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miércoles, 26 de octubre de 2011

* VÍSPERAS DE LOS FINAOS

No tengo la fecha exacta, pero era por estos tiempos que corren y el otoño se hacía sentir, cuando los amigos del grupo herreño Tejeguate, con Benito Padrón a la cabeza, me invitaron a un recorrido por la parte alta de Tigaday. Llevaba días en la isla herreña y Benito, siempre atento al tiempo que se vivía, preparaba, con los componente del grupo una “tafeña”, con motivo de la llegada del día de los Santos Difuntos.

Gente joven y entradita en años, por las pinas montañas herreñas, con o sin guantes, íbamos cogiendo erizos que, “defendían”, con sus púas, las sabrosas castañas. Uno de los críos, con una larga vara intentó golpear el castañero para que el erizo cayera al suelo. Benito, le dijo: “hay que cogerlas del suelo. Son las que están maduras. Las que están en el árbol, quedan para otra ocasión”. Los sabios consejos de Benito Padrón, eran como “palabrita del niño Jesús”

Los numerosos castañeros existentes en las islas, suelen crecer en tierras húmedas entre los 800 y 1.300 metros sobre el nivel del mar. En una de mis visitas a la finca de Osorio, en la Villa Mariana de Teror, me sorprendió la abundancia de castañeros. Algunos vetustos ejemplares, superan los cien años. Quizás sea el lugar de Gran Canaria más poblado de castaños. De ahí, en algunas de mis recaladas, de octubre, me llevé algún puñado de sabrosas castañas para mi casa.

Los castaños, salpican el paisaje en numerosas zonas del Archipiélago como Artenara, Ariñez, San Mateo, Gáldar, Guía. Pero aquí, en el Hierro, fue donde viví con intensidad los preparativos de la “tafeña” que, tras la recogida de muchos kilos de castañas se preparó en el patio de la casa de Benito Padrón. La voz de la “tafeña” corrió por la isla como alma que lleva el diablo.

Al caer la noche, los vecinos se iban acercando. Las brasas, en su punto, hacían la doble función: calentar el relente de la noche y tostar las castañas, mientras en largos bancos, en sillas o sobre los muros, cada uno buscaba acomodo. El vino joven y valiente, hacía su aparición. No faltaron los instrumentos del lugar: tambor, pito y Chácaras. Un largo repaso a los aires de la tierra… Sentadito con Benito Padrón, en presencia de su mujer Oroncia, hablamos de las cosas que nos interesaban. Benito, con su hablar pausado, su dicción perfecta y relatos de un tiempo no muy lejano me habló de llamadas a tango, de margareos, Carneros y las hazañas de notables luchadores como Ramón Méndez, que vio en los terreros cuando pequeño… Eran tiempos, me dijo con cierta nostalgia en que calzar el título de campeón respondía más a la aclamación popular que a reglas establecidas… La conversación, en ocasiones, quedaba aparcada y Benito, reclamado por los tocadores, agarraba el Tambor y ponía a prueba a los cantadores, entonando una meda: “viene la vieja al pesquero a morir en el anzuelo” mientras don Gregorio, con brillo en los ojos, endulzaba el momento tocando el pito…

Estaba viviendo, un ambiente diferente, familiar compartido por varias generaciones que se apiñaban en torno a la víspera festiva. Nos clareó el día, entre conversas, y música de la tierra, mientras las brasas habían perdido a la intensidad y yo, las fuerzas para continuar…

Por la tarde, mientras repasaba mis apuntes del momento vivido en la casa de Benito Padrón me vino al tino el tema de las castañas, hasta no hace mucho, en épocas de hambre demandada y actualmente aunque son centenares de hectáreas de castañeros las existentes en el Archipiélago casi el 75 por ciento se pierden o, en el mejor de los casos, se usa como comida para animales. Idéntico caso sucede con los almendros, higueras, tunos y támbaras que suelen pudrirse en el suelo sin que nadie repare en ello…

ALFREDO AYALA OJEDA

2 comentarios:

  1. CANDIDA MEDINA ALVAREZ26 de octubre de 2011, 22:20

    ENDELUEGO CUANTA CASTAÑA ESPERDICIA MAESTRO AL FREDO , UN DÍA CUANDO CHICA ME FUI CON UNA PRIMA A ROBAR CASTAÑAS ... DITO SEA DIOS !!!AMARGAS CASTAÑAS UN VECINO TENÍA TRES CASTAÑEROS ATESTIVANDO DE CASTAÑAS Y NI CASO QUE LES HACÍA Y MI PRIMA Y YO NOS ARMAMOS DE VALOR Y NOS METIMOS EN LA FINCA SIN PERMISO Y CON UN VALDE EN LAS MANOS RECOGIMOS TODAS LAS QUE PUDIMOS, Y NO HABÍAMOS TERMINADO CUANDO UN LADRÍDO BIEN FUERTE NOS DEJÓ PEGADAS AL SITIO TRAS EL LADRIDO ME TRINCÓ UN TOBILLO Y ME PEGÓ FUERTE MORDIDA SALTÓ EL CUBO POR LOS AIRES Y TODAS LAS CASTAÑAS ESPARRAMADAS CRISTIANO TRES PUNTOS LA BROMITA Y UNA CUERADA POR METERME EN LO AJENO Y COMO NO POCAS GANAS DE COMER CASTAÑAS SOLO UNOS DÍAS YA QUE EN SAN ANDRES ES TRADICION PROVAR LOS VINOS NUEVOS ACOMPAÑADOS CON CASTAÑAS SALADAS Y UN GUISO QUE HACÍA MI ABUELA DE PESCADO SALADO CON CASTAÑAS UMMM QUE RECUERDOS

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  2. Amiga Cándida, en tu caso fue que te metiste en terreno ajeno. Sin embargo hoy la generalidad piensa que los castañeros están para servirse, cuando en realiadad tienen sus dueños. Pero todos, entre los que me incluyo,no podemos resistir la tentación de trincar un puño de castañas cuando por estas fechas nos vamos al campo. ¡¡cómo sabe arrancarle a una tunera un tuno!! (higo pico al cambio) o unas almedras...
    Efectivamente, ¡¡qué recuerdos!!

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