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martes, 3 de noviembre de 2009

* VÍCTOR ALMEIDA “EL ARTILLERO”, UN MÍTICO LUCHADOR GUIENSE


Víctor Almeida Falcón, conocido en el argot de la lucha canaria como “El artillero”, ha sido unos de los luchadores más grandes que ha dado Guía de Gran Canaria, y en aquellos tiempos fueron muchos. A nivel provincial y regional se le consideraba un puntal de primerísima magnitud, pues tiró a los luchadores más importantes de Canarias, dado su poder físico y las innumerables mañas que practicaba dentro del terrero. Fueron muy célebres sus agarradas con el mítico Carampín, campeón regional durante muchos años miembro del CL Hespérides de La Laguna, que se desplazaba a Guía con bastante frecuencia a competir con CL Ajódar, especialmente para las fiestas de la Virgen.

 Víctor, al cual tuve el honor de conocer bastante bien por el trato que tenía con mi padre, era el amparo de todos sus compañeros y como capitán del equipo -no presidente, este cargo lo ostentaba don Francisco León Padrón- sabía imponer su criterio con bastante cariño, el cual todos los componentes del club aceptaban con humildad, ya que el Ajódar más que un equipo de luchas era un grupo de buenos amigos muy bien avenidos que practicaban este noble y ancestral deporte con el fin de divertirse, aunque con el paso del tiempo la misma se mercantilizó y de ahí emanan las grandes cantidades de dinero que se manejan hoy para llevar a cabo los fichajes de los más emblemáticos estilistas, pues los equipos de luchas hoy buscan la supremacía sobre los demás existentes, en aquellos tiempos era el público asistente a la luchada quien premiaba a estos gladiadores dándoles una propina o dádiva por su buen quehacer en una determinada contienda.
 
A Víctor Almeida, se le concedió tan sonoro pseudónimo -el de Artillero- porque había hecho el servicio militar en el cuerpo de artillería. Tenía una estatura bastante considerable y una fortaleza descomunal, éstas eran aparte de las muchas mañas que practicaba lo que le daba la gran categoría que siempre manifestó en nuestro vernáculo deporte. Me parece muy loable que el Ayuntamiento de Guía vaya a dar su nombre al pabellón deportivo del CEO Luján Pérez, ya que Víctor hizo los meritos suficientes para que ahora, después de muchos años, se le reconozca su valor y las grandes tardes de gloria que le dio a Guía como practicante de la lucha canaria. Durante su trayectoria luchística compitió con los mejores luchadores de la época a nivel provincial y regional, y a todos con más o menos frecuencia llevó a tierra. Dada su gran honestidad deportiva solía prepararse muy bien y a veces se sobrepasaba en sus entrenamientos, era fácil verlo por la carretera de Casa Aguilar y El Palmital corriendo o haciendo tablas de gimnasia. Su constatada fuerza muscular la adquiría levantando piedras de gran peso, pues en aquellos tiempos no habían gimnasios especializados donde se pudiera desarrollar físicamente.

Contemporáneo en el Ajódar del Pollo de Anzo, Lito “El Guajiro”, Valentín Cruz, Seito, Bartolo Oliva, Juan Cruz, los Cubanos y otros, hizo que este gran club luciera con gran renombre en todo el archipiélago canario. Aunque se enfrentó a los mejores luchadores de Canarias, tuvo en Carampín -ya nombrado- a su más enconado rival. Sus agarradas fueron épicas, ya que eran dos verdaderos colosos que cuando saltaban al terrero iban a por todas y lo que menos importaba era el resultado de la contienda, lo bonito era ver el desarrollo que le imprimían a la pelea y el arte magistral que empleaban para triunfar en el litigio. Víctor fue todo un caballero dentro y fuera del terrero, jamás se mortificó cuando alguien lo tiraba, noblemente saludaba a su rival y le deseaba lo mejor para la próxima agarrada.

Durante muchos años fue el Gran Capitán de este extraordinario equipo de luchas como lo fue el Ajódar y sintiendo mucho decirlo nunca ha tenido Guía algo semejante a este gran club, aunque hace unos años el Ramón Jiménez también brilló con elocuencia y nos dio a los guienses grandes satisfacciones. Hoy desconozco si en mi pueblo existe algún equipo de luchas. Desde muy jovencito fui un gran aficionado y solía asistir a todas las agarradas que se llevaban a cabo. En fin ya solo me queda felicitar al Sr. Alcalde de Guía y sus compañeros concejales por esta extraordinaria determinación de darle el nombre de Víctor Almeida a un Pabellón Deportivo, ya que con tan brillante idea se reconoce el valor y los méritos de tan emblemático personaje, quien supo y quiso darle a Guía con su esfuerzo y sacrificio grandes tardes de gloria. Decirles también que no se olviden de otros personajes que han destacado en este hacer y en otros que se merecen un reconocimiento. Que yo sepa y fui un fiel seguidor de este formidable equipo de luchas, no recuerdo que Víctor Almeida fuese presidente del mismo, al menos a mi no me consta que lo fuera, siempre conocí en este cargo al ya citado don Francisco León Padrón.

JUAN DÁVILA GARCÍA

3 comentarios:

  1. Gracias amigo Dávila por traernos a la memoria la semblanza del ya desaparecido luchador... Victor, efectivamente, rondaba los 80 kilos de peso, pero era tea. Me parece todavía verlo salir al terrero, subiéndose la bocapierna del pantalón y con su tic característico...

    Amigo mío: ¡¡qué tiempos aquellos!!
    Si; qué tiempos aquellos en que los luchadores salían a dar espectáculo. Nunca a amarrarse... Panchillo, Bartolo, pollo de sardina, hombres pequeños que hacían grandes tardes... y luego, ver salir al terrero aquella fila india del Adargoma Pollo de Maguez, Alfredo Martín "El Palmero", Manolín Suárez, Lito Suárez, Hermengildo Ramírez "brazo de hierro", Abel Cárdenes, los gemelos... yo que sé... y nada digamos de Víctor Almeida "el Artillero" que me contó la última vez que hablamos en el terrero del López Socas, el vivió por la zona durante mucho tiempo, cuando yo llegue a la mili, un cabo me llevó hasta el Capitán de la compañía:
    ¡A sus órdenes!, me presenté
    hombre es usted Víctor Almeida.
    -sí mi capitán.
    el capitán salió de su mesa de escritorio y apartó todas las sillas que estaban en aquella sala... ¡Agárrese de mi pantalón!
    me incliné para iniciar la lucha. No hubo agarrada, pero se notaba que el capitán sabía lo que hacía.
    Esa fue mi entrada en Artilleria y de servir en ese cuerpo es de donde me viene el seudónimo..

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  2. felicidades señor dávila por el articulo. yo reuerdo bien aquella epoca de la lucha canaria. saludos.

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  3. soy Blanca, una de sus hijas,en primer lugar agradecerle sus`palabras, para mí fue el mejor padre del mundo, el día 2 de enero se cumplen ya 14 años que nos dejó, de repente.los hombre fuertes no doblan, parten.Mi padre me inculcó unos buenos valores morales, muchos relacionados con el mundo de la lucha que aún hoy llevo con orgullo y que he transmitido a mi hija.

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