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martes, 5 de abril de 2016

* HASTA SIEMPRE FÉLIX DE GRANADA

Ser de “la acera de enfrente”, en la época a la que me refiero, era grave delito que se castigaba severamente no solo con escarnio público. También, con todo el peso de la ley (1.954). Posteriormente, con la modificación de dos artículos de la Ley de Vagos y Maleantes se incluyen a los homosexuales que, en muchos casos, llevaba aparejado el destierro a Tefía, (Fuerteventura), donde se les castigaba con dureza. Bastaba, en esos tiempos de “ordeno y mando” que te señalara el dedo acusador, el chivatazo o el simple comentario para terminar en el cuartelillo y recibir, como mínimo, una buena entrada de “galletas”, una rociada de insultos y vejaciones y sacarle billete rumbo al Centro Agrícola de Tefía… Era una época en que se entendía que “prohibir era gobernar”… Triste época de cachetón y tentetieso…

Estos personajes llamados de “la cáscara amarga”, desde que salían puertas afuera, eran crucificados con una rociada de calificativos “vaciola”, “afeminado”, “pervertido”, “desviado”, “sarasa”, “maricón”, “mariquita…”

Muchos, se resistieron. Plantaron cara. Lucharon por romper lo establecido sufriendo severos castigos. Félix Cabrera, artísticamente, Félix de Granada, fue uno de tantos que se resistió a vivir a escondidas su homosexualidad. Su vivir sucesivo en esa época era un auténtico calvario... Lo recuerdo en el desaparecido Cine Goya en uno de los populares desfiles de variedades y en otras salas como el Flamingo, El Hueco. Al aparecer sobre el escenario los insultos se repetían... Félix sacaba su ingenio, su gracia y también su mala "milk" para contestar a cuantos agazapados en sus butacas le decían de todo.

A Félix de Granada, la dictadura, el franquismo, le arruinó su juventud y le arrebató la libertad. En esa época Félix, como otros muchos, era culpable de todo y se le juzgaba por nada.

Pero Félix nunca se arrugó. Se crecía ante la adversidad... Y un día se plantó en Madrid, para convertirse en la estrella del Molino Rojo y codearse con las grandes estrellas de aquellos momentos...

Al regresar a Gran Canaria, continuó con lo que era su vida: la revista musical y con su icono “Colorines”... Un día sobre el escenario y otro en la tele, donde tuvo programa propio en Telegrancanaria. También en televisión Canaria, en carnavales... Quizás su última participación televisiva fue con la obra “El Capitán Varela”, donde se le rendía un homenaje.

Ayer, con 84 años, Félix Cabrera Canino, popularmente Félix de Granada, nos dejó para siempre...

Descansa en Paz, amigo.

ALFREDO AYALA OJEDA

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