Hace algunos años, allá por 1.967, estaba totalmente dedicado a mi deporte favorito: La Lucha Canaria. Escribía para el periódico El Eco de Canarias.
En la época a la que me refiero, dediqué espacios especiales a figuras legendarias del viril deporte. Así tuve ocasión de estar mano a mano, con hombres como el Viejo Camurria, Faro de Maspalomas, Abel Cárdenes, Tino Diepa, Orlando Sánchez, Alfredo Martin "el Palmero” Manuel Marrero "Pollo de Buen Lugar". Una de esta serie de entrevistas se la hice a Domingo Mederos “El pollo de Galdar”, en su casa de la calle Maninidra, a juicio de muchos el mejor luchador de todos los tiempos…
Hoy, en el blog de Lydia Díaz, voy a reproducirla…
DOMINGO MEDEROS (POLLO DE GÁLDAR), QUE FUE CAMPEÓN DE CANARIAS LE GANÓ EL TÍTULO AL P. DE LAS CANTERAS Y LO PERDIÓ CON EL FARO DE MASPALOMAS.
Domingo Mederos (Pollo de Gáldar), es una de las grandes figuras y más famosas de la lucha canaria de todos los tiempos, que lo mismo en Las Palmas que en Tenerife y otras islas, dejó constancia de una calidad técnica y fortaleza nada comunes. Esas facultades precisamente le llevaron a conquistar el título de campeón de Canarias al vencer al Pollo de Las Canteras en la vecina isla, en desafío que ganó por 3-0; pero más tarde, la joven pujanza y superior fortaleza del Faro de Maspalomas le dejó sin fajín, aunque todavía le sobraron fuerzas y calidad para seguir plantado en los terreros con toda dignidad.
Para que Domingo Mederos nos contara algo de lo mucho que fue en la lucha hemos ido a Gáldar y el que fuera famoso luchador hoy persona querida y respetada, nos atendió con toda amabilidad. Veamos:
PRIMEROS PASOS EN LOS TERREROS:
La lucha Canaria entró en mí desde muy pequeñín. Creo que influyó en gran parte el que no se practicara otro deporte con tanta dedicación como este. También gran “culpable” de que me metiera en los terreros fue Pepe Ojeda, notable luchador de mi época y del cual yo soy discípulo, aunque valgan verdades, el piso fue el último que dio su voto para que me dedicara de lleno al vernáculo deporte.
Así empezó Domingo Mederos a contarnos su historia. Luego siguió:
Empecé a luchar a los 17 años agarrando mano abajo, aunque después los compañeros decidieron que practicara mano arriba, o sea, los dos estilos para estar al día en relación con Tenerife y Las Palmas que como se sabe en las islas se lucha de formas diferentes. Yo luchaba mejor mano abajo para el público. Si los contrarios eran pequeños, porque hacía más filigranas y porque trabajaba con más soltura, de forma que si entraba por burra se aflojaba para rematarle de traspiés, pero si por el contrario los rivales eran pequeños entonces era más eficaz la otra mano, porque oprimía los contrarios. Aquí en Gáldar cuando empecé a luchar hacía mis cosillas y por el contrario cuando fui por primera vez a Las Palmas tiré a uno y después me tiraron a mí y fue Guerra (cuñado de los Gatos). En ese entonces yo no era conocido en la capital. Mis luchas favoritas, la lucha según se presenta el contrario, pero la mayor virtud mía, era sin lugar a dudas la posición, porque hoy se sale al terrero sin posición y eso es lo primero que se debe aprender para salir a luchar. La posición mía era como los boxeadores, guardando al contrario siempre. Una pierna haciendo retaguardia y la otra de emparejamiento. Quizás sea por eso por lo que el Calero y yo hacíamos las frecuentes “barridas” en Tenerife, porque la lucha no tiene otro secreto que la colaboración. Esos son los cimientos del buen luchador. Mi luchador ideal en aquella época era el Calero, también el hombre más admiraba porque como entrenábamos juntos y teníamos las misma luchas, él me servía de espejo para que yo corrigiera algunos defectos o viceversa, aunque considero que él para hombres pequeños era más seguro que yo. Después, Cristóbal Ramos.
DOMINGO MEDEROS, EL TERROR DE LO TERREROS
Domingo Mederos me sigue contando su vida.
Los rivales más difíciles míos fueron Pelota y Vicente Cabrera, aunque no hay que olvidar al Faro de Maspalomas, que fue el que me hizo retirar en una agarrada. Todo ocurrió así: Agarramos el primer desafío y yo gané por 3-1. Vino el segundo y yo estaba averiado con la pierna rota, pues me faltaba el menisco y el Faro quiso pegar, mano arriba, después que yo estaba adaptado a la mano abajo. Agarramos y me venció, aunque yo siempre le eché la culpa a dos cosas: una que el Faro me había estudiado, y la otra a que yo no estaba preparado para agarrar a mano metida, aunque la realidad fue que él me venció.
¿Cuáles eran los luchadores más destacados de entonces?
