Seguidores

Buscar este blog

domingo, 16 de mayo de 2010

* EL DIABLO DE TIJARAFE

 La isla de La Palma emerge del mar canario como una perfecta arquitectura de fabulosos contrastes. El océano y la cumbre; la grandiosidad de su caldera, lo estremecedor de sus barrancos y cortadas; la majestad de sus cumbres... verdor y nieve, profundidad y altura enlazadas, creando una armonía impar. Así es La Palma, una isla de poderosos contrastes y de no menos impensables sorpresas.

Pocas veces se tiene la fortuna y el tiempo para conocer algunos lugares insólitos que atesoran nuestras islas… y pocas veces, también, se tienen amigos que se brinden para enseñarnos rincones que, inicialmente, no teníamos previsto en mi permanente “Andar Canarias”.

Pero Eremiot, (q.e.p.d.), marino y versiador, de la misma manera que improvisa una décima puso su pequeño barquito a disposición para llevarnos hasta “Cueva Bonita”, un lugar natural repleto de misterio y leyenda...
Favoreció la travesía un mar en calma y un tiempo apacible. A Cueva Bonita sólo se puede acceder por el mar. Esta cueva cuenta con dos bocas, una al norte y otra al poniente. La tradición dice que cuando en siglos pasados los berberiscos merodeaban por aquí, muchos pescadores pudieron escapar al cautiverio o a la muerte entrando por una boca y saliendo por otra, ya que los piratas desconocían que la cueva tuviese dos accesos.

Cueva Bonita es inmensa y solemne, en su interior el mar forma una bahía, y con la bajamar se ofrece una minúscula playa. Su fondo es transparente, a pesar a su notable hondura… Su bóveda, toda jaspeada de azul, verde y blanco compite con el mármol mejor pulimentado por mano de artista... Cueva Bonita es la obra de un tiempo sin límites y del mar sin descanso empeñados en lograr la belleza.

Cueva bonita nos dio una gran sorpresa; pero no la mayor, pues aunque "Andar Canarias" vino a la celebración de La Candelaria, allí arriba, a seiscientos metros sobre el nivel del mar, nos esperaba el Diablo de Tijarafe...

Ya en el casco urbano, visitamos, en el interior de la iglesia al párroco de Tijarafe Vicente Espiú. Durante largo rato mantuvimos una instructiva y amena charla sobre la virgen de la Candelaria y el diablo de Tijarafe; sobre el bien y el mal.



El cura párroco de Tijarafe me atendió amablemente, cuando le pedía explicaciones sobre este número que se ha convertido en el más importante del festejo y que simboliza la lucha entre el bien y el mal entre la luz y la sombra… Y, resulta curioso que teniendo siempre el mismo final, tenga tanta aceptación…

-¿Cómo es posible que el diablo tenga tanto protagonismo hasta el punto de eclipsar a la virgen de la Candelaria en las fiestas de Tijarafe?

“Tiene, hasta cierto punto, relativamente, su importancia. lo ha eclipsado porque a lo largo del tiempo la gente le ha dado más importancia a lo que es el diablo, a lo que es puramente festivo y se ha olvidado de cuál es el motivo verdadero. eso ha hecho que durante mucho tiempo siempre se ha llamado a estas fiestas, las “Fiestas del Diablo”… cuando el diablo, es, puramente, un acto más, además está reducido a nada más que a la noche de hoy.”

-¿Estas son, resumiendo, las fiestas del “bien y del mal”. Lucha entre los dos poderes?

“Sí; podríamos decir eso. Hay una cierta tradición que dice que Dios le da “cierto permiso” al diablo para que esta noche, pudiese salir y que hiciese lo que quisiera. Sabiendo precisamente el señor, que la virgen va a salir al día siguiente. La virgen va a nacer esta noche y va acabar con el poder y esa lucha entre el bien y el mal, empieza esta noche con el mal y terminará mañana con el nacimiento del bien".

Tijarafe es nombre aborigen de inmemorial raíz, que al parecer significa "Frescura" o "Sombra". Sin duda, porque esta comarca fue y es tierra de inmensos pinares, que se extienden hasta el abismo de los acantilados. Este verdor es como una mano que quisiera acariciar al mar. La madera y su aprovechamiento, como carbón y brea, fueron la base económica tradicional de Tijarafe hasta un tiempo no demasiado lejano.

Es un municipio aislado por la impresionante frontera que supone el barranco de Las Angustias.

Un aislamiento obligado, pero que ha mantenido la pureza de tradiciones y costumbres. Es esta una tierra donde prospera la agricultura, el almendro y la viña, pero también la gracia y el ingenio de sus hijos; tal los versiadores que con sus décimas y al compás implacable del punto cubano, son capaces de vestir o desvestir en verso a cualquier persona, asunto o circunstancia que se les presente.

Tijarafe es un mundo propio, hermoso, donde la tradición es vida; y dónde el ingenio y el talento son dones naturales. Su personalidad queda expresada en fiestas como ésta, de La Candelaria, dónde se "corre el Diablo"

Prestarse a hacer de Diablo no es aspecto sencillo, porque el de Tijarafe es un diablo en acción: Provocador, bravucón, que desafía y arremete contra lo humano y lo divino, botando fuego a diestro y siniestro... y que además, baila, “corre” y acaba huyendo con el rabo entre las patas. Los tijaraferos se han prestado con total entrega a este espectacular alarde con una aplicación admirable; casi podría decirse que hay una ardiente vocación diablesca en cuantos se han encarnado a este príncipe de las tinieblas por una noche, que se desmadra en la víspera de La Candelaria. Y no cabe duda, estos varones que se han endiablado en la fiesta, lo han hecho por la Virgen, han dado vida a una lucha simbólica entre dos fuegos, entre dos luminarias, aquella que alumbra al mal y aquella otra mayor que lo derrota. Por simbolizar tal batalla, en un espectáculo único festero, todos y cada uno de estos antiguos y modernos bailadores del diablo merecen un sincero homenaje de gratitud: gracias Perico, Primo, Nicolás, José Ramón, Ángel, Paulino, Juan, Ricardo…
También el palmero tiene una deuda contraída con María Victoria Fernández Pérez, escritora que vive con los tiempos… Ella, se nos antoja notaria que ha levantado el acta de lo que hay. Su búsqueda incansable, le ha permitido vivir y estudiar las costumbres más arraigadas de nuestro pueblo…

MARIA VICTORIA HERNANDEZ PÉREZ

“EL DIABLO DE TIJARAFE QUIZÁS SEA LA FIESTA, MÁS CONOCIDA DE FUEGOS, ME ATREVERÍA A DECIR, QUE DE CANARIAS. UNA FIESTA QUE HA SALTADO LA FRONTERA DE LAS ISLAS QUE HA SIDO RECOGIDA POR ESPECIALISTAS DE ETNOGRAFÍA. ESTA RELACIONADO CON LA VIRGEN NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA. EL OCHO DE SEPTIEMBRE, SEGÚN LA TRADICIÓN NACE MARÍA Y EL DIABLO, EL DÍA ANTES ES EL QUE TIENTA PARA QUE NAZCA A LA QUE IBA A ESCACHAR, SEGÚN LA TRADICIÓN CRISTIANA SU CABEZA. EN ESE DÍA TRIUNFA LA VIRGEN Y EL DIABLO DE TIJARAFE , HA QUEMADO TODA SU METRALLA Y HUYE DESPAVORIDO EN MEDIO DE UNA VERBENA”
Se ultiman los preparativos. Reina una intensa actividad en la plaza. Fogateros, músicos, carpinteros, decoradores, miman y cuidan los últimos detalles. No en vano, de ello depende el éxito o fracaso de la fiesta. Incluso el entonces alcalde del municipio, Juan Manuel González, está a pie de obra. En una de sus constantes idas y venidas, le pedimos un resumen sobre el origen o historia del Diablo de Tijarafe.

