Foto: Alfredo Ayala y Nanino |
ETNOGRAFÍA Y FOLCLORE
Lugar en el que podrás leer sobre costumbres, tradiciones, anécdotas, curiosidades... todo lo relacionado con lo nuestro, con Canarias.
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domingo, 18 de junio de 2023
* MIS VIVENCIAS CON "TENDERETE"
domingo, 23 de abril de 2023
* A LA MEMORIA DE “A. PALMADA”
Siempre, en casa de mis padres, se vivió con intensidad la Lucha Canaria. Incluso, en tiempos en que las riendas de las distintas modalidades luchísticas dependían de F.E.L., la Federación de Las Palmas, estuvo establecida en mi domicilio, en Las Alcaravaneras, en la calle de Blasco Ibáñez, 45.
Pero mucho antes, cuando teníamos nuestro domicilio en la calle Ángel Guimerá, en el barrio de Arenales, yo estaba más flaco que un podenco y mi padre vió en la lucha canaria la manera que mi cuerpito se desarrollara. Una tarde, me llevó a la sede del decano de la lucha “El Adargoma” ubicada en Educación y Descanso, en la calle de León y Castillo y entró por aquellos enormes salones y saludó a tres leyendas de la lucha, tres hombres irrepetibles y respetados: Buenaventura Benítez, Juanito Mujíca y Pepito González. Después del saludo, mi padre les dijo: “Aquí les traigo este pollillo para ver si con el ejercicio, recupera algo de peso y lo hacen un hombrito y, después, Maestro Ventura, si aprende a lo mejor tengo en casa un luchador y todo… Yo contaba por aquel entonces unos diez añitos…
Gané algunos kilitos y debuté, temblando como un flan, el Estadio Insular aquel mismito día en que Manuel Marrero “Pollo de Buen Lugar” y Manuel Suárez “Manolín”, con un estadio Insular a rebosar, agarraron un histórico desafío en el tiempo que se podía titular como el “Ayer y el hoy”. Marrero, superaba los cuarenta y Manolín estaba en su mejor momento.
Yo seguía muy vinculado a la lucha, incluso me desplazaba en un pirata a las luchadas que se hacían en Telde, Agüimes, Ingenio o la rutas norte: Arucas, Guía, Gáldar. Mi padre, Antonio Ayala, firmaba sus crónicas de lucha con el seudónimo “A.Palmada”. Tenía una pluma ágil y sus crónicas encendían la llama de la pasión en el ambiente luchístico. Era, Jefe de deportes del Eco de Canarias y en ocasiones, cuando la Unión Deportiva Las Palmas, no tenía dinero, ni para pagar a la señora de la limpieza, organizó algunos espectáculos que aliviaron las arcas del club.
Muchas de sus anécdotas están reflejadas en un libro que publiqué en su memoria, tras su fallecimiento repentino, en 1.973. Un libro ya agotado en el que recoge, la unificación del reglamento, historia de grandes luchadores, anécdotas, curiosidades, etc. Hoy, con motivo del agasajo o homenaje que se le va a rendir en el Centro Comercial Las Arenas el amigo Pedro Reyes, he creído conveniente recordar una breve historia con sabor isleño que publicó el 3.11.54 en el Eco de Canarias:
“Pepe González (Funcionario del Banco Español de Crédito), era un muchacho ocurrente, dicharachero, servicial, correcto que gozaba de la estima de quienes le trataron por su manera afable y humilde.
Suya es la anécdota que se cuenta entre los aficionados a la lucha. Una vez luchaba Pepito González y había ganado por burra, lo llamaron de la grada, como es habitual, para premiarle y un conocido y veterano aficionado le dijo, al tiempo que le daba una peseta…
-Toma; para que le compres alfalfa a la burra.
Y Pepito, con esa repentización que le hizo popular, replicó presto:
“Eche un duro ahí, mano; no sabe que la alfalfa ha subido una barbaridad…”
sábado, 25 de marzo de 2023
* A XAYO...
Xayo, era una buena persona. Lo conocí en sus actuaciones, en conversaciones hasta el amanecer, en la consulta dietética en el ambulatorio de Santa María de Guía - era, como yo, diabético- y entre consulta y consulta nos despachábamos a gusto recordando tiempos idos. El siempre con el humor por bandera... Pero sobre todo Xayo, el amigo, la buena persona, el emprendedor, era ARTISTA. Su carrera, que yo recuerde, tuvo el distingo merecido y oportuno en el programa "GOT TALENT", donde se reconocieron sus méritos y se le homenajeó con un “pase de oro” que, para él, fue como besar el cielo… Esa tarde noche en que se emitió el programa a mí, se me erizó la piel, entre otras cosas porque al amigo Xayo se le veía radiante como novia, emocionada y feliz.
