En un humilde portal
en Belén de Galilea
empezó una gran tarea
de repercusión mundial.
Nuestro Padre Celestial nos llenó de regocijo
pues para darnos cobijo
y librarnos del pecado
con amor desmesurado
nos mandó a su propio hijo.
Pasaron noches y días
hasta que por fin nació
y en Belén se celebró
la llegada de El Mesías.
Vino a espantar agonías
y a endulzar los sinsabores.
No le rindieron honores
ni lo trataron de Alteza
ni tuvo la gran riqueza
de grandes emperadores
Como pájaros cantores
que cantan con gran delicia
divulgaron la noticia
ángeles anunciadores.
Unos humildes pastores
quisieron agasajarlo.
Todos fueron a besarlo
a llevarle unos presentes
y de pueblos diferentes
se acercan para adorarlo.
Desde el adulto hasta el niño
los hombres y las mujeres
le regalaron enseres
como muestra de cariño.
José les lanzaba un guiño
conteniendo su alegría.
El propio José sabía
que entre la mula y el buey
vino al mundo un nuevo Rey
siendo su madre María
Una noche limpia y bella
en un agradable ambiente
llegaron desde el Oriente
tres reyes tras una estrella.
Les causó profunda huella
el Dios que en el portal vieron
Fue tanto lo que sintieron
que allí les creció la fe
oro, incienso y mirra fue
lo que al niño le ofrecieron.
Aunque naciera en Belén
pudo haber sido italiano
holandés o colombiano
de África o de Boriquén;
pudo haber sido también
del mimísimo Japón.
Poco importa la nación
mientras que con gran cariño
consigamos que ese niño
nazca en nuestro corazón.
EXPEDITO SUÁREZ SUÁREZ
Esto de los "Recortes", gubernamentales va cuesta abajo y sin frenos. También, Su Santidad emplea su eclesiástico "recorte" dejándonos casi en pelotas el portal de Belén, sin buey y sin burro y tres Reyes Magos empadronados en Andalucía. Afortunadamente, el amigo Expedito, de manera espléndida, tierna y sentida, nos regala estas décimas a la Natividad que las he disfrutado como un auténtico regalo.
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