* ¿QUÉ HACEMOS POR LO NUESTRO?

Hace unos días, con una destacada voz femenina de folclore, mantuve una larga conversación sobre folclore y sobre la urgencia de la revisión. De la puesta al día. La charla estuvo jugosa, pero no era el sitio, n el lugar adecuado. Pero quedamos emplazados para después de las fiestas.

Quizás por eso, me he decidido a escribir estas breves líneas para destapar algunos aspectos de nuestro tesoro musical que, considero, olvidado...

Folclore canario: presencia, voz, sentimiento y sentido; participación del pueblo en cada momento de su vida social; sus fiestas y celebraciones, su alegría y su dolor; su mucho trabajo y su merecido ocio...

En el auténtico folclore, cada ocasión de la existencia tiene cumplida y puntual presencia popular. Es la palabra, el acento que da testimonio, alma y memoria a los acontecimientos de la vida colectiva, y así establece las señas de identidad de un pueblo.

Por eso, cuando el folclore se emplea para divulgar y vulgarizar cantos y danzas, auténticos en su origen, pero ofrecidas en el vacío, sin referencias ni ocasión puntual (que ése ha sido el triste caso de nuestro folclore durante décadas) entonces se corre el serio peligro, de que la autenticidad se postergue y que las mejores joyas de la música popular, se vayan desconociendo y no puedan ser apreciadas en su justo valor.

En estos casos, duele que expresiones populares que estuvieron en el sentir colectivo durante siglos, hoy sean prácticamente conocidas sólo por especialistas y eruditos. Es, el triste caso de los Ranchos de Pascua y de Ánimas que languidecen sin que nadie ponga remedio a semejante barbaridad. Uno de mis últimos trabajos en el programa etnográfico “Andar Canarias”, conviví y compartí con el Rancho de Pascuas de Teguise, varias jornadas de grabación. Grabé, creo, un documento vivo y sentido de un puñado de hombres que con voces roncas transmitían el más puro sentimiento de una de las joyas de nuestro folclore. Espadas, panderos, sonajas, triángulos, y la incorporación de cuerdas, guitarras, timples y requinto… Verlos vestirse, en silencio que imponía y acompañarlos en la entrada a la iglesia, entonando el “corrido”, “el Salto”, Desecha y “la Pascua” imponía a cuantos allí estábamos.

Así hasta el día grande, el 24 de diciembre, en que se celebra la Misa del Gallo.

Los ranchos, fueron introducidos al poco de la conquista por los Franciscanos.

¿Qué sabemos del Villancico “el baile de la cunita”, afortunadamente hoy interpretado por distintas agrupaciones musicales dentro y fuera de Gran Canaria? Debemos dar gracias que después de haber desaparecido, hoy esté fortalecido. Lothar Siemens, nuestro musicólogo, con el que tenemos todos contraída una deuda de gratitud, decía refiriéndose a esta pieza: “Es una de las versiones más bonitas de seguidillas, de cuantas se danzan en Canarias”.

Y así podemos hablar de "El baile de los pastores", una preciosa danza que tuve el placer de mostrar en el programa “La Bodega de Julián”. Idéntico caso con el “Baile del Niño”, Punta del Hidalgo, pero que también continúa viva, que sepamos, en la Matanza (Tenerife), que se viene interpretando desde 1.816

Todas estas joyas, auténtico tesoro de nuestras islas, como otras muchas de las que eludo hablar, para no hacer extenso este artículo, deberían tener la consideración de todos y cada uno de los que vivimos en las islas.

NOTA: Nadie puede ni imaginarse la cantidad de correos electrónicos, cartas, llamadas telefónicas se han recibido en los programas de Televisión Tenderete o La Bodega de Julián, pidiéndonos partituras, videos, letras, datos, información sobre nuestro rico y variado folclore de las islas. Ayer, paseando por La Playa de Las Canteras, me reconoció uno de los tantos seguidores de este tipo de programas. Me pedía, letras de canciones y no pude atenderlo. ¡¡Qué pena!!

ALFREDO AYALA OJEDA