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viernes, 10 de febrero de 2012

* LA CRISIS Y LOS ABUELOS

Nuestra respetada “ancianita” Seña Cándida, nos envío una de sus jugosas retahílas para el blog, puntualmente publicada. Ella, que anda por veredas, al aire libre o al soco de su casa, manteniendo sus largas y sustanciosas conversas con la gente parándose en cualquier recodo del camino pa´ aleguetiar con quien “le dé hebra”, suele refrescarme la memoria con dichos, geitos y expresiones que despierta la brisa de la nostalgia y me retrotrae a un pasado de ayer mismo que el progreso, desgraciadamente, se ha encargado de cubrir de olvido. No sé si sabrán que “Seña” Cándida reside en los Baldíos, en Tejina, cuna de excelentes cantadores como señala la copla: Es el barrio de Milán/, un lugar de poca gente/, donde todo todos cantan/, como el pájaro en la fuente.

Tejina, se alonga al mar. Un mar bravío del que los pescadores de la zona extraen sabrosos pescaditos, mariscos y musculosos pulpos que en la zona lo saben preparar de escándalo… Como hilera de balcones, numerosos y distinguidos lugares de comida atienden a visitantes y a propios del lugar…

Hace unos días, “seña” Cándida, animosa ella, habló de los abuelos de manera entrañable. De esa legión de abuelos establecidos a lo ancho y largo de nuestra fragmentada geografía. Tema que me ha dado pié para abundar en lo que representan en estos tristísimos momentos en que la crisis, -sin que ellos lo pretendan- los ha vuelto a situar como protagonistas y actores principales del alivio económico de la familia….

Los abuelos, en las casas antiguas, eran respetados y queridos. En esas viviendas la familia crecía y se multiplicaba. Desde el más grande al más chico de la casa, contribuía a la prosperidad familiar... Eran tiempos en que la economía de casa respondía a los ingresos.

Ganar un duro costaba mucho y emplearlo en cosas pa´aparentar estaba, por lógica, prohibido… La lechita de la casa la suministraba a “jaira”, los huevos las gallinitas de la tierra, la pita zábila y otros brebajes era el remedio a dolencias y enfermedades… y comerse un pollo, se reservaba para las grandes ocasiones… Se estrenaba alguna prenda si se podía y en fechas señaladas y las ralas de gofio estaba a la orden del día… En ese modo de vida el abuelo era un miembro fundamental de la familia.

Pero los tiempos cambian y el orden de vida, también. Llego la modernidad y con ello, los perros empezaron a amarrarse con longanizas. A vivir por encima de las posibilidades… En esos cambios la familia se acomodó y respetando el dicho “el casado casa quiere”, el abuelo quedó desplazado. Incluso, se convirtió en estorbo… o ingresado en centros para mayores… Por eso, hurgando en el recuerdo, me viene a la memoria el viejo dicho del hijo que llevaba al padre al asilo de Ancianos para ingresarlo… En un punto determinado encontró un lugar donde descansar… El padre, le dijo al hijo: lo que son las cosas. En esta misma piedra, descansé yo con mi padre cuando fui a ingresarlo en el Asilo… El hijo, entendió el mensaje y junto a padre, volvieron a casa…

Hasta hace unos días, los cabeza de familia trabajaban, los hijos estudiaban y las hipotecas, facturas, en esos tiempos de abundancia, se abonaban con el dinero de plástico… Hoy, que no soplan buenos tiempos… que se ha perdido el empleo y la estabilidad, las familias se resienten y se van a pique irremediablemente… en esa angustia, los abuelos, vuelven a ser el cimiento familiar. Cuentan con una paguita que alivia las penas del hogar y se han reincorporado a auxilio de la familia prestando su valiosa colaboración en menesteres domésticos, en ayuda al colegio a los más pequeños, en la contribución económica…

Y yo, claro, me alegro que los abuelos se sientan útiles, que se les valore en su justa medida y que hayan recuperado el espacio perdido.

ALFREDO AYALA OJEDA

2 comentarios:

  1. MAESTRO ALFREDO ME SIENTO ALAGADA CRISTIANO Y ÁSTA CREO QUE ME CAYÓ UN CISCO EN LOS OJOS YO VIVI EN CAS MI ABUELA ASTA QUE MIS PADRES SE MUDARON A LA CASA NUEVA CUANDO YO YA ERA SANGALOTA POR LO QUE GUARDO ESE RECUERDO DE LA ABUELA MUY HONDO VIVIAMOS CON LA ABUELA PERO ELLA ERA LA QUE DIRIGIA LA CASA ASTA MANEJABA EL SUELDO DE MI PADRE ELLA ERA LA QUE DISPONIA Y JAMAS VI UN GESTO CONTRARIADO NI DE MI MADRE NI DE MI PADRE HOY RECONOZCO QUE DE PEQUEÑA NO ERA SANTO DE MI DEVOCIÓN POS ERA LA QUE ME GOVERNABA Y ERA LA QUE DISPONÍA DE PERMISOS Y MANDADOS Y ME SENTÍ MUCHAS VECES LA OBEJA NEGRA DE LA CASA HOY ESO A CAIDO EN EL OLVIDO Y AÑORO AQUELLOS UMILDES TIEMPOS PERO MAS SANOS

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  2. SOLO FELICITAR A SEÑOR ALFREDO POR SU HERMOSO RELATO Y A LE SEÑA CANDI POR QUE MUCHO TUVO QUE VER EN EL,, YO DE MIS ABUELOS POCO TENGO QUE DECIR YA QUE NO LOS CONOCI SE FUERON TODOS ANTES DE NACER YO,, PERO QUE FELICIDADES MAESTRO ALFREDO,

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