Si algo se puede decir,
del recientemente fallecido púgil Félix
Ortega Sánchez, popularmente, por su
corta estatura, “Orteguita”, fue su honradez sobre el cuadrilátero. Sin reservas, el menudo boxeador, se entregó
a fondo brindando a los aficionados espectaculares combates que aún conservo en
mi memoria… Lo recuerdo en la Gallera
del Cuyás, en inolvidables peleas con Kid Gavilán. Eran enfrentamientos que
desde el tañido de la campana, lo menudos boxeadores, sin tanteo inicial, parecían decir: ¡vamos a darnos prisa, que no
tenemos mucho tiempo! Eran como dos batidoras. Dos fajadores en todo su
esplendor. Venían preparaditos como gallos
de pelea… Eran combates que seguían los aficionados puestos en pie, con el
corazón encogido por la emoción, aplaudiendo a rabiar cada vez que finalizaba
un asalto…
Uno de estos
emocionantes enfrentamientos, lo presencié con un amigo que tenía su chispa humorística.
Atinadamente, al término del combate y lo incierto del resultado, me dijo:
“Este combate debería resolverse con penaltis, porque menuda papeleta para el
colegiado…”
El boxeo, en esa época, era la cita obligada
de cada fin de semana… Bien en el viejo Campo España o en el histórico Estadio
Insular, acaparaba la atención de los numerosos aficionados… Así surgieron o
polarizaron la atención del momento
Cesáreo Barrera, García Gancho, Lelo Suarez, Kid Tano, Kid Melenara, Vicente, Kimbo, Sergio, César, Teo Benítez, Ramiro
Suárez, Montenegro, Magro, Los hermanos Rodri, Cabrerita Gil…
Orteguita, nació en Las
Isletas. Fue un notable púgil, deporte al que entregó los mejores años de su
vida. Recuerdo hacerle una entrevista en
su cuartel general, en el Hespérides, rodeados de numerosas fotografías de su larga carrera boxística. Fue una
entrevista cordial, inacabada, porque Orteguita, era mucho más que un púgil
cotizado… Retirado del boxeo, tocaba el timple en momentos que el cuerpo pedía
parranda y formó parte de aquel ingenioso cuerpo de seguridad carnavalera, que
montó el alma del carnaval, el también desaparecido Manolo García.
Yo recuerdo, el amplio
espíritu bromista del un dúo irrepetible, que formaban el hermano de Manolo
García, Chesma y Orteguita. Ambos se pusieron de acuerdo, para iniciar en el
Bodegón del Pueblo Canario, a un grupo de amigos de la talla de Orteguita. Habían
corrido la voz, que desde la isla de La Palma, les cursaron una invitación para
hacer la tradicional “Danza de los Enanos”. Ellos, siguiendo el plan trazado, recibieron a
los interesados animándolos a colaborar, desinteresadamente, en favor de las
fiestas lustrales. Además, pidieron a los participantes riguroso silencio…
Durante días, estuvieron ensayando hasta que Chesma puso fin a la broma,
alegando que las autoridades palmeras les había retirado la invitación, por
cuestiones económicas…
Vaya desde este blog, mi reconocimiento a un amigo y boxeador que cuando se calzaba los guantes, decía: "vamos a lo que vamos". Un boxeador que cuando se encerraba entre las doce cuerdas, era como la parra: daba lo que tenía.
Que en Paz descanse.
ALFREDO AYALA OJEDA
Sin duda el mejor preparador que uno podía tener en la esquina. Ayudó a mucha gente dentro y fuera del ring. Gran persona y gran maestro.
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