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miércoles, 4 de enero de 2012

* MI ADIOS A UNA LEYENDA: "EL PALMERO"

Hoy, la familia de la Lucha Canaria está de luto: Alfredo Martín “El Palmero”, auténtica leyenda del vernáculo deporte, falleció a la edad de 87 años en la isla de La Palma.

Ya relaté en este mismo blog, aquella lejana ocasión en que tuve la oportunidad de recibir unas clases prácticas sobre “el desvío” y “el traspiés” nada menos que del ídolo del momento: Alfredo Martín. El cosquilleo de la emoción me embargaba. Yo, un pollillo, flaco como un fideo, al que mi padre envió a las instalaciones de Educación y Descanso para ver si practicando lucha canaria, ganaba algo de peso, agarrando, de mentirijilla con “el Palmero”. Llegué a mi casa henchido y contaba, atropelladamente, el momento vivido…

Después, andando el tiempo, muchas tardes me senté con él, en parque de bomberos, en las antiguas instalaciones en Tomás Morales. Muchas entrevistas mantuvimos y muchas tardes de luchas, en el viejo Campo España, en las que admiré su arte y su inquebrantable fe en la victoria…Sobre El Palmero, -decía mi padre-, “es mitad arte y mitad genio… Mitad gato mitad Hércules; y como su técnica era tan superior, resultaba poco menos que invencible”

Alfredo, cuando me veía, me recibía con un tradicional “Hola tocayo”. A veces, desde el Estadio Insular, caminábamos hasta la el Mercado Central, churros, conversa y un purito palmero que saboreaba mientras me contaba sus andanzas en lucha canaria…”Nadie me conoce mejor sobre el terrero que mi mujer. Ella, sabía cuando estaba fuera de mi posición y desde el público me hacía indicciones para corregirme”.

El Palmero, fue el “AS” de moda. Su llegada a Las Palmas fue todo un acontecimiento porque contribuyó notablemente el resurgir de la lucha. Comenzó su carrera luchística en Lanzarote cuando hacía el servicio militar. Militó en el club de luchas Tao. Después, el decano de los clubes El Adargoma aquel temible equipo de la “fila india”. Luego, una breve estancia en el Castro Morales y puso fin a su brillante carrera en el Club de Luchas Vencedor, de Heriberto Hernández.

Recuerdo, cuando con los ojos empeñados presencié, en Gáldar, en el terrero ubicado en la calle Capitán Quesada, el desafió entre el “ayer y el hoy”. El Palmero, ya entradito en años y luciendo la vestimenta del Club de Luchas Vencedor, su enfrentamiento sin éxito, en defensa del título de Campeón al coloso del momento Abel Cárdenes,

Mi última entrevista con el genial Alfredo Martín tuvo lugar en el López Socas. Había reunido en el terrero a Antonio Navarro “El Canario”, Víctor Almeida “el Artillero”, José Pulido “Camurrita” y Carlitos Cabrera. Quería mantener una larga charla sobre la manera de agarrar de la época: “El moño”, “La Retorcida”, “Mano Metida” y “Mano Abajo”. Llevaba, un pantalón de “mano metida” para que dieran su versión sobre lo que significó la unificación en la manera de agarrar.

Pero lo más bello que se ha escrito sobre el Palmero lo hizo el poeta y entonces presidente de la federación de lucha en Las Palmas, don Luis Doreste Silva que, en cierta ocasión Lydia Díaz incluyó en su blog y del que hoy ofrezco un pedacito…

“Puede decirse, que la legión de buenos aficionados, es admiradora literal de Alfredo Martin. Quedan en el resto, los que pudiéramos llamar de la “cáscara amarga”. Estos, por sobre su arte de luchador, ponen defectos al entorno del hombre en lo que tiene de jactancioso sobre el terrero, calificándolo de petulante. Pero ese pequeño sector, que no encuentra sustancia en su perfil, quijotesco, “olímpico”, se une a vastísimo en la apreciación de que, actualmente, en nuestra lucha, no hay otro que tenga una personalidad mayor y más definida e inconfundible. Probablemente nunca la hubo. Los amantes a la lucha que ya vamos para viejos, podemos decir que no encontramos en el terrero un hombre que nos pusiera, invariablemente, ante lo “inesperado” como Alfredo Martín. De los más grandes aguardamos siempre la lucha favorita e implacable. Del “Palmero”, esperamos siempre lo improvisto y casi siempre en producto de victoria, aunque no lo sea, una creación un alarde prodigioso de fantasía al poner en movimiento sus músculos ante el adversario. Ataca y se defiende armando las luchas más airosas, más inverosímiles y, sobretodo, inopinadas. De todos lo luchadores conocidos, es sin duda Alfredo Martín el más genial…

Del Palmero, dijo el poeta Víctor Doreste:

“De la mar el mero”

Y de la tierra… “El Palmero”

Hoy, seguramente, el genio de la lucha estará reunido con otros legendarios luchadores como: Angelito, El Sopo, Manuel Marrero, Matoso, el viejo Camurria, Justo Mesa, Pollo de Uga…

Qué Dios lo tenga en la gloria, amigo.


ALFREDO AYALA OJEDA

2 comentarios:

  1. saludos amigo...un abrazo
    Águeda

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  2. Mi mas sentido pésame a su familia y amigos, y me gustaría invitarle a que nos enseñara esas mañas que aprendió para que no se pierdan((""tuve la oportunidad de recibir unas clases prácticas sobre “el desvío” y “el traspiés”""))

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