“Bueno la historia del diablo no hay nada escrito exactamente, pero la tradición oral hasta nuestros días, ha hecho que se supone a finales del siglo XIX, un señor peninsular, suponemos procedente del mediterráneo y que coincidió con nuestras fiestas patronales de Nuestra Señora de Candelaria y propuso la organización de las fiestas de llevar a cabo un espectáculo de fuego sobre el bien y el mal, sobre el diablo que sale el día antes de la virgen con fuego, corre por las calles del municipio y se confecciona un machango que al final lo quemaban en la puerta de la iglesia en la madrugada del 7 al 8 de septiembre. A lo largo de los años este espectáculo se ha ido perfeccionando cada vez se ha mejorado y se ha convertido en un espectáculo pirotécnico importante. Sobre los años 1.950, 1.960 ya se empezó a acompañar con gigantes y cabezudos los primeros fueron confeccionados en el municipio y luego fueron traídos de fuera, los que están actualmente fueron comprados en Valencia. Salen adelantándose a la entrada del Diablo en la plaza. Actualmente en la madrugada de dos y media de la mañana del ocho de septiembre…

Cae la noche y el ambiente se va caldeando; propios y foráneos se arremolinan ante la taquilla para sacar su entrada. Todos quieren tocar, ver, correr, si se lo permiten la seguridad que vela por la fiesta y el valor personal, con, delante, o detrás del diablo. Y nadie vacila en pagar diez flamantes euros para ver al Maligno... Hoy hasta el mismísimo Diablo cobra por dejarse ver...

Desde el ayuntamiento arranca un cortejo de gigantes y cabezudos, con Rey y Reina a la cabeza, seguidos por una corte de mascarones. Desfilan entre fuegos y voladores, en una exhibición de alegría, en un risueño preludio a la verbena, en el que todos bailan de contento. Aquí no hay ni asomo de la diabólica aparición que tendrá lugar esta noche.

Mientras, en un lugar apartado, el Diablo se prepara… El secreto, parece querer presidir el momento… Ultimados los preparativos, el hombre que dará carácter y alma, a la diabólica figura, se introduce en él…

La verbena ya camina a sus anchas, el gentío baila al ritmo marchoso que sin cesar les regala la orquesta. Se baila, pero también se mira por el rabillo del ojo, a ver cuándo y por dónde se aparece el Diablo.

Todos saben que ha de salir; pero no por conocido esta aparición deja de resultar inquietante. La orquesta va excitando los ánimos más y más, hasta que estalla con el grito clave: “¡Sí, sí, el diablo ya está aquí!”, Y a su coro la expectación se dispara.

Como no podía ser de otra endemoniada manera, el diablo aparece donde menos se espera y a traición. Llega botando fuego directamente del infierno; fuego a chorros, del que sí quema, del que asusta, y el diablo se entrega a sus ceremonias y a sus correrías. Danza como poseso, como para convencernos de su poder a base de gracia.


Pero en este frenético baile, por vez primera en su historia, y con un riesgo de mil demonios, el diablo no baila sólo: le acompaña mi inseparable cámara de "Andar Canarias", sintiendo en propia piel golpes, empujones, chispas y fuego: todo el calor y el riesgo que supone acompañar al diablo en su loca carrera. Ver lo que el diablo ve, y seguir uno a uno sobre sus pasos es algo único, lo más parecido a caminar sobre brasas, a volar entre nubes de azufre y de llamas.

Hay valientes que intentan tocar al diablo, acercársele al menos; pero una cadena de hombres forma cordón de seguridad, aunque en el increíble vaivén de la danza diablesca la cadena se rompa en algún punto, y por ese eslabón suelto se cuelen atrevidos. En realidad, delante, detrás, cerca, o a buen seguro, todos quieren bailar con el diablo.

La mayoría se sube a donde puede, poniéndose a salvo por unos segundos; luego vuelve a intentar ese jugar con fuego de ir detrás o delante del diablo. La orquesta también es protagonista, pues ni un solo instante deja de tocar, excitando y sosteniendo los ánimos. Toca por igual para el público y para el diablo: este baile es de todos, y por ello se llama "correr el diablo".