Xayo, estoy caliente, triste, porque en este minúsculo país de estrechas miras, solo se es bueno, genial e irrepetible, cuando la muerte, como es tu caso, llega sin avisar: de sopetón.
Ahora, amigo, artista, allá donde estés no puede pasarte nada malo y serás una estrella, con brillo propio, en el lienzo azul del cielo.
Descansa en paz, amigo.
viernes, 13 de mayo de 2022
* SOBRE “EL CAJÓN COMUNAL”
… El pobre, siempre cargando el saco de la pobreza
Pues sí: “Las ciencias adelantan que es una barbaridad” expresión que se debe a aquella zarzuela estrenada en 1.894, “La verbena de la Paloma”, donde nada más iniciarse la puesta en escena, los personajes don Hilarión y don Sebastián hacen alusión a los avances de las ciencias y la medicina…
Ha pasado el tiempo. Embargo, los cambios cada vez nos sorprenden menos y lo que ayer parecía un sueño, hoy son realidades.
Por las fechas, por lo que adelantan las ciencias, por el mes del tenorio y la proximidad de las fiestas de San Andrés de cacharros y tablas, de prueba de vinos, salidas de Ranchos de Ánimas, de difuntos y las Tafeñas pues me he puesto a reunir algunas historias y vivencias, alusivas a las fechas en que vivimos.
Después, andando el tiempo, repasando papeles y girando visitas a distintos lugares, donde me interesé, en diferentes municipios por los cajones comunales que mecían recuerdos de tiempos pasados, cuando prestaban un buen servicio a esa parte de la sociedad más desfavorecida… Entre los que recuerdo, en buen estado de conservación figura el de Hoya de Pineda, popularmente conocida como “La Cueva de la Caja”.
Un valioso trabajo etnográfico de la FEDAC, nos introduce en esa época que se prolongó hasta bien entrado el siglo pasado:
“El uso de la caja de muertos comunal se extendió hasta mediados del siglo XX, un período de poblaciones dispersas y muchas veces alejadas de las iglesias y cementerios, por lo que cuando una persona fallecía, los hombres jóvenes del lugar iban a la cueva que guardaba la caja de muertos comunal, para transportar al finado hasta su última morada, después de recorrer kilómetros por angostos caminos y profundos barrancos, rutas en las que había apeaderos señalados, para que los vivos tomaran un respiro y los muertos recibieran rezos. Algunos de estos puntos, llamados descansaderos de muertos, sobreviven aún al paso del tiempo aislados en los caminos, aunque la población solo repara en las cruces e interpreta su amplia repisa de piedra como un altar, cuando en realidad es el espacio en el que los jóvenes depositaban el ataúd para descansar y acometer el siguiente tramo del camino. Así era en Hoya de Pineda en Gáldar, donde aún puede visitarse la denominada Cueva de la Caja, que albergaba un gran ataúd de madera para los fallecidos adultos y otro pequeño y blanco para los niños, para las familias que no podían adquirir uno propio para su finado.
El centro y sureste de Gran Canaria, con sus profundos barrancos y aquellos pagos mal comunicados, presentan aún numerosas muestras de religiosidad popular como la Cueva del Aire en Veneguera, las Cuevas de Muertos de Tasartico y Tasarte y los féretros comunales de Fataga.”
También, el prestigioso antropólogo don Francisco Mireles Betancor, en la publicación “Fiestas, dolor y muerte” referida a Gran Canaria, señala que:
“En la sociedad tradicional canaria había un tiempo para la vida y otro para la muerte, los dos se interrelacionaban y se intercalaban. Durante la vida te preparabas para la muerte, encargando la mortaja, dando instrucciones precisas para el enterramiento, pagando las misas de luz, o solicitando que el rancho de ánimas se acercara a la casa familiar. Después de la muerte, los allegados recordaban y mantenían la presencia del difunto entre ellos, colocando cuadros o fotos, usando ropas de luto y crespones, encendiendo lámparas de aceite, acudiendo a las misas de difuntos, etc. Tampoco ha de extrañar que en cierto sentido la fiesta formara parte de la muerte, entendiendo como fiesta aquellos momentos en los que se reúne la comunidad para recordar o conmemorar y a la vez celebrar, al difunto, como la noche de los finados o el día de todos los santos en el enrame de las tumbas”.
