Ranchos de Ánimas y de
Pascuas, villancicos, festividad de Santa Lucía, truchas, suspiros, bollos y
pasteles de carne, Nacimientos, Santos Inocentes, Misas de luz, campanadas,
baile de la cunita, Autos de Reyes Magos , tandas, cabalgatas, es largo tema de
conversación que mantuve con el amigo Vicente Díaz. Con él he compartido
fiestas, romerías, tradiciones y conocimientos sobre hierbas curativas de Canarias…
Recientemente, me pidió
que le hilvanara unas cuantas letras sobre algunos aspectos de la Navidad en
Canarias. No le pude negar a un amigo de ley una petición tan simple… Pues dicho y hecho, me puse a
juntar letras, no sin antes indicarle que escribo, exclusivamente para el blog
de mi compañera Lydia Díaz www.etnografiayfolclore.org y que para la ocasión haría una
excepción…
Son numerosas las tradiciones que nos llegaron de la mano de los
franciscanos. Algunas, se mantienen pujantes y otras, desgraciadamente, en
franco declive. Hoy, me voy a referir a los Ranchos de Ánimas o Pascuas y a los
Nacimientos…
Si con mirada serena nos adentramos en nuestro saber popular, llegamos
fácilmente a la conclusión que cada manifestación tiene un valor funcional. Que
nada es gratuito. Cada una de las costumbres
tiene un fundamento… Uno de los tantos ejemplos lo encontramos en la que
quizás sea la más antigua de cuantas tradiciones se conservan en las islas
orientales: Los Ranchos de Ánimas o de Pascuas, una de las tantas expresiones
populares que tuvieron notable vigencia durante siglos…
La más valiosa joya musical son los Ranchos de Ánimas y Pascuas que
llegaron, de la mano de los Franciscanos, al filo de la Conquista (s. XV) a la
isla de Lanzarote y rápidamente se extendieron por el Archipiélago. Tras la
conquista, un factor se impone como elemento esencial de cohesión: la
religión. Los Ranchos de Ánimas, desde
el día 1 de noviembre, tenían la función de recorrer las casas principales de
los pueblos y recoger fondos destinados a la iglesia para abonar las misas de
los difuntos. Era la manera de paliar y cumplir con el ritual de la muerte
porque para la inmensa mayoría del pueblo llano, -siempre cargando sobre sus
hombros con el saco de la pobreza-, la carencia de recursos constituía un grave
problema que le imposibilitaba cumplir con el ritual de su propia muerte y la
de sus familiares. Tampoco le bastaba la tierra para el merecido descanso. No.
Las Ánimas exigían oportunas celebraciones religiosas para lograr el descanso
eterno. Y eso era caro. Los gastos, le seguían agobiando tanto en la vida como
en la muerte… De ahí que los Ranchos, en su continuo peregrinar por las calles
y barrios de distintas zonas, durante tres meses, lo recibido por la voluntad
popular, se destinara para abonar a la
iglesia misas y oraciones por sus servicios. De esa manera, la celebración de
los oficios religiosos podía acortar la
estancia de las almas en el purgatorio.
Esa función la cubrían los Ranchos de Ánimas que salían desde el 1º de Noviembre,
festividad de todos los Santos y Difuntos, con el firme propósito de recaudar limosnas para las ánimas
benditas. Lo hacían de noche hasta el 13 de diciembre en que el Rancho se
convertía en Rancho de Pascuas y cantaba a la natividad de Jesús. Estos
recorridos por distintas zonas finalizaban el día 2 de febrero, festividad de
la Virgen de las Candelas o Candelaria.
Era la forma que ante el desamparo del muerto pobre, se organizó la
sociedad para que permitiese dar digna sepultura y descanso eterno a los
fallecidos.
Los Ranchos, se acompañan de Panderos, sonajas, triángulos, espadas
instrumentos a los que se han ido sumando otros propios de la música popular.
Actualmente existen ranchos en distintos puntos de nuestras islas orientales:
Teror, Valsequillo, Tuineje, Teguise, San Bartolomé y más recientemente se
recuperó el de La Aldea de San Nicolás.
Precisamente, uno de mis últimos trabajos televisivos “Andar Canarias” lo
dediqué un amplio documental al Rancho de Pascuas de Teguise, auténtica joya de
nuestro folclore.
ALFREDO AYALA OJEDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario