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sábado, 18 de febrero de 2017

* PINCELADAS Y RECUERDOS III

 
A Juan Quintana “El Claca”

Hace algunos años, para celebrar las fiestas lustrales de la isla de la Gomera en honor a la virgen de Guadalupe, “La Morenita de Puntallana”, preparé con todo lujo de detalles la grabación de uno de los programas que por aquel entonces había creado y dirigido: “La Bodega de Julián”. Para ello, se hizo una espléndida selección de solistas y una parrandita apañadita que corrió a cargo de Héctor González...

El programa, transcurría con toda normalidad cuando de repente me sonó el móvil. La noticia, era escueta, dolorosa: “Juan Quintana “El Claca”, acaba de fallecer...
Yo quería y admiraba “Al Claca”. Lo había disfrutado en distintos programas televisivos y en alguna que otra parranda... Incluso, era tal la devoción por este irrepetible solista, que en el programa de radio que dirigía Lydia Díaz “El Traspatio”, arrancaba con una de sus tantas coplas:

Tengo un Croto en el Zaguán
y una palmera en el patio
en la azotea un rosal
y una cabra en el traspatio...

Juan Quintana “el Claca”, fue uno de los grandes cantadores de las islas. Su estilo, inconfundible; sus letras, repletas de sabor isleño… Yo lo conocí hace muchos años… era un hombre arrogante... El claca, era un personaje. Sus ojos de pillo lo delataban cuando cantaba una copla de doble sentido como ésta que les cuento:

Quisiera ser capirote
Para posarme en tu higuera
Una pata en cada gajo
Y el pico siempre en la breva

Foto: Juan Quintana y Alfredo Ayala

O aquella, tan real como la vida misma que nos regaló de propina en Gáldar, en plena grabación de La Bodega de Julián:

Ya me estoy poniendo viejo
Ya se me acaba el vivir
Ya se me arruga el pellejo
Y me meo sin sentir

Sus coplas, sus folías marcadas, quedan en el recuerdo de quienes tuvimos la ocasión y la oportunidad de escucharlo….

“El Claca”, cuando estaba a gustito, le gustaba relatarme aquella ocasión en que fue a darle una serenata a una jovencita que, al parecer, tenía un novio guardia civil... Ella aguardaba los cantos detrás de la ventana. Todo estaba oscuro. “El Claca”, cantó:

Yo sé que estas acostada,
tras la ventana escuchando,
con un papel en la mano,
las coplas que estoy cantado.

La muchacha, pensó que el Claca la estaba mirando y al encontrase sorprendida salió corriendo. Tropezó y algo se le calló al suelo y fue tal el ruido, que el Claca pensó que era el guardia civil y que al día siguiente vendría a detenerlo... Pero la cosa no pasó de ahí... Y suspirando decía:

“¡¡ Eran otros tiempos, amigo Alfredo !!”

A Ico Arrocha

Ico Arrocha, la voz de fuego y lava... el alma, que vibra, siente y transmite los más profundos sentimientos... Lo conocí de jovencito, cuando se presentó y ganó un concurso televisivo en Televisión Española en Canarias... Andando el tiempo, muchas veces coincidimos con su Guadarfía, en “Tenderete”, en “La Bodega de Julián”, en “Parrandiando” y en otras muchas ocasiones dentro y fuera de los escenarios... Siempre con la mano tendida... siempre dispuesto... Cantor (Ico Arrocha) y poeta (Manolo Haro), juntos. 
De la mano, verso, voz y sentimiento...

Madre yo tengo un calvario
que me está rompiendo el alma
como puedo tener calma
si he nacido en Canarias
y me muero en tierra extraña.


A Calaya Rodríguez de Milán

Tiempo hubo en que los estilos marcaban la diferencia. Se sabía si el cantador era de La Punta, de Icod, de Teror o de Tejina. Hoy, y es una pena, la diferencia no existe salvo en rarísimos intérpretes, como es el caso que hoy me ocupa: Calaya Rodríguez. Ella, desde la cuna tiene el estilo heredado de sus padres y lo mantiene intacto. No le han hecho mella los gorgoritos, ni la teatralidad de algunos solistas. Ella es así, sin florituras... Siempre, cuando llegó para actuar en los distintos programas a los que la invité, me decía: “Hoy estoy malita”... Y cuando empezaba la copla nos cautivaba... Calaya, en 1.984, el señalado día de Reyes, debutó en el programa Tenderete. Llegó acompañada de su familia al completo y la rondalla Santa Cecilia. Aquel día, se rascó una malagueña que ha quedado para la historia:

Sin un beso, ni una flor
enterraron a mi madre
luego nacieron las rosas
en la tierra de mi padre
que con sus lágrimas regó.

Son tres figuras, tres que han dejado profunda huella en nuestro folclore. En breve, les hablaré de otros personajes irrepetibles. Hasta entonces.

ALFREDO AYALA OJEDA

1 comentario:

  1. Gracias amigo x recordar con cariño a mi tío juan quintana,las personas no se van mientras permanezcan en nuestro recuerdo, un abrazo desde El Hierro.

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