Entre los luchadores más destacados en aquella época se contaban Juan Pedro Delgado y Cristóbal Ramos. Pero de todas formas, creo que mis mejores actuaciones siempre fueron en la vecina isla. Allí me querían y me quieren mucho y con bastante frecuencia me invitan a pasarme unos días en Tenerife. Todo ello se lo debo a mi nobleza deportiva y a que me gustaba darle gusto al público, porque yo si llevaba una lucha hecha la aflojaba y los tiraba por otra con el solo fin de que cuando el público fuera a las agarradas gozara como debe ser. Pero el contrario más difícil que me tropecé allí fue Domingo Pérez Abreu y el público que nos admiraba a los dos nos dejaba solos y nos catalogó como dos completos caballeros.
¿Cómo era Pérez Abreu?
Era un hombre que tiraba muy bien de cadera y de burra y tenía una virtud sobre mí, que era su perfecto dominio de las caderas de derecha y de izquierda.
¿Cuál fue la mejor época de Mederos?
Fue también en Tenerife, me proclamé campeón de Canarias. El rival fue el Pollo de Las Canteras y en el desafío a 5 luchas no me dio ninguna. Esa fue mi mejor época.
¿Quién fue en realidad el Pollo de Gáldar?
Siempre ha sido del conocimiento general que en Gáldar hubieron dos “Pollos”, Cristóbal Ramos y yo. A mi juicio creo que fui yo el que merecí el galardón, pero gran parte de la culpa de este malentendido fue un comentario de la Prensa ya que se le ocurrió a un redactor poner el Pollo de Gáldar a Cristóbal Ramos. Con ese motivo el público dijo que nosotros habíamos tenido un desafío. En realidad, ninguno de los dos llegó a alzarse con el triunfo, y todo ocurrió en un terrero de los dos llegó a alzarse con el triunfo, y todo ocurrió en un terrero de los normales, donde siempre nos entrenábamos juntos. Después fuimos muy buenos amigos y varias veces Cristóbal llegó a decir que si yo no luchaba él tampoco lo haría. También es verdad que casi llegamos a las manos, pero un viejo aficionado a las luchas lo impidió, por lo que todo quedó en tablas. Y cómo dice el refrán de que los mejores amigos se hacen peleando, a nosotros nos ocurrió esos y hoy somos inseparables.
EL POLLO DE GALDAR ENJUICIA A LOS LUCHADORES QUE HA VISTO EN LOS TERREROS.
¿Fue el Palmero el mejor luchador de todos los tiempos?
Siempre se ha oído decir que el Palmero ha sido el mejor luchador de todos los tiempos. Quizás se tenga razón en esto si miramos a Alfredo como luchador genial, muy vistoso para el público y de unos recursos extraordinarios, llenos de inspiración luchística. A ello no le quito mérito ninguno a no ser lo defectuoso de su posición. Por cierto, que en una entrevista que usted le hizo al Palmero, él mencionó a su hermano Juan Primera. Ese sí fue un gran luchador. Hombre de gran poder, igual que su hermano, en luchas entre los dos uno cualquiera podría ser el mejor luchador que he visto pero como Juan luchó muy poco tiempo, Alfredo destacó más y fue más popular. Oí el otro día un comentario de que el Pollo de Uga fue mejor luchador que el Palmero. En eso no estoy de acuerdo, porque el Palmero era un luchador de arte y el Pollo de Uga de fuerza y con dominio de caderas.
¿Y de sus “barridas” en los terreros?
Varias veces me desplacé a Tenerife con un medio equipo y hacía mis “barridas” y otra iba a reforzar a La Laguna porque el Pollo de Las Canteras se encontraba enfermo o cosas por el estilo. Entre los vencidos figuraban hombres muy fuertes como Luis Pagés, Pollo de Tegueste y Camurrita. Este luchador ya por último me estaba resultando atravesado en Tenerife y en Las Palmas seguía siendo maestro Pepe el Faro el enemigo más difícil para mí, pues a él atribuyó la lesión que decidió mi retirada de los terreros. Pero aún lesionado y todo hacía mis barriditas. En cierta ocasión fui a Lanzarote con un grupo de viejos. Uno de ellos, precisamente sufría ataques de asma y hacía el viaje para ver si se aliviaba. Estando allí decidí concertar un encuentro. Nos metimos en la imprenta para hacer los programas. El texto era sencillo pero atractivo “Un solo hombre de Las Palmas desafía a toda la isla”, pero entonces surgió lo imprevisto: pasó un desconocido y me dijo que era fea la frase que ponía y me indicó que en el cuartel había un sargento de Gáldar. “Le dices que te dé unos soldados y compones tu equipo”. Así lo hice, junté los viejos y los soldados y ganamos los dos días seguidos que duró la excursión.
MÁS ENFRENTAMIENTOS CON EL FARO DE MASPALOMAS
¿Cómo fueron sus encuentros con el Faro de Maspalomas?
