Abrir las entrañas de la tierra, es ahondar en nosotros mismos. Porque a cada golpe de azada…en cada estela polvorienta rota tras el esforzado surcar del arado, se evocan y reviven todos aquellos anhelos de nuestra gente por alcanzar un futuro mejor. Labrar nuestros malpaises calcinados por el sol, el salitre y el volcán, es un rito ancestral que nos sumerge en una parte esencial de nuestra cultura como pueblo de sembradores de esperanzas. Y es esa vieja y paciente esperanza por obtener los frutos del mañana, la que aguarda en cada surco, y anida en el corazón de todos canarios de bien, mostrándose como la mayor riqueza que siempre podremos obtener del pálpito profundo de nuestra tierra.
Surco y Arado, es una formación musical que nace con este imperecedero espíritu de apego a la tierra, en la fértil comarca norteña de la isla de Gran Canaria, donde las tradiciones, al igual que el propio mundo agropecuario, luchan denodadamente contra el abandono y el olvido.
Surgida en los inicios de la década de los 90, en el galdense barrio de San Isidro, de donde toma inicialmente su denominación como “Amigos de San Isidro”; Surco y Arado nos presenta una trayectoria ejemplar en cuanto a su voluntad por desarrollar y difundir la enseñanza de nuestro folclore.
En el año 2001 impulsa la formación de un aula de toque de cuerdas, a la que seguirá la creación de un aula de danza y bailes folclóricos, en el año 2003. Un año después, implanta una nueva aula donde impartir conocimientos de canto coral, cuyo evidente buen resultado ha trascendido hasta nuestros días.
Todo este esfuerzo formativo y didáctico converge en la consolidación e institucionalización de Surco y Arado como agrupación folclórica de referencia en el ámbito del conjunto de las Islas, que la llevará a su participación, en el año 2005, en el primer Festival Regional de Folclore de Santiago de Gáldar. Su extraordinario éxito y aceptación propiciará su intervención en una segunda edición del referido festival, donde Surco y Arado hace presentación de su nueva vestimenta representativa del campesino de fiesta, o de gala, de los siglos XVIII y XIX.
Esta nueva aportación al campo de nuestra vestimenta tradicional, junto con el ropaje de campesino de faena, con la que inicialmente se dieron a conocer, ha hecho de Surco y Arado; así como de otras muchas agrupaciones del norte de Gran Canaria; un agente activo y enriquecedor en la difusión de nuestro patrimonio textil e indumentario.
Pero será el año 2007, cuando despegue y se consolide definitivamente Surco y Arado, a raíz de la presentación de una recreación costumbrista de los siglos XVIII y XIX, en el Centro Cultural Los Guaires de Galdar. Pues es en ese momento, cuando se produce el apadrinamiento e incorporación de una figura de enorme trascendencia para el desarrollo musical del grupo, encarnado en la persona del extraordinario director, compositor y arreglista: Víctor Batista.
Será en ese mismo año de 2007, cuando quede también definitivamente constituido y consolidado el brillante e impecable cuerpo de baile que hoy conocemos.
El esfuerzo colectivo a lo largo de estos años invistió a Surco y Arado de una sólida entidad que lo ha llevado a ser dignos representantes de su isla, comarca y municipio, en cuantos eventos de carácter festivo e institucional han venido propiciándose en nuestras islas, participando en tres ocasiones en la romería regional de Ntra. Sra. Del Pino, en el Encuentro 7 Islas de La Laguna…etc.
No debemos olvidar su notable labor precursora en el rescate de los tradicionales bailes de Taifa y Piñata, en la comarca norteña grancanaria, tan importantes para el mantenimiento y difusión de nuestras tradiciones.
Recientemente hemos tenido la fortuna de apreciar el buenhacer de Surco y Arado en la VIII Semana Cultural de La Laguna, que junto a otra prestigiosa formación como Labrantes de Arucas, ofrecieron una bellísima muestra del folclore tradicional de la isla de Gran Canaria, cuyo sello inconfundible, nos lleva a la reflexión sobre la diversidad de matices de nuestra cultura musical.
Quizás esa especificidad de matices, que todavía podemos apreciar en el acervo y la producción musical de cada una de nuestras islas, sea el mayor exponente de la riqueza de nuestro folclore.
Desde este pequeño rincón quisiéramos dar la enhorabuena a Surco y Arado por su magnífica labor y trayectoria, encauzada en la preservación y divulgación de nuestras tradiciones, así como por su esfuerzo y voluntad por mantener las especificidades propias de su contexto cultural.
Félix Román Morales Díaz para Artistasenred y Etnografía y Folclore.
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