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lunes, 13 de febrero de 2017

* PINCELADAS Y RECUERDOS II





A “Los Sabandeños”

El nombre Los Sabandeños, se debe a una de las márgenes o bandas del barranco donde estaba situada la finca de José Peraza de Ayala, lugar de reunión de algunos iniciadores del grupo. Los Sabandeños, se fundan a mediados de la década de los sesenta y, desde entonces, son el icono de la música popular... Como nos sumamos al festejo cuando suenan las notas de “Que Tenderete”... Cómo seguimos disfrutando con la voz campesina que acompasa la duras jornadas del campo reflejada en los Cantos de trabajo de Simancas, la irrepetible voz de Manuel Luis “El Minuto”, del maestro Dacio Ferrera “El Mencey del Canto”, de Manolo González Mena, el Majuelo que pasó a ser sabandeño y que siempre se cuidó cual gallo de riña...

Y la vieja copla de José Casanova López que suena a bendición:

A “disile” que la quiero
no me atreví en todo el día.
¡Al “escuro” de la noche
se lo dirán las folias!


A María Mérida

…Cómo suena esa copla de folía cantada al hijo que busca consuelo en la voz de la madre para sofocar la angustia que le atormenta y que María Mérida interpreta de manera sencilla, sentida, repleta de ternura...

Madre siéntese a mi lado
y cánteme unas folias
que estoy muriendo de pena
y su voz es mi alegría.

Las Décimas de Severo Martín

Bernardo Gutiérrez, José María, Joseito y Yapci Bienes, Eremiot, Goyo, Adrián, Gregorio Rodríguez, son repentistas de consideración. Poetas que han dejado su huella, como es el caso de Severiano Martín Cruz “Severo”, al que conocí en Roque Faro pero al que nunca pudimos grabar ni aun contando con el apoyo del amigó Teixé... Talio Noda, sin embargo, realizó un documentado trabajo recopilando gran parte de sus décimas... De él, escribió Talio: “Con dotes increíbles y salido del analfabetismo, sus rimas destacan por su poesía atormentada diferente a la de otros poetas de la isla".
Para que conozcan mejor su obra aquí les dejo estas dos décimas:

No tengo hermana ni hermano
no tengo padre ni madre
hijo, mujer, ni compadre, 
ni vecino ni paisano.
y no se si habrá de antemano
quien pregunte donde estoy,
y cuando un repaso doy
a mi sufrir sucesivo,
me pregunto, por que vivo
para que vivo y quien soy.


Soy parcela abandonada
 de toda la humanidad
 mendigando caridad
 a la hacienda cultivada.
 De calidad insospechada
 por toda la agricultura 
vegetal de tierra pura
 por la torrente arrastrada
 triste planta deshojada
 por mala temperatura...

Bueno ya por hoy me despido. Ahora, a preparar otra tanda de personajes que dejaron una profunda huella.

ALFREDO AYALA OJEDA

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