Somos Maestro Pepe—así lo llamábamos cariñosamente—y yo, de dos épocas distintas porque yo contaba con siete años más que él. Eso por un lado y por otro, él tenía un poder fuera de serie. Pero la primera vez que nos enfrentamos en el “Goncalvez” yo lo tiré a lucha corrida, luego sostuvimos un desafío y también le vencí. Después en el Teatro de Gáldar volvimos a enfrentarnos. Yo no estaba en buen momento y cuando vi que me iba a tirar no le salí y me di por caído cuando íbamos 2-1. Después agarramos otro desafío y él me dio las tras seguidas y me tiró en luchas corridas. O sea, que de los dos enfrentamientos que sostuvimos puede decirse que los triunfos fueron parejos.
Domingo Mederos, continúa: Cuando yo le gané el desafío al Faro ocurrió un hecho curioso, que no se oye hoy por ningún lado. “El Faro” es mucho más grande de estatura que yo por eso mismo cogí un hombre en Gáldar que tuviera más o menos las misma medidas que la Fortaleza del Sur. Ese hombre era Vicente Vega. Mi cuerpo a medida que agarraba con él se fue adaptando mejor en cada pechada hasta que por fin vino el enfrentamiento. Valgan verdades, pocos creían que yo en los entrenamientos sacara algo positivo de las agarradas con el “sparring”, pero cuando vieron al Faro en el piso. Fue cuando torcieron el brazo y vieron que la razón la tenía yo.
Amigo Mederos, usted a lo largo de esta charla me ha ido contando una a una las formas de lucha de cada contrario con los que había sostenido una agarrada y es por ese motivo por lo que quisiera que usted poniendo una condición de todos los luchadores que usted ha visto me haga el luchador ideal ¿sería capaz de componérmelo?
Sí, vaya apuntando… Para hacer un buen luchador tiene que reunir estas condiciones: Fortaleza, arte, genialidad, ataque, defensa, buena planta, preparación física, amor a nuestro deporte y colocación. Ahora bien, los luchadores de los cuales se podría sacar una de esas condiciones serían: Faro de Maspalomas, Camurrita, Palmero, Carampin, Matoso Araña, Manuel Marrero, Camurrita y…
Domingo Mederos, ¿no?
Pues, sí.
ANÉCDOTA
Una anécdota
Una tarde salimos para Tenerife a luchar contra la vecina isla. Partíamos cuatro de aquí, entre ellos se contaban el Faro de Maspalomas, Manuel Marrero, El Calero y yo. En la primera agarrada nos pusieron a todos en el suelo. El Pollo de Las Canteras y Camurria habías sido los más destacados de la luchada. Cuando terminó me dirigí a mis tristes compañeros y les dije: “Esta noche no hay quien duerma aquí” ¿Cómo? Replicaron ellos. Lo que oyen, esta noche nos vamos de juerga”. Manuel Marrero y el Faro se quedaron en la pensión y el Calero y yo salimos de parranda y no nos acostamos hasta que terminó la lucha. Por cierto que en ella El Faro y Marrero pisaron el piso y Calero y yo “barrimos” por todos. Después nos tocó echarles el sermón: "¿No les da vergüenza que un par de viejos les tengan que hacer su trabajo…?"
Y eso suele ocurrir algunas veces pero no se debe hacer nunca porque el cuerpo está mal, desmadejado, y los nervios en tensión y si de eso nos valemos nosotros para vencer a los tinerfeños, no es ni aconsejable ni admisible.
ALFREDO AYALA OJEDA
No hay que olvidarse de Ignacio Tacoronte "El Calero", que no sé si sabes que ya tiene su merecida calle en Nido Cuervo-Gáldar, aprobada en tiempos de Demetrio Suárez como alcalde. Se inauguró el pasado año en las Fiestas del Carmen. Tengo entrevistas tanto con Domingo Mederos como El Calero, que en aquella época no eran nada uno sin el otro, según ellos mismos. Un día te mando los artículos publicados en "El Eco de Canarias"
ResponderEliminarMe alegro mucho que Lalo tenga una calle en Nido Cuervo. Lo sabía, porque entre otras cosas, en mis artículos, siempre dejo constancia de mi pasión por la Lucha Canaria. También, en lo escrito hablo de distintos luchadores (la relación de mis entrevistas es mucho más amplia). Sin embargo, nunca podré entender la cabezonería de no ponerle el nombre del "campeonísimo" Domingo Mederos "Pollo de Gáldar", al terrero de luchas de Gáldar. Lalo fue un luchador envidiable que gozó de las mejores críticas y sus actuaciones fueron elogiosas, pero Mederos fue Campeón. Igual que pasa con la elección de la Miss Mundo. La elegida sale de un concurso de belleza entre las que se presentan. Habrá mujeres más guapas, más perfectas, más simpaticas, pero no han concursado.
ResponderEliminarEn cuanto a las entrevistas que prometes enviarme para publicarlas, debes enviarselas a Lydia Díaz, ella es la que da o no vía libre a todo cuanto recibe.
Gracias por visitar el blog. Un abrazo.