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miércoles, 30 de octubre de 2013

* EL FELIZ ALUMBRAMIENTO DE "TARA"

“Tara”, amaneció tan incómoda como nosotros expectantes… Anoche, con la fresquita, Tene la sacó de paseo dejándola que, a su ritmo, caminara por los alrededores del diseminado pago de Ingenio Blanco… Yo, sentadito en un viejo pilar comunal que calmó la sed de los propios del lugar allá por los años cincuenta del pasado siglo, mecía recuerdos de anteriores encuentros con estos poderosos perros de presa y largas conversas con viejos perreros… 

Muchas han sido las ocasiones en las que, con Juanito “el del Pozo”, “El Guarda” de Firgas, o “Panchito”, estiré las tardes enfrascado en el apasionante tema que envuelven a uno de nuestros símbolos: El Perro de Presa Canario. Muchas veces, hablé con ellos sobre el comportamiento de estos animales en vísperas o en el momento en que empiezan a alumbrar sus cachorrillos… Pero unos y otros rara vez coinciden en sus apreciaciones haciendo bueno el viejo refrán “cada maestrillo tiene su librillo”. Sin embargo, los viejos perreros, suelen coincidir tanto en el trato como en el cuido que hay prestarle cuando está próximo el ansiado momento del parto. 


En vísperas del alumbramiento se producen cambios y se establecen una serie de reglas que dictan por un lado la experiencia y por otro el sentido común…

Tene y su padre, Carmelo, le han preparado a “Tara” un apartado lugar y le han dispuesto una cómoda cama que será el paritorio donde la camada recibirá las primeras luces del día. Tara, tempranito y al oscurecer, sale a pasear… Tene, camina lento… su andar es pausado, casi ceremonioso. En esos momentos todos los sentidos se agudizan por si aparece un gato y despierta la codicia del animal… Hay, en esos momentos miradas cómplices y muchísima ternura en el trato… Ambos saben que son momentos delicados y procuran evitar cualquier sobresalto… Tene procura que la perrita, mermada por su estado, que campee a su aire, pero sin quitarle ojo de encima…

Terminado el paseo la devuelve a su celda dándole la ración correspondiente de comida y agua… También, un viejo periódico hecho tiras que ella va recogiendo y situándolo en su cama a modo de nido… La celda, en penumbra para que disfrute de la intimidad… Tene, con la ventana de su casa abierta de par en par, está siempre atento...

Mientras caía la noche, Tene, me comentaba que era el día indicado. “he llevado la cuenta como los viejos tenderos”. Así, para no errar en la cuenta, a medida que iban pasando los días, los tachaba en el almanaque con un X. Ya se cumplen los 63 días de gestación. Mañana, si todo sale bien, empezará el alumbramiento…

Amanecía... Los primeros gemidos quebraban el silencio… Tara, poco a poco iba alumbrando a sus cachorrillos y Tene, emocionado, grabó el mágico momento y no pudo resistir la tentación de publicitarlo en Facebook… 

Durante largo rato estuve observando una y otra vez las imágenes… Cuatro han nacido de momento… Son negros como su madre… Es sin duda el milagro de la vida…

ALFREDO AYALA OJEDA

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tan bonitas palabras, que solo han dejado escrito la pura realidad, solo decirte que después de más de 50 horas de parto, tiene 6 cachorritos, de los cuales 5 son negros y uno atigrado a ver si todo continua con buen paso.

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