Quince minutos, fuera del tiempo cotidiano, dura esta endiablada danza, hasta que el diablo, gastada hasta la última chispa de su fuego, nada tiene ya que hacer esta noche, que como todos los años y por siempre deberá abandonar derrotado para volver a la oscuridad de sus dominios. La Candelaria, la luz que simboliza el nacimiento de la Virgen, le ha vencido. Y vuelve la noche serena, con un aire puro de alegre verbena, vuelve la tranquilidad y el respiro: nada menos que se ha bailado con el diablo y se ha visto su poder, su derrota y su vida. El bien ha vencido al mal en este número simbólico y espectacular.

Repiqueteo de campana acompañado de tambor, instrumento que en la zona se conoce como “caja de guerra”, difunde con alegría el comienzo de la función religiosa. Hasta no hace mucho desde el campanario se anunciaban, tiempos para la oración, el Ave María, ánimas o loas…

Este singular, festivo y aglutinador sonido nos invita a participar en los actos religiosos... La Virgen de la Candelaria, no habrá de esperar la puntualidad de sus fieles, pues aquí es honda y general la devoción que se le procesa. Virgen que con su luz celestial derrotará las tinieblas por mucho que estas se alumbren y adornen con el fuego de este mundo.
La virgen, traslada en andas, al poco de salir de la iglesia, por las pinas y adoquinadas calles de Tijarafe discurre la procesión. La Virgen va escoltada por el pueblo y las autoridades civiles y militares. Quiebra el silencio, la banda de música.
Proclaman su gloria voladores y diferentes fuegos, anuncios de luz, destellos de un fuego que beneficia al mundo, arrasando al mal y dando calor y vida para que el bien germine en todos y cada uno de los corazones. Es una procesión muy sentida.

"Andar Canarias" debe continuar su camino, al encuentro con la realidad de un sentir y de su expresión, tal y como se expresan en celebraciones, fiestas, costumbres y tradiciones vivas. Pero no quisiéramos marcharnos de este entrañable y hermoso lugar palmero sin rendir nuestro pequeño homenaje a un hombre, ya desaparecido que representó en cuerpo y alma al diablo en esta fiesta: Nicolás Rodríguez, ejemplo de cuantos diablos han sido en Tijarafe por la Candelaria. Un hombre bueno, que pidió dejar algo muy difícil o imposible de cumplir: que en su lápida se escribiese: "Aquí murió el Diablo".

Tan seriamente y con tanto arte desempeñaba este papel festero, Nicolás Rodríguez.

Cautivaba con su impronta, transmitiendo su sentimiento mucho más allá de la diabólica y ardiente armadura que le disfrazaba. Vaya con este sincero homenaje nuestro agradecimiento para él y para todos cuantos, siendo tan excelentes personas, han encarnado al mismísimo diablo por una noche, en la gran fiesta en honor de La Candelaria, patrona de esta hermosa tierra de Tijarafe.

Abandoné este municipio bajando por la calle del “ADIÓS”, lugar donde los vivos se despiden de familiares fallecidos… la fiesta había terminado… mi trabajo, también… y puedo decir con orgullo que mi “Andar Canarias” hoy ha bailado nada menos que con el Diablo... ya se verá con qué nos encontramos mañana en este caminar por nuestras islas.

Nota: Con el título "EL DIABLO QUE NACIÓ EN TENERIFE”, LE DEDIQUÉ EN ESTE MISMO BLOG UN ARTÍCULO A NICOLÁS RODRÍGUEZ “EL DIABLO”… AQUEL HOMBRE QUE ME CONTÓ QUE CUANDO LA MUERTE LE SORPRENDIERA, QUERÍA QUE EN SU LÁPIDA APARECIERA LA LEYENDA: “AQUÍ MURIO EL DIABLO”.

PERO ESTA ÚLTIMA VOLUNTAD, NO LLEGÓ A CUMPLIRSE.

