La serie de Televisión Española en Canarias “El Pueblo Canta”, dirigida por el amigo Fernando Díaz Cutillas y en la que tuve la satisfacción de prestar mi colaboración como Productor/coordinador, fue el pitido inicial de una conversación mantenida tendente a recoger nuestras fiestas, costumbres y tradiciones. Cutillas y yo nos conocíamos desde hacía muchísimos años. Habíamos compartido aficiones: Cloro, deportes, periódicos, guitarreo y juergas. La charla tuvo por escenario el Parador de El Aaiún, a donde acudimos como enviados especiales para cubrir el triste episodio de entrega del Sahara…
Hasta ese momento yo pertenecía a los Servicios informativos y la empresa me ofreció la oportunidad, como productor, de incluirme dentro del departamento de programas. En el Parador, saboreando unas copas, llegamos a dos conclusiones. La primera, formar un equipo: la segunda, recoger y desempolvar costumbres y tradiciones vigentes, personajes, fauna, paisaje y un largo etcétera… El proyecto consistía en levantar el acta de lo que había dentro del periodo 1.975/ 2.000.
Grabábamos en cine 16 mm blanco/negro y el color, salvo en contadísimas ocasiones, ni se pensaba, ni se esperaba. La situación, en esos momentos, era precaria. Había dinero, pero se carecía de medios y frecuentemente había que improvisar para hacer realidad nuestras ideas.
La primera serie que afrontamos fue la etnográfica “El Pueblo Canta”. Una de nuestras largas grabaciones tuvo lugar en la isla de Fuerteventura, en el municipio de Tuineje: La batalla de Tamacite “El Cuchillete”.
Sor Lucana, nos allanó el camino y nos señaló algunos rincones en los que podíamos hacer las grabaciones de aquella mísera Fuerteventura… El aspecto de abandono de la zona donde tuvo lugar la batalla, era tan desolador como creíble… Molinos que se desmoronaban roídos por el tiempo, tierras sedientas, yermas, abandonadas… Tierras que urgentemente precisaban agua para seguir viviendo…Para el majorero, esperar por la lluvia, significaba echarle la tanta paciencia, cimientos de fe… No recogimos, (no existía) ni el ardid de los camellos, ni la incursión de los ingleses. Solo la composición poética/musical de la gesta de la histórica batalla, que se narraba haciendo un recorrido por distintos aires isleños… Folias, mazurca, isas, malagueñas, polcas, sorondongo…
Mil setecientos cuarenta,
Isla de Fuerteventura;
años de triste amargura,
según la historia nos cuenta.
Nuestra mente nos presenta,
la pobreza en que estaría…
Además, la piratería,
con su continuo pillaje,
bien comprendéis el ultraje,
que la isla padecía.
Isla que fuera granero,
hoy parece que fue el calvario,
sin gofio, armas ni dinero,
sufre el pobre majorero,
hambre, abandono, sin guía,
pues los barcos que venían,
de Tenerife o Canaria,
los roban naves corsarias,
cual terrestre caserío…
He tenido, con posterioridad, la oportunidad de grabar la histórica batalla para el programa de Televisión Canaria “La Bodega de Julián” y de transmitir, en compañía de la autorizada voz del amigo Felipe Bermúdez, autor de un valioso y documentado trabajo publicado (1991) “Fiesta Canaria. Una interpretación Teológica”. Cita, al respecto: “Las Fiestas Juradas de San Miguel, en Tuineje, pertenece al grupo que catalogo de Fiestas Históricas. Su origen y celebración actual hacen referencia directa a un acontecimiento importante del pasado isleño…”
Las Fiestas juradas de Tamacite se celebran cada 13 de Octubre, siendo una, de las más concurridas de la isla.
Su solemnidad ha ido aumentando en los últimos años y evoca un hecho histórico que está omnipresente en toda la celebración: la invasión de los piratas ingleses en 1.740 y la expulsión de los mismos por parte de los majoreros.
Está declarada bien de interés cultural, según decreto del 15 de mayo de 2007.
ALFREDO AYALA OJEDA
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