* ORGULLO Y CONSECUENCIAS

En la vida hay que ser consecuente con lo que se piensa y se dice. De tus actos, te suelen pedir factura, o pasártela. No hace mucho un amigo me quiso dar un tirón de orejas: “Amigo, - me dijo- para obtener el “Premio Canarias” hay que tener la boca cerrada; de lo contrario, hay que olvidarse”. Me comentaba esto, con toda la sana intención del mundo, porque en defensa de nuestro folclore he tirado por la calle de en medio, solito, y con las tres armas que tengo a disposición para entablar mi lucha: El blog de mi amiga del alma Lydia Díaz http://www.etnografíayfolclore.org/, un programa de radio que comparto con ella, en el Noroeste de Gran Canaria, Radio Faro del Noroeste en la FM 106.5 y mi voz. Estimo que no necesito más para mi lucha.

Recuerdo, porque en mi larga vida profesional esta llenita de ellos, la lucha que mantuve en otra ocasión allá por 1.988 cuando con la muerte de Fernando Díaz Cutillas, Televisión Española estaba dispuesta a no emitir más el programa “Tenderete”. Pensaban, los que tenían el mando de la Tele, que Tenderete era una obra de Nanino y nada más lejos de la realidad. Nanino, hizo grande el programa, pero la creación del espacio fue de César Alonso. Yo ante la firme postura de la dirección, hice unas declaraciones que me costaron estar retirado de circulación por espacio de un año. Eso que en el argot televisivo se llamaba “lo mandamos al pasillo”. Pues estuve haciendo pasillo, sin darle un palo al agua. Cumpliendo el horario, pero con los brazos caídos.

Yo había dicho con la anunciada desaparición de Tenderete, que si supiera tocar el timple, me pondría en la puerta de la tele, día y noche y le mandaba un “furrungueo”, con letras de mala “milk” para que comprendieran que no estaba dispuesto, a que por mucho mando que tuviera la dirección de televisión, nos iban a poner la mordaza. No, ya lo había hecho la censura del Ministerio de Información y Turismo para que ahora otro personajillo de pa´ fuera, nos viniera a decir que es lo que nosotros queríamos escuchar. De eso nada. La lucha, me costó algunos problemas de salud. Duró desde 1.987 hasta 1.998, en que el excelente realizador Tony Santana y yo, con escasos recursos económicos, logramos ponerlo en marcha.

Es algo así como mi destino, luchar por lo nuestro y nadar contra la corriente de unos directivos que amparándose en su puesto, pero costeado con nuestro dinero, quieren imponer su santa voluntad.

Afortunadamente son muchísimos los colectivos que han dado el paso al frente. Los Punchas, desde el primer momento, salieron a la palestra y comenzaron a aunar voluntades hasta conseguir que todas las islas, sin excepción se pusieran en marcha para montar un Parrandón para que a una hora en punto (las 11 del día 20 de noviembre) hacer sonar todos nuestros instrumentos y montar una gran fiesta/protesta por la arbitraria decisión, de una dirección que navega en sentido contrario a la sociedad. Distintas emisoras de radio, nos han invitado a participar en sus espacios: Radio Arona, Radio Tejina, El Correillo, la Ser (en Hablar por hablar). En otras no hemos podido estar porque requiere tiempo.

Otro amigo, en Gran Canaria, Juan Carlos Sierra, que está en plena faena de la preparación de un espectáculo, la grabación de un disco y su trabajo. Pero no ha querido quedarse al márgen. Él quitándole tiempo al tiempo, al descanso, también ha tirado por la calle de en medio denunciando hasta convertirse en el eje de esta justísima protesta.

Hoy, suena casi a burla la copla que un partido, que dice ser nacionalista, repitió en vísperas de las pasadas elecciones:

Al canario le partieron

El pico con una azada

Debieron tener interés

En que el pájaro no cantara.

Así amigos, que si esta protesta que empecé en solitario hasta convertirse en multitud me cuesta olvidarme del Premio Canarias, para el que me ha propuesto Lydia Díaz, pues qué le voy a hacer. Pero primero es lo primero y tengo claro que por defender lo nuestro, tendré que pagar algún peaje, que estoy dispuesto a abonar. Pero, de verdad, me considero propietario de ese otro premio que me brindan los canarios: su cariño y su respeto…

ALFREDO AYALA OJEDA