En el año 1.812, se inició la construcción del primer cementerio de Las Palmas de Gran Canaria, en el linde entre Vegueta y el barrio marinero de San Cristóbal. La obra, debía costearla las arcas municipales, pero al no disponer de los recursos necesarios, el obispado anticipó el dinero…Surgió entonces el problema… ¿Cómo se iba a dar eterno reposo en camposanto cristiano a quienes profesaban otras religiones?.
Fue en esos momentos cuando se decide que, en uno de los laterales del cementerio de Las Palmas, se enterrarán los difuntos protestantes de nacionalidad no británica… Esto motivó una airada protesta de la iglesia católica que, desde entonces, se negó a acompañar el cortejo fúnebre hasta el interior del cementerio de Vegueta, despidiendo a los fallecidos a la sombra de un cercano ficus que, desde ese momento, pasó popularmente a llamarse “Árbol del responso”…
Sobre el histórico árbol amigo o amiga lectora tienen en este mismo blog, https://www.etnografiayfolclore.org/2011/07/el-por-que-del-historico-arbol-del.html sentida reflexión, que me lleva a la triste conclusión que, hasta para proteger y respetar un árbol, dependamos de la sensibilidad del político de turno.
ALFREDO AYALA OJEDA
jueves, 24 de marzo de 2022
* ALFREDO AYALA OJEDA, "ROQUE NUBLO FOLCLÓRICO, DE GRAN CANARIA 2022"
El pasado jueves día 17 de marzo, en el Auditorio Alfredo Kraus, tuvo lugar, dentro del 109 aniversario de la fundación del Cabildo de Gran Canaria, el acto de entrega de “HONORES Y DISTINCIONES 2022”.
El Cabildo de Gran Canaria reconoció con el “Roque Nublo”, en el ámbito de Folclore, al productor y realizador televisivo Alfredo Ayala Ojeda por su aportación esencial a numerosos programas y proyectos de televisión dedicado al conocimiento de la isla de sus tradiciones y de la idiosincracia de su gente.
Destaca su larguísima trayectoria de más de 50 años con su paso por los servicios informativos o programas como “El Pueblo Canta”, “Tenderete”, “Canarias Viva”, “Perfiles”, “Redivivo”, “La Bodega de Julián”, “Senderos Isleños”, “Andar Canarias”, “Parrandiando”, “Fiestas y Romerías”.
Hoy, tras el aluvión de felicitaciones y muestras de cariño recibidas, quiero dar mi más sinceras gracias a todas y cada una de las mujeres, hombres, que han distraído un minuto de su tiempo para mostrar su afecto y consideración.
Estoy convencido que, aunque he intentado contestar a cuantos me han felicitado que, seguramente, se me han quedado algun@s en el tintero. Para ellos, mis disculpas…
Debo decir que he recibido numerosas distinciones como “Talento 2009”, “Tesoro Vivo de la Televisión”, “Azor de Plata”, “Azor de Bronce”, “Premios de la Federación Española de Lucha 1.971, 72 y 73”, pero hoy me siento afortunado por ser distinguido en mi tierra, donde dicen que nadie es profeta, nada más y nada menos, con el símbolo de Gran Canaria: el ROQUE NUBLO.
¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
ALFREDO AYALA OJEDA
martes, 15 de marzo de 2022
* ¿UN PLEITO EN “TENDERETE”? ¡QUÉ VERGÜENZA!
Recuerdo hace casi 24 años -Era por aquellos momentos junto con Tony Santana, director del programa “TENDERETE”- se me ocurrió recrear, aquello que decían nuestros mayores cuando iban a disfrutar de las fiestas del pueblo… “¡FIESTA SIN PLEITO, ES ABURRÍA!”. Las fiestas, por lo tanto, se medían por los pleitos… Al día siguiente, los comentarios corrían de boca en boca...
- ¿Cómo estuvo la fiesta?
- ¡Buenísima!
- ¿Entonces hubo pleito?
- Sí; …y de los grandes: porque salió el “Mirinda” (apodado así porque tenía el pelo de color zanahoria) y dejó sorimba a dos forasteros que estaban molestosos…
Siempre quise rodear “Tenderete” y a otros muchos programas que creé o dirigí, de algunos detalles que tuvieron importancia en el pasado, pero que en el presente casi son olvido…
Así, dándole vueltas al coco se me metió en el tino, recrear un pleito en medio del Tenderete… A mí me puede la trastienda de los programas y a ello le dedico muchísimo tiempo… Hablé con algunas mujeres asiduas al programa y les preparé el vestuario: delantal, pañoletas, pañuelos, etc. Las cité antes del comienzo del programa y les dije: “Es sencillo el papel… Dos hombres van a pelearse en pleno programa y ustedes, desde que los hombres se encaren y eleven la voz salen los sujetan y todas gritan, arman el revuelo y hablan juntas, para que no se entienda nada más que la tensión que se respira. Calmados los ánimos, acompañan a cada uno de los pleitistas hasta su sitio y ya está”...
