabe duda que el marco de la Casa de los Coroneles es precioso, pero de ahí a que los gallos riñeran en su interior y traidos por un señor que se llama Tres Guerras, me pareció increible... y ante la duda, pues deseché el dato...
    Amigo Juan, sin embargo me gusta por la mañana echarme unas risas con los temas esos curiosos y anecdóticos de situaciones sucedidas en el nororeste de la isla de Gran Canaria...

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  6. Mi querido Alfredo,

    Leer uno de tus relatos es como sumergirse en un buen libro que te engancha y ya no puedes dejar de leer... y cuando terminas, te quedas con ganas de haber estado ahí... de saber más... o de querer entender por qué no se hacen más cosas para que no caiga nuestra tradición en saco roto. Menos mal, que hay personas como tú...

    Gracias por tu asesoramiento, tu ayuda y tu apoyo, me ha servido de mucho para realizar mi reportaje a cerca de las Riñas de Gallos, que se emitirá en los próximos días en el programa "Buenos Días Canarias" (TVC). Ha sido todo un mundo a descubrir para mí. Suerte de esta profesión que te acerca a lo desconocido y puedes vivirlo en primera línea. Por lo mismo, mi percepción de este deporte-afición tradicional ha cambiado rotundamente. Me ha sorprendido de manera muy grata el cuidado y la entrega hacia este animal, este "gladiador emplumado" como tú lo has llamado, del que, probablemente, haya que agradecer a los casteadores que no se haya extinguido su especie.

    Sigue trabajando en esa línea, eres como un juglar moderno que transmite nuestras tradiciones y que a muchos cautivas con tus historias como si estuviéramos sentados a la luz de una hoguera, aunque en este caso, al destello de una pantalla de ordenador...

    Gracias nuevamente y muchos besos...

    Nayra Collado

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  7. Esa hoguera, amiga Nayra, ya está prendida porque hablando con el amigo Juan Dávila, de sus amplios conocimientos sobre un montón de temas en los que siempre es grato ahondar, nos hemos puesto de acuerdo, con mi amiga Lydia Diaz (directora de este blog), para sentarnos y hablar de gallos y música en la zona del noroeste de Gran Canaria..
    Así que estás invitada a esta tertulia de amigos...
    Gracias amiga, por tu sensibilidad.

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  8. Esta semana, por lo visto, es tema obligado hablar de gallos de riñas… digo esto porque hace unos días, en Castellón, se desmanteló una organización que dopaban a los gallos para que fueran más agresivos en sus enfrentamientos… además a los gallos les ponían todo tipo de espuelas para que la lucha fuera más rápida…
    Los animales, hiperestimulados por distintas soluciones inyectadas, se enfrentaban a muerte y se apostaban grandes cantidades de dinero…
    Los detenidos fueron 16 y la policía desmanteló estas instalaciones que contaban con una nave en la que se orquestaban las timbas, con fichas de apuestas y con capacidad para un centenar de personas...
    Durante el registro se recuperaron 24 animales, 52.000€

    Nada tiene que ver estas peleas ilegales con las que se celebran en Canarias que están perfectamente legalizadas y que, precisamente, para cuantos quieran presenciarlas, tendrán lugar Las Huesas, en Telde. El comienzo de la temporada está fechado para el día 30 de enero

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  9. SERGIO RUIZ TRUJILLO15 de mayo de 2013, 11:29

    Muchas gracias Sr. Ayala aunque no tengo el gusto de conocerlo le agradezco en el alma k con la ayuda de gente como usted se valore y conozcan los verdaderos valores de esta honorable tradición canaria

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