Ayer, consensuado, decidimos vivir la romería del Pino desde otra perspectiva. Queríamos evitar el desplazamiento con coche propio, subirnos en una guagua que fleta el Ayuntamiento de Gáldar y mezclados con una gruesa representación, llegar a Teror y disfrutar de los momentos que tanto a mi mujer como a mí, nos gusta.
La fiesta, la romería, anunció que empezaría antes dada la gran participación…
Llegamos sequitos. Necesitábamos refrescar el gaznate y paramos en el bar de la esquina… Estaba a tope, no cabía un alma más pero nos abrieron paso y a duras penas llegamos a la barra: ¡¡Dos cervezas frías!! Pagamos y cuando nos disponíamos a salir, el sonido de un timple nos atrapó. Su toque con auténtico sabor a la tierra, lo identificaba: “¡El Colorao!”… Nos pusimos de puntillas y allí estaba con una parrandita, pequeña pero sabrosa… Junto al Colorao, una voz con personalidad Sergio Cabrera, se arrancaba con una folía sentida y gráfica…
Abandonamos el local… Queríamos un poquito de aire fresco y nos dirigimos “al Puente”, el punto de encuentro de la gente divertida y parrandera… Nos encontramos con Juanma López, lejos de su hábitat natural “El Jardín Canario”, que buscaba el ambiente de unos clásicos de las fiestas del Pino: “La Parranda Cuasquías”…
…Y el abrazo fraternal, cariñoso con Félix Román Morales “El Grande”, que venía desde la isla de Tenerife para participar en la ofrenda… Quedamos en vernos nuevamente, pero Teror, ya lo saben todos cuanto lo conocen, es grande y en cualquier esquina te pierdes. Así que ni Lydia ni yo, pudimos despedirnos del viejo amigo…
Sonaban pitos, chácaras y tambores, danzas y los rigurosos pastores. Eran los componentes del grupo herreño Joapira que, como siempre en fiestas y romerías son como un auténtico regalo…
Otro de los grupos que acaparan la atención: una amplia representación de la isla colombina, componentes de distintos grupos que se unieron para estar presentes en la romería….
Facaracas, parranderos, con temas divertidos animaba la representación del municipio de Gáldar… Allí, encabezándola, su alcalde Teo al que saludamos igual que a la incansable concejala Ana Teresa, y en primera línea la guapísima Guayarmina, Arianna…
Así entre saludos, llegamos a los pies de nuestra Señora, como oferentes de los productos de la tierra… Lydia, entregó a la Patrona un vistoso ramo de flores mientras distintos voluntarios iban depositando en el lateral de la Basílica, racimos de plátanos, cebollas, pimientos, tomates…
Me entretuve saludando a los amigos Antonio Betancor, compañero de fatigas, retransmisiones, nuestra voz en off en distintos documentales y presentador del programa Tenderete, mientras los pequeños, con décimas de nuestro Yeray Rodríguez, hacían de programa de mano para anunciar cada ofrenda…
Y una sorpresa. Desde aquel año (1.985) en que acudí a la isla de La Graciosa como productor del programa Tenderete – primera ocasión en que se desplazaban nuestros equipos televisivos a la isla- no había vuelto a ver a la familia Toledo. Y allí, con su humildad, me los encuentro con su vestimenta tradicional, ofreciéndole unas coplas a Nuestra Señora…
Ya la romería casi tocaba a su fin. Las fuerzas nos iban abandonando después de tanto ajetreo. Abandonamos el recinto de la romería y nos dispusimos a buscar un pisquito de sombra y comernos un bocata de chorizo de los nueces… “aboyaitos”, pero más contentos que unas Pascuas, fuimos en busca de la familia Toledo que en esta ocasión venían uniendo fuerzas con otra familia que ha sido y es representación y bandera de nuestro folclore: “los Corujo”. Allí vimos y saludamos a Domingo y a Florián, con el que hablamos de aquella guitarra de pico o timplarra ya reconocida a nivel mundial. También de nuestros encuentros en Paris de la Francia, con el otro maestro Blas Sánchez, así como en Venezuela…
Larga fue la charla, con José Manuel Toledo con el que continuo en contacto a través de “Fisbu”. Hablamos de aquel Tenderete de antaño, de la Bodega de Julián y de otros muchos proyectos que han quedado olvidados en camino. De su colaboración con el documental “Vivir en La Graciosa”, de pejines, jareas… Cada vez que lo encuentro por mucho que estiremos la conversación se quedan cosas en el tintero…
La Graciosa y los Toledo/Corujo fueron la muestra que en la Romería del Pino no faltó de nada. Hubo hasta incluso una petición del presidente del Cabildo Antonio Morales, que dijo entre otras cosas que a los políticos que no combatan el paro la Virgen del Pino debería darle unos cogotazos….
Oscurecía. Caminábamos lentamente enseñoreándonos con el ambiente… Recordaba el olor a carburo de aquellas turroneras de antaño que se mantenían junto a su caja de turrones esperando la llegada de un cliente. Si nos llamaba la atención algún detalle hacíamos alguna que otra foto. Pero nuestra atención estaba centrada en los adornos que lucían los balcones… De pronto una parranda multitudinaria, divertida, amena, simpática, con paradas aquí y allá, nos regalaba su amplio repertorio… Era “La Parranda de Teror”, creo que es una parranda que debería presentar los papeles para que le den el record Guinnes por ser tan numerosa la participación… En tono coñón, le pregunté a uno de los que los acompañaban. ¡Coño si ya terminó la romería! ¿Qué grupo es este? Y casi enroñao me dijo: ¡¡La Parranda de Teror!!
Y seguimos la parranda hasta que llegó el momento de subirnos a la guagua y emprender el regreso.
ALFREDO AYALA OJEDA
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