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domingo, 3 de julio de 2011

* LA RAMA DE SAN PEDRO Y PERICO "EL SANTO"

Desde hace tiempo tenía, con mi pareja Lydia Díaz, el firme propósito de asistir a “la Rama” de San Pedro, en el Valle de Agaete. Queríamos vivirla con intensidad, sin estar ajenos a ninguno de los detalles que te ofrecía el programa anunciador… Llegamos cuando el sol trasponía por el horizonte, tiñendo el cielo de color oro viejo… recuerdo que, de pequeño, cuando los tibios rayos de sol anunciaban el final de día y mortecinos colores de fuego parecían surgir del mar, decíamos, sorprendidos por la magia del momento: “¡la Virgen está planchando!”…

Hablábamos animosamente, mientras nos cercábamos al corazón del festejo… Hacíamos comparaciones entre esta y otras muchas fiestas que hemos vivido… Sin embargo coincidíamos en que todas y cada una de las fiestas que hemos disfrutado y compartido, nada tienen que ver las unas con las otras… Incluso, estas dos ramas que se celebran en Agaete, en el Valle, en ambiente más recogido y en el casco urbano de manera multitudinaria aunque las dos se sustentan de raíces similares, nada tienen que ver entre sí.

Sudor y fervor… música y danza… Llegar al Valle, es como el encuentro con los amigos de siempre que te brindan cobijo, te reciben con los brazos abiertos y amplia sonrisa… Casi con el mismo afecto del pariente, amigo o vecino que llega de ultramar tras años de ausencia… Allí, en su ermita San Pedro, espera impaciente el momento justo que el reloj señale el instante en que todos miramos al cielo, para presenciar la exhibición pirotécnica… A un costado de la ermita, Cristo y Meggy, únicos papagüevos del mundo con carnet de identidad, esperan escorados que suene los primeros y nos arrastren con los sones de una música contagiosa y divertida…música de ayer, de hoy y de siempre: “tractor amarillo”, “bandera tricolor”… y el himno: “Soldado Español”… Es el momento en que el ritmo verde de la rama nos invita a agacharnos, a saltar…

Numeroso público, cómodamente sentados, esperan que el programa festivo se cumpla a rajatabla… Sobre el escenario, un grupo de lujo: “Jóvenes Cantadores”, que están ultimando sus preparativos…. La gente de Agaete, sabe de esperas y estreches… Y, aunque estamos tierra adentro, se me antoja el momento como los vividos en la orilla de la playa, cuando la mujer aguarda la llegada del barquillo cargadito con unos frutos del mar que huelen a bendición…

Foto: Nieves (hija de Perico y de Juana)

Nos recibe, afectuoso, su eterno alcalde Antonio Calcines, (quinta legislatura). También, rebosante de felicidad Menchu del Rosario, así cómo distintos miembros de la corporación… Menchu, siempre cercana y atenta, nos presenta una amplia familia… “Son -nos dice a Lydia y a mí-, descendientes de Perico “el Santo” y de Juana... Esta noche –añadió-, le vamos a rendir un merecido homenaje… Han tenido, un montón de hijos, y todos los que están aquí, sentaditos por esta banda de la plaza, son nietos o bisnietos… Lydia Díaz, dándole una pincelada de humor al momento, dijo: ¡con esta familia, casi se ganan unas elecciones…!

Foto: Perico "El Santo" y Juana

Menchu, emocionada, continuaba facilitándonos información:” El matrimonio, Perico y Juana, hoy no ha podido venir porque Perico, está delicadillo de las piernas… Es, de las pocas veces que ha faltado a la fiesta… Otros años, han estado aquí bailando hasta las primeras luces del día…”

Mientras, unos y otros nos saludaban, una pantalla ofrecía imágenes de Perico “el Santo” y su mujer, Juana… Las imágenes nos ofrecían a un matrimonio vital, danzando incansablemente… Perico, cargando la rama más grande, bailándola… Tanto a Lydia como a mí, nos llamó la atención su distinguido apodo “el Santo”… Por qué le preguntamos a una de sus hijas: “Es que mi padre, tiene manos de santo… Atesora la sabiduría de esos hombres que han tenido que luchar contra la adversidad en ese continuo diálogo con el medio en que vivíamos… Hábil y resuelto, encaraba la situación para buscar solución a los problemas que se le presentaban… Los vecinos acudían a él cuando las vacas, ovejas, burras o cabras se ponían de parto… Incluso, atendió, como partero, a numerosas mujeres en el delicado momento de su alumbramiento… Esto es tierra adentro, nos decía acentuando cada una de sus palabras: el médico, estaba lejos los medios de transportes, escaseaban y los posibles, costaba mucho conseguirlos…

Nos quedó pena, no ver a Perico “el Santo”… estrecharle la mano… Pero tenemos el firme propósito de hacerle una visita…

La fiesta transcurría, “Jóvenes Cantadores”, empezaban su brillantísima actuación… Ellos, habían calado hondo entre los agaetenses en su anterior visita… en medio de su actuación, se le brindó el homenaje a Perico “el Santo” y a Juana, flores, placas… el escenario, se convirtió por un momento en gigantesca destiladera, que estilaba el cariño de todo un pueblo a un matrimonio que no solo ha escrito un hermosa página del Valle, sino que es la historia viva de todo un pueblo…

Envueltos en sentimiento, en afecto, en fiesta y alegría, el programa se fue desarrollando… Lydia y yo, desde la azotea, nos tomamos un aromático café del Valle, mientras los fuegos de artificios ponían un broche de oro a tan magnífica fiesta en honor a San Pedro.

Así lo asevera el dicho popular “Agaete míralo y vete, porque si te quedas, en el corazón se te mete”…

ALFREDO AYALA OJEDA

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