ALFREDO AYALA OJEDA

5 comentarios:

  1. Estimado Ayala, le admiro y después de leer sus relatos como usted los titula, me quedo sin palabras. Lo único, es proponerle para PREMIO CANARIAS.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola Chelo:
    Cierto es que me gusta lo que hago. Cierto es que gran parte de mis relatos los aprendí casi sin querer, al soco de las tertulias de mi padre poniendo el oido atento a las conversaciones que mantenía en el viejo Campo España. Cierto es que mientras para otros su trabajo resulta un calvario y buscan la diversión al márgen de su empleo yo, para romper con lo establecido, me divierto trabajando... Además, me considero premiado tan sólo con el contenido breve que encierra sus líneas expresándome su admiración.
    Gracias Chelo.

    ResponderEliminar
  3. Hace algún tiempo lei un suelto en el que se hablaba de las fiestas más peligrosas de nuestro pais. Entre ellas, habían dos de Canarias: una "la Verbena del Diablo" y otra "las Tablas" de Icod de los Vinos.
    publicito este dato para conocimiento generalizado. Incluso en la Plaza de Tijarafe, antes de que el Diablo irrumpa en la Plaza, el alcalde del municipio hace una serie de advertencias para que la gente joven tome las precauciones correpondientes.

    ResponderEliminar
  4. GUILLERMINA PÉREZ RODRÍGUEZ17 de mayo de 2010, 9:08

    DON ALFREDO AYALA: MARAVILLOSOS RELATOS. AL LEERLOS, ME TRANSPORTE, A LA ISLA DE LA PALMA, DIFRUTE, COMO UNA PERSONA MAS DE TIJARAFE EN ESA NOCHE TAN ESPECIAL.

    YO, TAMBIÉN LE PROPONGO PARA, EL PREMIO CANARIAS.
    SE LO MERECE, COMO CANARIO QUE, A TRAVÉS DE SUS VIVENCIAS, SUS RELATOS, SU FOLCLORE ETC. SIGUE CONSIGUIENDO UNIR, CADA DÍA MÁS,A LOS CANARIOS DE LAS OCHO ISLAS.

    SALUDOS AFECTUOSOS.

    ResponderEliminar
  5. ESTE PROGRAMA SOBRE "LA VERBENA DEL DIABLO" O "EL DIABLO DE TIJARAFE", SUCEDE COMO CON LAS POPULARES FIESTAS DE AGAETE QUE SE CELEBRAN EN HONOR DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES, PERO QUE SU ACTO MAS POPULAR ES "LA BAJADA DE LA RAMA".
    YA HABIA CONTADO UNA HISTORIA SIMILAR EN OTRO DE MIS PROGRAMAS "SENDEROS ISLEÑOS", QUE CONTO CON MENCION ESPECIAL EN EL PLENO DEL AYUNTAMIENTO DE TIJARAFE.
    EN ESTA OCASION QUISE DAR OTRA VERSIÓN QUE ME PARECIO MAS CERCANA CON LOS GIGANTES Y CABEZUDOS, MASCARONES O PAPAGUEVOS,QUE DE TODAS ESTAS FORMAS SE CONOCEN.
    YO NO HAGO OTRA COSA, AMIGA GUILLERMINA QUE ENVOLVER EN CUIDADOSO PAPEL EL REGALO LAS COSTUMBRES Y TRADICIONES QUE HAN LLEGADO HASTA NOSOTROS PARA CONSERVARLAS Y DIFUNDIRLAS.
    EN CUANTO AL PREMIO DE CANARIAS LE DIGO LO QUE YA HE COMENTADO EN OTRAS OCASIONES. "ESTOS PROGRAMAS, LOS HAGO PORQUE ME GUSTAN, LOS SIENTO, LOS VIVO Y LOS DISFRUTO. LUEGO, QUE TE PREMIEN, SERIA COMO COBRAR UN SUELDO DOS O TRES VECES...
    GRACIAS Y UN BESO, AMIGA.

    ResponderEliminar