Después, me reuní con los protagonistas principales: Sergio Correa y Manolo Morales, que, en honor a la verdad, estuvieron de óscar…
La escena era: cada uno estaba en su cometido… Sergio Correa, con su asadero de costillas y Manolo Morales, cantando con la Parranda Cuasquías…
Llegado el momento, Sergio sacaba de la brasa la primera tanda de unas espectaculares chuletas y Manolo venía y le decía que le pusiera una en el plato… Sergio, no le hacía ni puñetero caso… Manolo se iba y momentos más tarde, en tono más agrio, volvía a insistir… Se miraron desafiantes, aparecieron las palabras y de ahí para llegar a las manos, solo faltaba que Sergio Correa, ofendido saliera del asadero y se encarara con Manolo Morales… Las señoras mayores, se metieron en el camino para que no se “agredieran”… pero los dos estaban sujetos por la pechera y a puntito de darse un fleje de piñas… Las viejitas, pusieron paz y calmaron a los dos gallos de pelea… después reinó la calma y todo transcurrió en una fiesta de cantos, toques, humor y tradición.
El programa, quedó redondo.
Andando el tiempo, creo que más de quince años, recalé por el mercado de nuestra señora de África, en Tenerife, con Sergio Correa, cuando una señora, en tono agrio, le tocó el hombro a Sergio y le dijo:
- ¡mejor le diera vergüenza!... Tenderete, es para divertirse y no para pelear por una chuleta…
Menuda calentura autóctona tenía la señora y por mucho que se le dijo, no había forma de convencerla de que era un pleito de “mentirijilla”, que se le dio apariencia de realidad…
Pero ella, insistente, seguía en sus trece…
- ¡Eso está muy feo!
Al final llegué a la conclusión, que la señora se sentía ofendida porque Tenderete era como su casa y en su casa siempre reinó la armonía, la paz y disfrutamos con TENDERETE….
Y cualquiera le tosía a la señora.
ALFREDO AYALA OJEDA
domingo, 16 de enero de 2022
* "EL ORIGEN DE LAS PAPAS ARRUGÁS"
miércoles, 10 de marzo de 2021
* GUEDES, IRREPETIBLE
martes, 5 de mayo de 2020
* LA CALLE ADIÓS...
“¿Qué secreto alentaba en ella que su recuerdo había perdurado a través de una distancia que medía por olas, de un tiempo que ocupa casi toda la vida?.. Lo supimos después. No era sombra de amor ni de misterio. No era aroma de leyenda. Adiós, sencillamente era la calle que conducía al camposanto. Pero voy a decir lo que era de manera exquisita: lo era con poesía que era una cosa que se da muy poco en materia municipal, y, por mejor decir poco en cualquier materia. No creo que haya habido Concejales padrinos: fue el pueblo, un pueblo diminuto el que se acostumbró a llamarlo así, o ella misma nació ya con ese nombre que le era íntimo consustancial, exacto. De ahí la gracia la finura que no puedo olvidar quien la mira en otros días con sus ojos de niño. La calle va en declive, cortada sobre un risco; el pueblo queda arriba recogido el puñado de sus casas al filo del barranco. Pero hacía abajo y ya en el mismo talud que desciende verticalmente, en un despliegue de la roca han puesto el cementerio, como quien pone un ramo de azahares al pecho de la montaña. Bien se comprende que es difícil llegar a aquél sitio, aún para los hijos de esa fragosa tierra avezados a franquear desfiladeros: fue así que se hizo uso con el tiempo en detenerse en cierta escotadura donde la calle se quebraba por un corte de tajos descendentes. Era el umbral de las despedidas: allí quedaban los acompañantes todavía por unos minutos viendo bajar ya a picos de las Breñas un reducido resto de cortejo. Allí en silencio conmovido daban el último saludo el amigo al amigo que se iba, el hermano al hermano ….Luego se volvían calladas calle arriba, impregnada de suspiros hecha de adioses sin salida, no podía tener ya más que un nombre : y se llama ADIÓS.”
*Nota: Las dos primeras fotos pertenecen a "Fotos Antiguas de Canarias"
ALFREDO AYALA OJEDA